Apple anunció el martes en la presentación de los nuevos modelos del iPhone un nuevo chip, A11 Bionic, al que definió como el más potente que jamás se había usado en un teléfono.

El diario digital The Next Web informó que en las pruebas de rendimiento independientes el procesador de los iPhone 8, 8 Plus y X es tan potente que supera en velocidad a algunas computadoras Mac recientes y dobla el rendimiento de sus principales competidores directos, como el Samsung Galaxy Note 8.

En ese aspecto ningún móvil del mercado puede hacer sombra ni de lejos a este nuevo chip, lo que pone en aprietos a la industria.

El caso más claro es el del Samsung Galaxy Note 8, que cuesta algo menos de 100 euros que el iPhone X y cuyo rendimiento es muy inferior.

La mayoría de fabricantes de celulares dependen de procesadores de otras empresas, como Qualcomm, que están muy lejos de ofrecer un chip como el A11 Bionic.

Además, el procesador gráfico del iPhone X parece eficiente y el sistema operativo iOS 11 está hecho a la medida del teléfono.