Es sabido que nada dura para siempre. Tampoco el gigante de Apple, el iPhone. Lo cierto es que el negocio de la venta de teléfonos móviles inteligentes, en donde el margen de beneficio de los fabricantes es en muchos casos limitado, vivió en los últimos años un crecimiento impensado. El producto estrella de la electrónica de consumo tuvo un gran impacto en la sociedad y en los balances de las empresas del sector, pero empiezan a tambalearse sus orígenes.

A pesar de pensarlo como un dispositivo infranqueable, Apple tuvo su primer tropiezo en los nueve años de vida del iPhone, que genera el 63% de los ingresos de la compañía. Esa excesiva dependencia de un único producto generó que, en medio de la crisis, el gigante norteamericano manifieste su primera caída desde 2003.

Después de innumerables períodos de gloria, las ventas de iPhone registraron por primavera vez en su trayectoria, una caída que pasó de 61 millones de unidades vendidas a los 51,2 millones registrados en el último trimestre, el equivalente a una reducción del 61% si se compara con el año anterior.

Sin embargo, la millonaria empresa norteamericana no sería la única. Lo cierto es que el negocio del móvil inteligente ya no es tan rentable como antes. Y a esa falta de rentabilidad se le une un mercado global en retroceso. Según la firma de análisis de mercado Gartner, el mercado del "smartphone" creció en 2015 en un 9,7%, pero representa un aumento inferior en comparación con otros años dominados por el doble dígito.

El factor "China"No fue siquiera suficiente la llegada del nuevo iPhone SE para incentivar el consumo. Este dispositivo, de 4 pulgadas de pantalla y que incorpora un "collage" de innovaciones presentadas en los últimos tiempos por la marca, no tuvo el impacto esperado. Parecía estar destinado a ser un móvil de entrada, orientado a un público de masas y un ataque a otros mercados como la India, que comienza a desplazar a China en lo relativo a consumo de "smartphones".

Android, principal competidor de iOs, se impone en las ventasOtro de los motivos que contribuyó a su caída fue el auge de nuevos dispositivos móviles de bajo coste y la desaceleración del mercado chino, que empezó a lastrar las economías mundiales. En China, el mercado experimentó una disminución del 26% en comparación al año anterior. Las ventas de sus terminales en determinados mercados están saturadas y conseguir el mismo resultado del iPhone 6 (lanzado en 2014) provoca un escenario difícil de sostener.

Ésto mismo no es excluyente de la telefonía móvil, tal como sucede con las tablets, los propietarios de teléfonos móviles inteligentes de menos de dos años (independientemente de la gama) constatan que el uso que le dan cada día es más que suficiente para las prestaciones del mismo.

A excepción de aquellos fanáticos de la comunicación y la tecnología, la mayoría de los clientes no atienden a cuestiones técnicas sobre el producto. Lo cierto es que no parece importarle a un cliente convencional si el procesador de turno escogido para el último teléfono es un Qualcomm Snapdragon 820 o un Kirin 955. Tampoco es de relevancia para el usuario una mayor resolución en la pantalla, que por cierto, se llegó a un puntoimperceptible para el ojo humano, como esos paneles que obtienen el nuevo estándar a perseguir en televisión, el 4K.

El iPhone 7 como revulsivoDesean, en efecto, un terminal que les entre por los ojos, que cumpla con sus necesidades básicas (mandar mensajes, consultar aplicaciones populares como WhatsApp o Facebook, realizar llamadas, acceder a internet y jugar algún que otro juego de moda). Y el nivel obtenido por muchos dispositivos es tal que la gama media atrapó a los smartphones de alta gama

Entre septiembre u octubre se espera la presentación del nuevo iPhone, que en caso de mantener la tradición se denominará iPhone 7. Y, según los rumores y filtraciones, supondrá un gran avance tanto a nivel estético como interno, lo que podría incentivar su consumo en el mercado. Necesita, pues, un dispositivo revolucionario, totalmente innovador, un revulsivo, que represente los valores de la compañía como líder en este segmento y que, de nuevo, haga rejuvenecer a su gallina de los huevos de oro.