El Gobierno quiere dar una buena señal ante los gremios y por eso están negociando con la misma CGT y empresarios representantes de las cámaras empresariales para crear un decreto mediante el cual aquellos que estén pensando en disminuir la cantidad de empleados deberán avisar con 10 días de anticipación a la Secretarìa de Producciòn y Trabajo.

Si bien no habrá prohibición de los despidos, que era la propuesta de los sindicalistas, con este borrador, que esperan transformar en decreto, apuntan a evitar que los trabajadores sigan quedándose sin su empleo y poder ofrecer otras opciones, como por ejemplo reducir la jornada laboral.

Esta iniciativa es parte del proyecto de decreto complementario que busca disponer un bono de hasta $5.000 en dos cuotas de $2.500 con los salarios de noviembre y enero.

El planteo para poner un cepo a los despidos formaba parte del pliego de demandas de la CGT al Ejecutivo y, según la "mesa chica" de la central, su implementación es una de las condiciones para no llamar a un nuevo paro nacional.

Para los técnicos de la CGT el nuevo esquema deberá ser de cumplimiento obligatorio para todo tipo de despidos, incluso los individuales.

En uno de los borradores de decreto se establecía que ante la determinación de echar a un trabajador sin causa justificada la empresa deberá, antes, comunicarlo a la Secretaría de Trabajo y al sindicato correspondiente.