El juez federal Sérgio Moro presentó su solicitud de vacaciones para apartarse de la magistratura antes de asumir el cargo de ministro de Justicia y Seguridad Pública en el gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro en enero de 2019.

De esta manera, el magistrado quedará apartado de los procesos de la Lava Jato que es, según dicen en el país, la mayor operación en la lucha contra la corrupción en la historia de Brasil.

Moro, encargado de las investigaciones del caso Petrobras en primera instancia, condenó el año pasado al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silvaa nueve años de cárcel por corrupción pasiva y lavado dinero, una pena que fue ratificada y ampliada en enero pasado por el Tribunal Regional Federal de la 4 Región, con sede en la ciudad de Porto Alegre.

Ahora, en un comunicado enviado al Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, pidió 17 días de vacaciones que tenía acumulados, e informó que solicitará una nueva solicitud de vacaciones, hasta el día 19 de diciembre. Con esto, el magistrado sólo pedirá exoneración del cargo a principios de enero, justo antes de asumir el ministerio.

Con esta resolución, aseguró que "las vacaciones también permitirán que inicie las preparaciones para la transición de gobierno y para los planes para el ministerio”.

Asimismo, la jueza sustituta será Gabriela Hardt, quien asumirá en donde están los procesos de la operación Lava Jato.

La semana pasada, Bolsonaro le pidió oficialmente al juez el cargo en un encuentro en la casa del presidente electo en Río de Janeiro. Para ser ministro, Moro tendrá que exonerarse de la Justicia Federal, ya que por la Constitución, ambas funciones son incompatibles.