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La compañía actualizó los aportes que tenía previsto realizar en el trienio 2017-2019 pero también anticipa la base sobre lo que hará de cara a 2020
05/02/2018 - 17:00hs

Por efecto de la convergencia. Por cosas de la competencia. Por razones impulsadas desde la casa matriz. Porque los tiempos actuales así lo ameritan. Las razones pueden ser muchas. Lo cierto es que Telefónica también elevará su apuesta inversora en la Argentina, aunque con una mirada más puesta sobre la coyuntura.

Los $38.650 millones anunciados que la compañía invertiría en el país en el período 2017-2019 se actualizaron y treparán hasta los $43.838 millones. Expresado en dólares al tipo de cambio de hoy, unos u$s2.200 millones, lo cual coloca a la empresa en el club de los mayores inversores privados del país.

Sin embargo, la compañía ya está diseñando sus planes de cara a 2020. Para ese entonces, el monto total previsto de desembolsos para el lapso que van entre 2018 y 2020 ascenderá a los $50.737 millones, monto que se destinará, básicamente al despliegue de redes de banda ancha y 4G, señalaron a iProfesional fuentes de la empresa.

La revisión de los números coincide con el revuelo que causó en el mercado el anuncio de la mega inversión de su principal competidor, Telecom -ahora bajo el control del grupo Clarín tras la fusión con Cablevisión-, que prometió un desembolso trianual por u$s5.000 millones. Justo en un momento en el que el Gobierno extrema su esfuerzo por la concreción de proyectos privados, se conoce ahora el dato de que Telefónica también dará un salto en el rubro inversión.

El incremento respecto de la inversión comunicada en febrero del año pasado para la filial argentina se producirá, especialmente, entre 2018 y 2019, y será de un 20%, un nivel que acompaña los niveles de inflación que se registran en el país.

Es decir, la compañía sube la apuesta. Pero lo hace con cautela. Desde el punto de vista político, espera señales finales de parte del Gobierno, a través de los organismos regulatorios, para poder ingresar en el negocio de la convergencia de manera más decidida. Y esto aún no ocurrió.

Como subsidiaria, y aún cuando sus balances son positivos, tanto a nivel de ingresos como de EBITDA, la delicada situación financiera por la que atraviesa el grupo la obliga a tener un comportamiento a tono con la austeridad que se pide desde las altas esferas. A no tirar manteca al techo, en definitiva, si no se obtiene la luz verde para poder tener un mejor horizonte de negocios en el corto, mediano y largo plazo.

Del monto de inversión previsto originalmente por año para el trienio en cuestión, el correspondiente a 2017 se mantuvo más o menos en los niveles contemplados cuando se dio a conocer la inversión.

Es decir, si la previsión original era de $38.650 millones y, de ese total, ya se ejecutaron $11.463 millones, en el plan de 2017 quedaban pendientes de inversión algo más de $27.000 millones. Pero con la actualización de la cifra para este lapso, se sumarán entre 2018 y 2019 casi $5.500 millones.

Pero por tratarse de una industria sumamente dinámica, en la filial argentina ya delinearon las inversiones a poner en marcha en 2020, similar a la de 2019 y que superará los $18.000 millones.

Claro que, estas cifras podrían verse modificadas nuevamente, de acuerdo a situaciones particulares del mercado y/o a nuevas regulaciones que pudieran venir. Las inversiones se reevalúan siempre en función de las necesidades del negocio, aclararon las fuentes.

El análisis de las inversiones que encara Telefónica, que ya fueron comunicadas al Gobierno, tiene diversas lecturas. Por un lado, como se dijo más arriba, si se pone la mira en el trienio 2017-2019 hay un incremento de un 20% general.

Pero si la actualización se efectúa a partir del año en curso y se abarca el trienio 2018-2020 el monto asciende hasta casi los $51.000 millones.

En pesos se advierte crecimiento. Pero cuando todas las cifras involucradas se pasan a euros, que es la moneda con que la compañía da a conocer su balance, por caso, se observa que los montos involucrados se mantienen constantes y en torno a los 2.000 millones de euros por trienio, con fluctuaciones hacia arriba o hacia abajo según la cotización del momento.

Los planes de corto plazoTelefónica acaba de reestructurar su organización a nivel global. Además de modificaciones a nivel jerárquico, los cambios más fuertes se aplicaron en la operación latinoamericana. Hasta ahora, Hispanoamérica englobaba a todos los países de la región en una sola unidad, con excepción de Brasil.

Ahora, Hispanoamérica se dividió en dos: el norte y el sur. Y la Argentina quedó en este último bloque, junto con Uruguay, Chile y Perú. Tal como venía ocurriendo en la anterior estructura, la filial local continúa siendo la más importante del bloque de habla hispana y con la reorganización esto quedará más evidente aún.

Esto ocurre aún cuando la fue la última de la región en ponerse a tiro en materia de decisiones regulatorias que alentaron nuevas inversiones y permitieron los despliegues de las redes 4G, hecho que comenzó a concretarse a finales de 2014.

Ahora, y a un mes del inicio de la convergencia de las telecomunicaciones en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, Telefónica ya obtuvo la autorización de parte del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), conducido por Miguel de Godoy, para dar servicios de televisión paga. Una situación que comparte con Claro.

La subsidiaria del grupo español podrá brindar este servicio tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires, además de Godoy Cruz, Guaymallén, Luján de Cuyo y Mendoza Capital en esa provincia cuyana.

Para ofrecer esta prestación rápidamente debería apoyarse en la tecnología satelital. Pero para poder valerse de ese recurso es necesario que el Gobierno emita un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que habilite tal posibilidad, que hoy sólo ostenta DirecTV.

Se esperaba que ese DNU se emitiera en los últimos días de enero. Pero comenzó febrero y hasta ahora no ha habido novedades. Según pudo averiguar este medio, el texto viene retrasado.

Si bien ese decreto incluirá otros temas -como nuevas frecuencias de espectro para licitar, regularización de deudas, y hasta cuestiones vinculadas con la infraestructura y la compartición pasiva, según confiaron otras fuentes a iProfesional- que empresas como Telefónica puedan valerse de la tecnología satelital les permitirá incursionar en ese negocio a nivel local a medida que avance el año. Y, a partir de ahí, diseñar las diferentes estrategias no sólo para avanzar con alternativas cuádruple play sino múltiple play.

El uso de la tecnología satelital para ingresar en el negocio de la televisión será en "modo transición". En la compañía tienen claro que, producto de la convergencia y de los nuevos consumos de contenidos, la manera más eficiente de distribuir servicios empaquetados será a través de la fibra óptica.

Es la razón por la que la compañía viene desplegando agresivamente nuevas redes de fibra óptica, principalmente en la zona sur del AMBA, y en otras localidades donde considera que tiene más chances de posicionarse con sus futuros productos convergentes.

Hasta ahora, la operadora ya cuenta con más de 766.000 hogares pasados con fibra óptica, es decir, con capacidad para comenzar a incorporar los primeros servicios que ya está brindando, como accesos de banda ancha de 100 mb de velocidad.

Sobre ese total, más de 174.000 viviendas ya están conectadas con esta tecnología, considerada la más eficiente para recibir servicios de video, que son los que impulsan a incrementar las capacidades de esas infraestructuras de red.

Y mientras avanza con este despliegue, prepara cambios vinculados con su identidad de marca.

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A partir del próximo 3 de abril, la compañía dejará de lado marcas que hasta ahora usa para identificar a sus servicios de banda ancha, de video, y otros de valor, para ponerlas a todas bajo el paraguas de Movistar, tal como informó iProfesional.

Se trata de un proceso que ya está efectivo en casi todos los países de la región donde la compañía opera, y que en la Argentina estaba retrasado justamente porque fue el último país en ingresar en la tecnología 4G y en tomar decisiones a nivel regulatorio en pos de la convergencia y una mayor competencia del sector.

Por lo pronto, y para el cortísimo plazo, el primer anuncio que la compañía realizará para este 2018 vinculado con servicios será el lanzamiento de Aura, que permitirá a los clientes relacionarse de manera distinta con la compañía, a través de inteligencia artificial. Y, a partir de allí, tener certezas sobre sus consumos y controlar los datos que habilita en cada una de las aplicaciones que descarga en sus dispositivos móviles.

Todo esto lo podrá operar desde su dispositivo sin necesidad de tener que llamar a un número de atención al cliente o acudir a alguno de los centros de servicios que posee en distintas ciudades del país. Y uno de los fines del servicio es, justamente, ganar la fidelidad de los clientes a partir de un producto que, según entienden en la compañía, otorga mucha transparencia.

Si bien Aura se presentó oficialmente el año pasado durante el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona, su lanzamiento definitivo se producirá en febrero, justo unos días antes de la nueva edición de este encuentro en la ciudad catalana, que se realizará del 25 de febrero al 1 de marzo.

Una vez puesto en marcha, el servicio comenzará a operar de manera inmediata en seis países, entre ellos la Argentina. Y esa fecha será coincidente con las primeras nuevas propuestas en combo que ofrezca la empresa a sus clientes.

Con la nueva identidad de marca, con Aura como servicio diferencial y con las diversas prestaciones que irá integrando, la empresa irá avanzando hacia su oferta comercial convergente.

¿Cómo podría ser? Basta mirar en qué consisten las ofertas convergentes que brinda en otros países. La más avanzada es Movistar Fusión, disponible en España, donde el paquete básico es un servicio de cuádruple play integrado por internet de 50 mb con fibra, más servicio fijo, móvil y TV en todos los dispositivos por 45 euros por mes, es decir, unos $1.080 tomando una cotización de 24 pesos.

Estas prestaciones son las que justifican que la compañía avance en inversiones fuertes en fibra óptica, y también muestran la necesidad que posee la operadora en tener habilitada la posibilidad de contar con la tecnología satelital para dar los primeros pasos, de muy corto plazo, en servicios convergentes.

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