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Como es uno de los grandes bancos demasiado grandes para caer, ha tenido que definir cuál es la estrategia que seguirá en caso de insolvencia
19/06/2018 - 08:22hs

Santander lo tiene todo listo para cumplir al pie de la letra las nuevas exigencias nacidas tras la crisis financiera mundial.

Como uno de los 30 bancos del mundo que han sido designados como demasiado grandes para caer, la entidad presidida por Ana Botín ha tenido que definir cuál es la estrategia que seguirá en caso de problemas de solvencia y su elección ha sido dividir el banco en nueve grupos independientes (los denominados grupos de resolución) que responderán por sí mismos de los problemas, de forma que un tropiezo en uno de ellos no contagie al resto.

El banco tenía dos opciones para adaptarse a la normativa: hacer un diseño centralizado en el que la matriz se responsabiliza en solitario de todo el banco o descentralizarse y crear cortafuegos entre los distintos negocios.

Para realizar la división, Santander se ha mirado hacia dentro y ha identificado las divisiones que se financian de forma independiente.

"Hemos definido los grupos de resolución como un reflejo del modelo de grupos financieros autónomos, de forma que todas las filiales han sido asignadas a un grupo de resolución", explica el banco en un documento oficial.

Zonas geográficas

A partir de ahora, cada filial estará englobada en uno de los nueve grupos de resolución que se han creado por zonas geográficas.

España es el mayor de ellos, con activos por 651.000 millones de euros, seguido de Reino Unido (361.000 millones), Brasil (162.000 millones), Estados Unidos (114.000 millones), México (58.000 millones), Chile (50.000 millones), Portugal (48.000 millones), Polonia (32.000 millones) y Argentina (13.000 millones).

La idea es que si una de estas unidades sucumbe a una crisis, el resto sobreviva y Santander pueda seguir operando en otras zonas.

La elección de Santander implica que cada grupo de resolución tiene que tener recursos suficientes para rescatarse a sí mismo. Entre otras cosas, porque una de las claves de la separación realizada es la autonomía legal.

"No hay compromisos legales que impliquen soporte financiero", señala el documento, que añade que las interconexiones financieras son "limitadas" y a "precios de mercado". Incluso hay un elevado grado de autonomía operacional entre ellos.

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