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Corbacho, de Ucema: "Massa, Lavagna y Urtubey comparten el pecado original del gobierno anterior"

El analista político de UCEMA, recordado por el enfrentamiento con Cristina Kirchner en 2015 opinó sobre los escenarios más probables ante las elecciones
21/02/2019 - 05:06hs
Corbacho, de Ucema: "Massa, Lavagna y Urtubey comparten el pecado original del gobierno anterior"
"El kirchnerismo es un partido antisistema, no tiene valores democráticos", dispara Alejandro Corbacho, analista político y director del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad del CEMA (UCEMA).

Y a nadie puede sorprender la crudeza de sus palabras. A fin de cuentas, fue uno de los analistas que más duramente polemizó con el kirchnerismo, y aún se recuerda su enfrentamiento público en agosto de 2015 con la mismísima ex Presidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner. En aquella ocasión la ex mandataria lo tildó por redes sociales de "burro", como respuesta a una columna en la que este experto había escrito que ella "no sabía de historia".

Pero polémicas aparte, su opinión como politólogo es escuchada en todos los ámbitos políticos, dada su amplia trayectoria profesional, que incluye un paso como Secretario Académico de la Carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otras funciones destacadas.

A nivel político, considera que "no puede haber sorpresas electorales" y que en provincia de Buenos Aires "el destino de Vidal ahora está con Macri, porque si su partido no gana la presidencia, ella no dura como gobernadora".

Destaca a este gobierno como de "transición" y como una forma de encarrilamiento a la democracia, aunque critica que Macri "no se tomó en serio muchas cosas de la política".

A continuación el diálogo que tuvo iProfesional con Alejandro Corbacho.

 

-Arrancó el año electoral, ¿cómo se configura el panorama político?

-Está claro que desde el 1° de febrero entramos en campaña por todo lo que se empezó a decir y hacer. Sobre todo desde que el Gobierno decidió unificar las elecciones en provincia de Buenos Aires, así que se va a calentar más el clima. Todo tiene un sesgo político, tanto desde el oficialismo como de la oposición, que busca sumar o restar votos al atacar al enemigo. Va a aumentar la virulencia en el discurso, sobre todo desde el kirchnerismo. Veo difícil la convivencia política, va a ser agitado, mucha movilización social, incluso violencia, y que haya provocación a situaciones no tan obvias.

Lo positivo es que vamos a elecciones, siempre hay que festejar que haya democracia a pesar de todos los problemas y a pesar del giro que casi hacemos hacia Venezuela en los últimos momentos del gobierno de Cristina Kirchner. En las encuestas se marca que aparecen tres grupos: uno apoya al Gobierno, otro al kirchnerismo, y hay un medio que está indeciso.-¿Ese "medio" puede estar representado por Alternativa Federal, la nueva agrupación del peronismo encabezada por Massa, Lavagna, Pichetto y Urtubey?-No creo, porque esa fuerza debería enamorar a una parte importante del electorado. Es decir, agarrar todo ese medio y además sumar votos de los dos extremos (macrismo y kirchnerismo), sino no llega a ganar. Además, este grupo tampoco es tan homogéneo. El problema de Lavagna, Massa y Urtubeyes que son del gobierno anterior también, comparten el pecado original y no se presentan como una idea nueva.-¿Le genera "ruido" que se mezclen en un solo partido tantas ideas diferentes?

-No, pueden convivir porque son peronistas, y si hay un liderazgo lo pueden hacer. Es un partido que se encolumna detrás de un líder. Pero tiene que armarse primero, ahora sólo están viendo el descontento hacia este Gobierno. El problema es que logre crear sus identificaciones e ideas para que los votantes los elijan.

Un ejemplo de ello es Trump, que trajo una idea de "América primero" y ganó con un sector abandonado por los políticos, supo dónde estaban sus votantes y fue a buscarlos: indecisos y zonas olvidadas. Y trajo un discurso nuevo a la política.

-¿Cómo impacta a que se mencione a Cristina adentro de esta fuerza federal?-Le juega en contra que se sume al kirchnerismo, porque ese "partido del medio" que intentan ser debe diferenciarse. Se tiene que presentar como una idea nueva, revolucionaria. Es decir, tiene que conservar la idea que es peronista pero no kirchnerista, y eso es complicado porque ellos fueron parte.

-¿Puede haber sorpresas electorales?

-Ahora, a falta de sólo nueve meses para las elecciones, no veo que pueda haber un armado de un partido político como supo construir el PRO a lo largo del tiempo. Por otro lado, no observo algún candidato que "encante".-¿Entonces la posibilidad más firme es que haya una polarización?

-Estará entre Macri y Cristina. A ella no le queda otra que presentarse como candidata, tiene que ir para adelante o va presa. Ése sería el escenario en el que está trabajando. Sería muy costosa una negociación aunque haya otro peronista.

Y en general, el mundo y sobre todo Latinoamérica se están jugando dos modelos: Por un lado, si gana el kirchnerismo vamos para atrás, un modelo patrimonialista, cerrado, donde para los amigos es todo y para los enemigos la injusticia. Es decir, un país que vive de la renta, empleados públicos y correr el peligro de caer en la Venezuela de hace tres años.

Y por el otro lado está Macri, a pesar de todas las críticas del modo en hacer las cosas porque no enfrentó y preparó a la sociedad para el golpe o mazazo que iba a venir, y que había que recibir tarde o temprano. Más allá que no se podía seguir en la Disneylandia donde nos iban a seguir prestando infinitamente el dinero y que con eso íbamos a mantener el estilo de vida. Eso creó desencanto en la gente.

A ello hay que sumarle que estamos en un contexto donde se ven los efectos de la globalización 30 años más tarde. El Gobierno de Macri no pudo muchas veces hacer las cosas bien porque hay cosas que no son fáciles de resolver. -¿Cuáles fueron las falencias de Macri?

-Luego de ganar exitosamente la elección de 2017 sin economía, podría haber hecho algunas cosas menores y tomar medidas más arriesgadas en ese momento, que hubieran paliado un gran impacto de una mega devaluación. Hay un tema de comunicación combinado con malas elecciones económicas, pero es fácil hablar desde mi escritorio. Igual no se entendió por qué creó 24 ministerios y que se trataron cosas ridículas, cuando los problemas son otros. No dio un diagnóstico claro de la realidad heredada, y tampoco dio batalla a los temas que debería haber abordado apenas asumió.Macri actuó ligeramente y no se tomó en serio muchas cosas de la política.Y ahora el oficialismo quiso utilizar al kirchnerismo como "cuco" para ganar y no meter presa a Cristina. Entonces, el Gobierno no avanzó y despreció al kirchnerismo como idea. Y eso es lo que tiene ahora en contra, a un grupo duro anti sistema, que no tiene valores democráticos, sin instituciones y con personas fuertes que toman decisiones.

-Usted tuvo enfrentamientos personales con Cristina. ¿Qué le genera que el kirchnerismo pueda llegar a ganar?

-Si gana el kirchnerismo es complicado, porque ve que el mundo y la globalización son malas. Se dilapidaron con ellos los diez mejores años económicos de la historia de la Argentina.

Como razonamiento general, está marcando la realidad y la deuda de la democracia, que es que la clase política argentina, en base a la encuesta de líderes de opinión que hace Poliarquía, es señalada como la principal causa de los problemas del país. Y coincido, la clase política no quiere crear las bases de un crecimiento sostenido, busca asegurar el horizonte de la próxima elección. Hubo una orgia de gasto, no se cuidó la economía como paso en otros países.

-¿Qué diferencias ve ahora con Cambiemos?

-

Macri pudo presentar una idea de gobierno ordenado y de no gastar más de lo que se tiene. Este Gobierno no es igual al anterior, no hay un Guillermo Moreno que pone un arma arriba de la mesa. Tampoco hay cadenas nacionales, fiestas, el programa 6-7-8 en un canal público, que era pagado por todos y los opositores no tenían lugar. Se puede decir queMacri es malo, pero mostrame un político mejor a él. Hoy no hay, puede surgir más adelante.

Hay una dinámica, Macron en Francia hace unos meses era un genio, ahora es lo peor. Macri no es la señora que agarraba el micrófono y te gritaba e insultaba. Quizás en el fondo muchos quieren eso, alguien que le diga todos los días qué hacer. En general, la gente quiere vivir tranquila, no quiere que le llenen de problemas. Quiere que funcionen las cosas.-¿Qué alternativas tiene el Gobierno ahora para hacer campaña?-Puede hacer hincapié en que las obras que empezó las ha terminado, es un punto a favor. En seguridad también se puede rescatar que antes con el narcotráfico la batalla estaba perdida, en cambio ahora se está dando pelea. Otra cosa es que el Gobierno está midiendo las cosas, terminó la intervención al INDEC y está creando un organismo de estadísticas serio. Ahora no hay dibujos, ni barrabravas.Creo que tiene que hacer campaña en esas cosas y mostrarse que está a tono con los problemas.-¿Qué pasa si gana el kirchnerismo?

-Miremos Santa Cruz, ni siquiera hay que ir a Venezuela. El problema es que acá nos vamos a jugar en las elecciones seguir en una democracia o ir a una democracia populista. Recordemos que para el kirchnerismo y los grupos de izquierda Nicaragua es una democracia, al igual que Cuba o China. Ese puede ser el futuro. Otro tema es el abuso del empleo público que hicieron, por eso varios municipios están quebrados, por el desorden absoluto en lo económico y la gran presión impositiva.-¿Cómo cataloga la gestión de Macri?Es una transición. No podés transformar las cosas de la noche a la mañana si no tenés los medios. A la vez Cristina Kirchner hizo algo inteligentísimo que dejó la "bomba" puesta para que explote todo a la gestión actual. -¿Qué opina que el Gobierno no desdoblelas elecciones en provincia de Buenos Aires?

-Al principio pensaba que tenía que desdoblar, hoy en día me parece que no está mal que vayan unificadas las listas porque, primero, si van juntos dan idea de unidad. Vidal tiene un destino luminoso en la política argentina y se merece ser la gran figura, porque ha logrado gobernar haciendo magia por la cantidad de problemas que ha tenido.

El destino ahora está con Macri, porque si su partido no gana la presidencia, ella no dura como gobernadora. La pueden intervenir fácilmente o generar problemas o escándalos, algo que no es muy difícil en la provincia de Buenos Aires.En cambio, si ganan lo hacen los dos, y si pierden el país querrá seguir como antes: vivir como empleado público, odiar al otro.-En base a esta polarización social, ¿qué futuro podemos esperar?-Habría que preguntarnos cuál es el modelo que genera la riqueza del país. La generación del '80 la encontró, pero los que siguieron no supieron adaptarse. La globalización trajo cosas feas, pero muchos países supieron ver la salida.

El pesado legado de Argentina es que en los últimos años el modelo aspiracional cayó, nos fuimos degradando como sociedad y cultura. No hay ahora un deseo de ascenso laboral, sino tener un plan social. Se gastó el dinero en la fiesta, no en la inversión.