La incorporación de Miguel Pichetto renovó los aires en el Gobierno y la expectativa de avanzar en los cambios recomendados por el Fondo Monetario Internacional y los inversores. El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, se hizo eco de ese optimismo junto a su equipo de funcionarios al encabezar este jueves a las 13 durante un brindis con periodistas en la sede de su cartera. Allí, anunció que después de las elecciones van a "acelerar el programa de reformas", una agenda que contempla los capítulos laboral y previsional, los más resistidos por el sindicalismo duro y parte de la oposición.

En un clima de confianza renovada. el funcionario señaló que el año próximo "cuando ganemos" retomarán la reforma laboral y reveló que algunos aspectos serán modificados por decreto, aunque sin precisar cuáles. La decisión de recurrir a un DNU es una novedad, ya que hasta ahora el Ejecutivo evitó esa vía para impulsar su proyecto, con el que apunta a flexibilizar la jornada laboral, introducir nuevas modalidades de contratación y reducir las indemnizaciones, entre otros puntos calientes.

Pero el ministro reconoció que algunas cuestiones de la legislación laboral como el resarcimiento por despido deberán debatirse en el Congreso. Con el ingreso de Pichetto a las filas de Cambiemos, que ayer participó de la primera reunión de Gabinete, el Gobierno espera ahora ganar una mayor influencia en el Parlamento. Su rol será estratégico para negociar con la oposición y la CGT, pese a que en el oficialismo no esperan que arrastre senadores de su exbloque. Esa fue la lectura que también hizo el mercado en las últimas horas.

En su calendario más inmediato, Sica no se resigna a abandonar a su suerte el proyecto de "blanqueo laboral" y se mostró interesado en volver a reflotarlo. "Si puedo, lo sacamos este año", dijeroo en el Salón Belgrano de Producción y Trabajo. Y recordó el último intento en abril pasado, cuando Sica asistió al Senado y los dirigentes de la central obrera pegaron el faltazo, por lo que la iniciativa no llegó a tratarse en comisión. Una discusión que estuvo tironeada por  la introducción de cambios a último minuto y la liberación de un monto de fondos a las obras sociales, menor al esperado.

En cuanto a las paritarias, en Producción y Trabajo se mostraron satisfechos con la evolución de los acuerdos salariales, que acordaron un aumento promedio del 28% en varios tramos y con cláusulas de revisión. Dentro del grupo de gremios importantes que quedan por cerrar, figuran Sanidad la semana próxima, junto con bancarios, construcción y camioneros. La expecativa oficial es que los ajustes pendientes se mantengan en los niveles de la ronda previa, frente a la expectativa de inflación decreciente, que en mayo registró un leve descenso al 3,1% mensual y un recórd interanual del 57,3%.

El último tramo de la negociación salarial, sin embargo, empezó a complicarse en las últimas horas con la amenaza de medidas de fuerza por parte del sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano y su hijo Pablo Moyano. La organización lanzó la advertencia en las últimas horas, luego de que la cámara de la actividad (Fadeeac) rechazara la demanda de un aumento salarial del 46% y de que elevara por escrito un nuevo pedido para modificar 11 puntos del convenio laboral, una solicitud que fue interpretada como un intento de reforma laboral.

Por otra parte, el Gobierno podría enfrentar dificultades adicionales para encausar las paritarias por la agitación que provocó esta semana el cierre de las alianzas electorales. Mientras Sica recibió en su propia casa a la prensa para brindar por el Día de los periodistas, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, junto con Axel Kicillof y Verónica Magario, se sacó la foto en simultáneo con una docena de sindicalistas en la sede de La Bancaria, en donde estuvieron presentes Hugo y Pablo Moyano junto con el bancario Sergio Palazzo en representación del Frente Sindical Nacional, y los titulares de las CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, entre otros dirigentes.