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Pasaron 81 años desde que se hizo ley la jornada de ocho horas y el mundo laboral empieza a exigir nuevos cambios también este aspecto
26/04/2018 - 06:55hs

Fue la Ford Motor Company, en 1914, una de las pioneras en un cambio que se mantiene hasta hoy en la mayoría de las empresas: la jornada laboral de ocho horas.

Desde 1905 varias empresas habían comenzado a reducir el tiempo de trabajo de sus empleados, pero cuando aquel gran exponente del capitalismo y la revolución industrial realizó esta importante modificación, tanto obreros como sindicalistas supieron que había ganado la batalla.

Causó un efecto dominó incontrolable que terminó con las leyes (promulgadas en el año 1937) que estandarizaron y regularon las ocho horas de trabajo (e incluso el pago de las horas extras pasadas las 40 semanales), en Estados Unidos (En Argentina la iniciativa se había votado y promovido en 1929).

La gran aceptación por parte de las industrias se debió a los buenos resultados que tuvo como consecuencia esta medida. 

Ford obtuvo un gran éxito de productividad que aumentó significativamente los márgenes de ganancias duplicándolos en dos años después de implementar el cambio.

Pasaron 81 años desde que se hizo ley la jornada de ocho horas y el mundo laboral empieza a exigir nuevos cambios también este aspecto.

Las nuevas tecnologías, la globalización e incluso hasta las redes sociales han modificado las formas en que una empresa conduce su negocio y, tal como destaca el Huffington Post, la cantidad de horas que una persona le dedica al trabajo deberían ser repensadas.

Los estudios que marcan un aumento en la productividad de un empleado que trabaja menos horas, cada vez son más. Al igual que las investigaciones que indican los problemas psicológicos y físicos de aquellos que no tienen el suficiente tiempo de descanso.

Un trabajo de la University College, de Londres, afirmó que trabajar más de 55 horas a la semana puede traer problemas al corazón. Por otra parte, investigadores del Centro médico de la Universidad de Columbia monitorearon a 8.000 trabajadores mayores de 45 años y encontraron que tienen serios problemas para desconectarse del trabajo, lo que también afecta a su salud.

Ante tantos resultados abrumadores y reclamos de los trabajadores, comenzaron a aparecer pequeños cambios. En Suecia, el gobierno financió un experimento en el que unas enfermeras cambiaron su jornada de ocho horas al día hacia una de seis, manteniendo el mismo salario. Lo que obtuvo como resultado: menos bajas por enfermedad, menos estrés y un aumento en la productividad.

Poco a poco, el tiempo dedicado al trabajo se vuelve más breve y más productivo. Será cuestión de que las empresas se animen a repensar sus jornadas laborales como lo hizo Ford hace más de cien años.