La calificadora crediticia Standard & Poor's anunció este lunes que subió la nota de Argentina de "B" a "B+" ya que "refleja una mayor confianza sobre la capacidad política del gobierno para continuar avanzando con su agenda económica".

A partir de esta información, varios economistas la consideraron como una medida positiva y dieron sus impresiones de cara al futuro.

En un comunicado, la agencia internacional señaló que la medida está acompañada de la expectativa de "un crecimiento económico moderado pero sostenido en los próximos tres años y una menor volatilidad potencial". Sin embargo, no todo son buenas noticias, ya que se cuestionó la vulnerabilidad externa por la dependencia del fondeo externo para financiar el déficit fiscal.

Dante Sica, director de la consultora ABECEB, evaluó como positiva la nueva calificación: "Es una buena señal en función de los planes anunciados" ya que "mejora el panorama crediticio". Asimismo, sostuvo que "es una señal de mejora" sobre las variables económicas del país y vaticinó que "se trata de un anticipo de que el año que viene pasaremos de ser considerados como mercado de frontera a emergente".

En igual sentido se expresó Fausto Spotorno, de Orlando J. Ferreres y Asociados, quien lo analizó como "un anuncio positivo" pero que no está atado a la evolución fiscal ya que "en ese sentido no mejoramos en nada", añadió.

Asimismo, puso el foco en que la medida "está más vinculada al acceso al crédito que tiene Argentina y la confianza en los mercados" que a las propuestas anunciadas por el presidente Mauricio Macri este lunes sobre las reformas multisectoriales. "No creo que esté atado directamente, esta suba es algo que estaba masticándose. Sí creo que tiene que ver con las posibilidades de obtener financiamiento, ya que cuando mayor acceso hay al crédito, mayor es la capacidad de repago", sostuvo.

Al ser consultado por Ambito, el expresidente del Banco Central Aldo Pignanelli también destacó la nueva nota como una buena noticia para el país. "Esta calificación permitirá mejorar la tasa de interés", dijo, y coincidió con Sica al asegurar que "se trata de un anticipo de lo que ocurrirá en marzo", cuando Argentina ingrese a la categoría de país emergente.

En cuanto a la "estabilidad y confianza" anunciadas por la agencia internacional y una posible influencia positiva para atraer inversiones, Spotorno añadió que "cuando alguien mire puede ser que ayude, pero no será sustancial porque son mercados distintos".

Pese a considerar como positiva la calificación, Pignanelli hizo hincapié en las dudas de los mercados por la necesidad de recurrir al financiamiento externo por el déficit. "Nunca es bueno endeudarse, menos en Argentina y en el volumen que lo hace", cuestionó.

"Se está financiando el modelo con endeudamiento. No ingresa inversión directa sino capitales de especulación. Los números no son buenos de la macroeconomía, sobre todo la deuda de las Lebac y es un tema al que hay que prestarle mucha atención", concluyó