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Los cambios en el tributo fueron bien recibidos por las terminales y concesionarios. Pero los valores finales no benefician a potenciales clientes.
23/07/2015 - 10:10hs

Los cambios en el impuesto a los 0Km fueron bien recibidos tanto por directivos de terminales como por dueños de concesionarios, porque las modificaciones iban a permitir, al menos en el corto plazo, acomodar precios y reordenar un mercado altamente distorsionado. 

Modelos con caja automática, que valían lo mismo que otros con transmisión manual; falta de versiones tope de gama, porque las agencias las “encanutaban” ante la inminencia de las correcciones en el gravamen; o bien lanzamientos que tuvieron que ser discontinuados, por ser comercialmente inviables, fueron algunos de los tantos problemas que generó este polémico tributo. 

Pero los cambios finalmente llegaron: el Gobierno elevó cerca de un 15% el piso a partir del cual los vehículos son alcanzados por el impuesto y, a través de una controvertida cláusula especial, benefició a las unidades fabricadas en el país con alícuotas 20 puntos más bajas que la de los importados. 

Así, a días de anunciarse las modificaciones, modelos tope de gama que estaban desaparecidos de los salones de venta, poco a poco volvieron a exhibirse. 

Con el “impuestazo light” sobre la mesa, otras marcas ya anunciaron que apurarán lanzamientos que tenían freezados, lo que redundará en una mayor variedad de opciones. 

En el sector hay muchas expectativas puestas sobre cómo están evolucionando los patentamientos, luego de que en junio se registrara un pequeño crecimiento en el nivel de comercialización (del 6% interanual), el cual permitió cortar una larga racha con números negativos. 

La gran pregunta es si los últimos cambios tributarios están ayudando a que despeguen las ventas, en un contexto en el que las terminales necesitan compensar de la manera que sea el fuerte derrumbe del mercado brasileño, que está comprando un 30% menos de vehículos argentinos. 

El problema que enfrentan las automotrices es que el balance de la primera quincena ha arrojado números “tibios”. 

Según adelantaron desde la Asociación de Concesionarios a iProfesional, el promedio diario de ventas fue de unas 2.400 unidades

Esta cifra prácticamente iguala el registro del mismo lapso de junio último. Sin embargo, se ubica por debajo de la de julio de 2014, cuando en las dos primeras semanas se habían registrado operaciones diarias por cerca de 2.500 unidades. 

Desde ACARA reconocen que los patentamientos están muy lejos de explotar, si bien rescatan el hecho de que definitivamente se llegó a un piso. 

A partir de estos números previos, que marcan una caída de casi 5% en relación con el mismo período del año pasado, la gran incógnita está en cómo cerrará definativamente el mes en curso. 

Fuentes de ACARA señalan un dato no menor: en general, las segundas quincenas son más dinámicas que las primeras. De hecho, julio de 2014 arrancó con un promedio diario de ventas de 2.500 unidades y cerró con casi 2.800. 

“Se espera que el ritmo se incremente un poco en estos días”, aseguraron desde la entidad. 

Sin embargo, la expectativa es que julio cierre con una leve caída interanual o, como hipótesis de máxima, que “empate” el registro de igual mes de 2014. 

“Se está dando un reacomodamiento de precios. Hubo muchas alzas y pocas bajas. No creemos que estos cambios tributarios por sí sólos vayan a impulsar el mercado”, aseguró el directivo de una terminal europea, que pidió off the record. 

“Lo que vamos a ver de aquí a los próximos meses es que, de a poco, van a regresar a los concesionarios modelos del segmento medio con más equipamiento. Por lo tanto, si hay un impulso en la demanda éste va a ser más cualitativo que cuantitativo. Es decir, no van a dispararse las ventas. En todo caso, vamos a ver una redirección parcial hacia a vehículos tope de gama por las bajas de precios”, agregó la fuente consultada. 

Bajan algunos modelos, suben muchos otrosCon gran entusiasmo empresarios del sector salieron a remarcar lo positivo de los cambios al tributo anunciados por el Ejecutivo y pusieron como ejemplo el hecho de que hubo modelos nacionales cuyos precios al público bajaron hasta $250.000, como es el caso de la versión más equipada de la Toyota SW4. 

Sin embargo, el entusiasmo inicial choca contra un factor determinante: las modificaciones si bien favorecieron una reducción de las cotizaciones de las gamas de 0Km más equipadas, también permitió que las terminales (que tenían muchos otros modelos al borde de caer dentro del gravamen), avanzaran con retoques al alza en el resto de sus productos, dado que la suba del piso les dio más espacio para actualizar cotizaciones. 

En buen romance, lo que terminó sucediendo es que bajaron de precio unos pocos modelos pero, por detrás, la gran mayoría las automotrices avanzó con aumentos generalizados en el portfolio en apenas unas semanas. 

En el caso de Ford, el Mondeo Titanium con caja automática pasó de costar $659.000 en junio a unos $730.000, redondeando una suba del 11%. 

En el caso del Renault Fluence, por la versión 2.0 Privilege con asientos de cuero se pedía menos de $275.000 el mes pasado y ahora la cotización supera los $302.000, lo que implicó un ajuste de más de $27.000 (+10%). 

Honda fue otra de las que implementó ajustes en su portfolio: el Civic EXS automático saltó desde los $272.000 a los casi $290.000, es decir que pasó a valer un 6% más que el mes pasado.

Las diferencias también se observan en modelos generalistas.

En el caso de Fiat, por ejemplo, hubo correcciones: algunas versiones del Línea y del Siena se encarecieron entre el 5% y el 8% en menos de 30 días, tal como se observa en el siguiente cuadro: 

Un informe de Economía & Regiones reveló que si se toman los valores de los diez autos más vendidos del país, en los últimos doce meses, el aumento de precios promedió el 30%. 

“Si se tiene en cuenta que la inflación punta a punta fue del 28%, de acuerdo al IPC Congreso, la suba de los valores de los autos superó en 2 puntos dicho índice”, concluye el informe. 

En un escenario en el que los costos siguen en alza, analistas vienen advirtiendo que en los próximos meses la industria volverá a enfrentarse al mismo problema que tuvo hasta junio.

Es decir, las subas presionarán sobre las cotizaciones y el fantasma del impuestazo volverá a amenazar a las terminales

El otro gran riesgo, como ya informara iProfesional, está en que el Gobierno insista con un tributo que “premia” a los vehículos nacionales y castiga a los importados, cuando la propia ley que dio vida al gravamen lo impide, al tiempo que este tipo de prácticas contraría las normas que establece la Organización Mundial del Comercio. 

Se trata de un punto no menor justo en momentos en que la administración kirchnerista fue obligada a desmantelar el sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación, tras perder una demanda entablada nada menos que por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón a raíz de las restricciones al comercio. 

La falta de dólares: el gran problema

Desde la consultora Abeceb aseguraron que “el mercado todavía se está estabilizando. Pero el principal inconveniente hoy está dado por la falta de divisas, que le impone una restricción a la oferta”. 

Cabe destacar que, hasta fines de septiembre, las compañías podrán acceder, en su conjunto, a una cuota de u$s199 millones para la importación de componentes y vehículos, cerca de u$s40 millones extra. 

Paralelamente, la administración kirchnerista también se comprometió a garantizar una partida especial de u$s85 millones mensuales pero para la adquisición de equipos y bienes de capital, unos u$s8 millones más que lo que venían percibiendo hasta el momento. 

Sin embargo, la ampliación del cupo no satisface las necesidades de la industria.

“El aumento de la cuota de divisas simplemente tuvo como objetivo compensar la caída de ingresos que se está dando por la baja de las exportaciones a Brasil. Las terminales no es que ahora disponen de muchos más dólares para recomponer stocks”, alertaron desde Abeceb. 

Sucede que el sistema de cupos está destinado a cubrir el déficit de esta industria. Es decir, es una partida especial de dólares que, todos los meses, el Gobierno les habilita a las empresas que no pueden compensar su saldo entre exportaciones e importaciones

El detalle es que la gran mayoría de las terminales son deficitarias en términos de divisas. Entonces, a medida que se les está desplomando el mercado brasileño, más desbalanceado queda su saldo comercial y mayor cupo pasarían a necesitar para cubrir ese rojo. 

A la hora de las proyecciones para todo 2015, desde ACARA estiman que los patentamientos se moverán en un rango de entre 570.000 y 630.000 unidades. 

La previsión “pesimista” sería realmente negativa, dado que implicarían unos 113.000 vehículos menos que en 2014 (caída del 16%) y casi 400.000 autos por debajo del récord de 2013

El segundo escenario, el más “optimista”, seguiría siendo adverso pero con una contracción menor, del 8%. 

Desde Abeceb aseguraron que “el año ya está jugado. Aumente o no el cupo a partir de septiembre, las terminales ya no cuentan con mucho margen para revertir la tendencia, dado que hacia fin de año es cuando, por cuestiones estacionales, siempre se reducen las ventas”. 

La previsión que maneja la consultora es de unas 600.000 unidades patentadas, cifra que colocaría al 2015 en el nivel más bajo de los últimos seis años. 

Para los directivos de ACARA, el momento actual que debe atravesar el sector, signado por la falta de dólares, es todo un llamado de atención de cara al 2016.

Si no hay stock, es imposible pensar en que el año próximo podremos incrementar las ventas. Y si hay algún margen para crecer, tampoco va a ser explosivo. A lo sumo aspiramos a que se inicie un cambio de tendencia hacia la recuperación”, concluyen.

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