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Gobierno firmó el acuerdo de Vaca Muerta y ahora va por otras actividades

El gremio petrolero cedió beneficios y las operadoras prometen invertir u$s2.500 millones. La estrategia del Gobierno para impulsar la productividad
01/02/2017 - 17:30hs
Gobierno firmó el acuerdo de Vaca Muerta y ahora va por otras actividades

El Gobierno firmó el martes el acuerdo para relanzar la actividad en Vaca Muerta, que incluye cambios drásticos en las condiciones de trabajo y que las autoridades buscan extender a otros sectores, como parte de una amplia reforma laboral.

Mauricio Macri afirmó, al encabezar un acto en la Casa Rosada, que los acuerdos "potenciarán el futuro del resto de Argentina", y consideró que con "más energía se reducirá la pobreza".

El Presidente elogió los acuerdos para la explotación de yacimientos petrolíferos de Vaca Muerta en Neuquén, al estimar que es una forma de "atraer inversiones al país". "Tenemos que educar, habrá que hacer un enorme esfuerzo de capacitación", afirmó.

De esta forma, quedó formalizado el acuerdo anunciado el 10 de enero pasado por el jefe de Estado entre el gobierno nacional, la provincia de Neuquén, las empresas y los sindicatos petroleros para impulsar la producción de gas no convencional en el área de Vaca Muerta.

El acuerdo se había demorado por la reticencia del gremio a firmarlo en medio de la ola de despidos en Neuquén, que afectó a más de 1.500 trabajadores. Pero también por las dudas acerca de las inversiones que finalmente comprometerán las operadoras.

El entendimiento implica la quita de retenciones a las exportaciones petroleras de la provincia, la eliminación de impuestos provinciales, subsidios al gas e inversiones por parte del Estado.

Las operadoras, en tanto, se comprometen a invertir u$s5.000 millones en 2017, aunque en realidad la mitad de ese valor ya estaba prevista en el presupuesto del año pasado. 

La importancia de la adenda al convenio colectivo de trabajo reside en que, a partir de ahora, habrá un nuevo régimen especial para los trabajadores petroleros del yacimiento de gas no convencional.

A cambio de una supuesta estabilidad en su empleo, sufrirán una modificación en sus condiciones laborales, que ya no incluirán beneficios adquiridos de los que gozaban.

Entre ellos, se anula el pago de las "horas taxi" (o de traslado), se suprimen las extra y se habilita contratos por tiempo determinado. La pelea por las "horas taxi" desató una serie de paros y medidas de fuerza durante todo el año pasado en la Patagonia.

En realidad, los cambios representan un avance respecto de los acuerdos firmados en octubre en los yacimientos convencionales y de los puestos en marcha en Chubut semanas atrás.

Con todo, la clave de los acuerdos anunciados no pasa tanto por su contenido sino más bien por su impacto "simbólico". Después de que Macri repitiera en reiteradas ocasiones la máxima de Perón de que "la estrella polar es la productividad", el martes puso la primera piedra de un proyecto que apuesta a convertir en un caso testigo.

Paradojas de la vida, un presidente no peronista lo consiguió gracias a la ayuda del gobernador de Nequén, Omar Pérez, y el líder de los petroleros de Neuquén, Río Negro y la Pampa, Guillermo Pereyra, dos representantes del peronismo.

Una pequeña radiografía que muestra la cintura del oficialismo para hacer alianzas con la oposición y del peronismo provincial para llegar a buen puerto con el poder de turno.

El plan en la Rosada es extender los "acuerdos de productividad" a los yacimientos petroleros convencionales, desde Neuquén hasta Tierra del Fuego. Vaca Muerta es sólo una de las escalas de un proyecto que comenzó en Mendoza y Neuquén y que va por toda la Patagonia.

En Neuquén, sin embargo, los camioneros son uno de los sindicatos que se oponen a replicar lo firmado por sus pares petroleros. El titular de la seccional, Carlos Roja, aseguró a iProfesional que "no habrá cambios" en su convenio colectivo.

Por otra parte, la intención del Gobierno es replicar el esquema en otras actividades, como el sector automotriz, electrónico, textil, alimenticio y la industria de la carne. En la mayoría de ellos, las conversaciones ya comenzaron.

Ese fue el camino que encontró el macrismo para avanzar en una estrategia que genera ruido dentro de la CGT y rechazo abierto en las dos CTA así como en la izquierda. Para evitar conflictos, la Rosada optó en sectorizar la discusión. 

La incógnita es hasta que punto podrá avanzar el oficialismo en su objetivo de "modernizar" las relaciones de trabajo, sin despertar la oposición en los gremios, donde en más de un caso denuncian un intento de "flexiblización laboral", similar al instrumentado en los años 90, con el aval de una porción importante del sindicalismo peronista.

"La contracara del convenio flexibilizador que reduce a la tercera parte el salario de los petroleros y que se impondrá en otras ramas de la industria bajo el pretexto de enfrentar a la competencia internacional son beneficios excepcionales a los monopolios gasíferos y petroleros: se les garantiza un precio del gas de u$s7,50, tres veces superior al internacional", sostuvo Marcelo Ramal, legislador porteño del Frente de Izquierda.