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Para The Economist, Cristina Kirchner amenaza con "poner de cabeza" a la Argentina nuevamente

Hace poco más de un año, el actual mandatario parecía tener asegurada otra victoria en las elecciones presidenciales. Hoy la situación es incierta
18/05/2019 - 00:12hs
Para The Economist, Cristina Kirchner amenaza con "poner de cabeza" a la Argentina nuevamente

La publicación británica The Economist se hizo eco del fortalecimiento de Cristina Kirchner en el ámbito político local y de sus chances renovadas para acceder, otra vez, a la Casa Rosada.

The Economist señala como hitos de esta tendencia el liderazgo de la ex presidenta en las encuesta, el exitoso lanzamiento de su libro y la contribución que realiza la gestión económica del actual Gobierno.

"Con una inflación del 56% y el desempleo creciendo, las posibilidades de que el mandatario Mauricio Macri gane nuevamente parecen más escasas", afirma.

No obstante, la reputada publicación da detalles concretos sobre la severa grieta de visiones acerca de lo político que existe entre los argentinos. Además, contrapone testimonios de Marcos Peña y Axel Kicillof.

En todo caso, con el título de su artículo, "Cristina Fernández de Kirchner amenaza con ponder de cabeza Argentina otra vez", la publicación da cuenta de los severos vaivenes y falta de políticas públicas sólidas en el tiempo que afectan al país.

A continuación, la traducción del texto completo:

Durante décadas la ciudad de Quilmes, ubicada a unos 40 minutos en auto al sur de la Ciudad de Buenos Aires, ha tenido la distinción de ser el nombre de la cerveza nacional de la Argentina. Un inmigrante alemán, un tal Otto Bemberg, creó su cervecería allí, a orillas del Río de la Plata, en la década de 1880. Hoy, Quilmes (ahora parte del imperio de AB InBev) se vende desde las cataratas del Iguazú hasta Tierra del Fuego. Pero en la ciudad hay algo más que una cervecería.

Desde la caída de la dictadura de la Argentina en 1983 hasta 2015, los peronistas, gobernaron esa ciudad y a sus 650.000 habitantes, salvo un período de ocho años. Entonces el movimiento Cambiemos del presidente Mauricio Macri desplazó al intendente y al gobierno municipal, que había sido leal a su predecesora peronista, Cristina Fernández de Kirchner.

Hace poco más de un año, el actual mandatario parecía tener asegurada otra victoria en las elecciones de octubre de 2019. Entonces la confianza de los inversores en su política de reformas graduales colapsó junto con el peso, lo que lo llevó a asegurar un rescate récord del FMI de u$s57.000 millones. Con la inflación del 56% y el desempleo habiendo aumentado un 50%, las probabilidades de que Macri vuelva a ganar ahora se ven menores, según analiza The Economist.

El 9 de mayo Cristina lanzó un nuevo libro (que se convirtió en un best seller instantáneo), lo que pareció señal de que entrará en la contienda. Quilmes es un terreno de batalla de sus filosofías contrastantes. ¿La promesa de Macri de reforma tecnocrática aún puede vencer el nacionalismo populista de Fernández?

Una encuesta nacional del mes pasado del grupo Isonomía, que ha trabajado para Macri, lo daba perdiendo por mucho contra la expresidenta. Eso creó gran conmoción en los mercados y en una semana el peso perdió casi 9% frente al dólar. El 29 de abril, Macri obtuvo autorización del FMI para permitir que el Banco Central apuntalara al debilitado peso.

Una nueva encuesta de la misma consultora ahora indica que hay una diferencia demasiado estrecha como para anticipar el ganador de las elecciones. En Quilmes, una encuesta con una pequeña muestra realizada por Gustavo Córdoba Asociados, sugiere que el intendente de Macri lleva leve delantera a un candidato del ala juvenil militante de Fernández, La Cámpora. Esa corriente es encabezada por Máximo, hijo de Crisitna y diputado nacional que hizo campaña en Quilmes el 11 de mayo pasado, diciendo que la conducción de Macri es "un desastre de endeudamiento".

En la Casa Rosada, el jefe de Gabinete de Macri, Marcos Peña, sostiene que la elección es una opción entre la reforma o la reversión al pasado disfuncional de la Argentina. Si Fernández es reelegida sería una vuelta al "país quebrado" que dejó. "Eso sería una tragedia", dice.

Peña reconoce que la inestabilidad del mercado representa la mayor amenaza a la supervivencia del presidente. Con un firme "no", rechaza toda posibilidad de que Macri dé un paso al costado en favor de un candidato mejor posicionado para derrotar a Fernández, persistente sugerencia de algunos dentro del movimiento Cambiemos en las últimas semanas. "Es un luchador y va a luchar por esto, igual que ella, porque ella también es una luchadora", afirma.

Según Peña, si Macri gana "puede ser un mensaje para otros países que han tenido gobiernos populistas que necesitan reconstruirse, recuperarse y avanzar". Calcula que el país está dividido en partes iguales: alrededor del 35% apoya a Fernández, otro 35% a su jefe y el resto está indeciso. "Confiamos en que hay una mayoría de argentinos que no quieren volver a un pasado autoritario, populista y que no volverán a Cristina", sostiene.

Pueden volcarse hacia uno de varios peronistas moderados posibles. Pero a Macri y Fernández les sirve polarizar la contienda. En el suburbio de clase obrera de Agronomía, el equipo de Cristina se une bajo el slogan "orden del caos". No es de sorprenderse que no haya mención de los controles de divisas, controles de importaciones, el proteccionismo y los subsidios insostenibles que caracterizaron el segundo período de Fernández. Que ella irá a juicio por corrupción -el 21 de mayo- tampoco merece una mención (niega haber hecho nada malo), observa The Economist.

En cambio, Axel Kicillof, ministro de finanzas en el segundo período de la anterior presidenta, ataca los resultados del programa económico de Macri. Dice: "Los años de Macri han sido un desastre para nuestro país y para el pueblo. Estuvieron la primera mitad de su mandato culpándonos a nosotros por sus problemas. Ahora usan la segunda mitad para asustar a todos con lo que pasará si ganamos. Se han quedado sin ideas".

Kicillof señala que los peronistas no son incendiarios económicos como dice Macri. Subraya que bajo "una Fernández reelecta" la Argentina no iría al default sobre las deudas internacionales. Pero, remarca: "Lo que necesitamos es que este Gobierno y el FMI renegocien su acuerdo insostenible. No preguntes lo que puedes hacer por tus acreedores sino lo que tus acreedores pueden hacer por vos".

En Quilmes, Daniel Kaploian, con una pequeña firma familiar que fabrica cortinas, expresa una mezcla de tristeza y cansancio. "Voté por Macri" dice, pero es renuente a volver hacerlo. Su mujer "positivamente" va a votar por Fernández porque está consternada de ver hambre en las calles de Quilmes. "Pero yo no puedo votar por Cristina. Es una opción podrida, y este país se merece algo mejor", concluye.