Las tarjetas de embarque pueden sustituirse en gran parte del mundo por códigos de barras en los celulares: basta con mostrar la pantalla del teléfono para embarcar en el avión. Y aunque cada vez son menos, las tarjetas impresas tienen presencia a la hora de subir al avión.

Es usual ver en redes sociales una foto del "boarding pass". El problema es que hay datos personales que se pueden obtener fácilmente a través del código de barras de la tarjeta.

La información puede variar según la compañía, pero lo más habitual es que aparezca nombre y apellidos, referencia de la reserva, origen y destino del vuelo, fecha, hora, asiento y fila, nombre de la aerolínea y número de secuencia con la que se ha reservado el vuelo.

Pero mostrar públicamente el código de barras puede facilitar mucha información a un tercero. Por ejemplo, en los billetes aparece el número de viajero frecuente, que junto al nombre y apellido, muchas veces es suficiente información para acceder al perfil personal de la página web de la compañía.

Así es fácil conseguir la información referente al vuelo, a los próximos vuelos , datos como fecha de nacimiento , pasaporte, dirección y datos de pago (por ejemplo, el número de tarjeta de crédito), el número de móvil del pasajero y el de sus acompañantes.

Con todo esto es posible cambiar los asientos, cancelar vuelos, cambiar la fecha y la hora del vuelo, gastar todos los puntos acumulados, cambiar la contraseña descubriendo la respuesta a una pregunta de seguridad...

Así que la próxima vez que piense publicar una foto de su "boarding pass", mejor piénselo dos veces.