Aunque no lo admiten, en el Frente de Todos hay muestras de preocupación por la lucha por la Gobernación bonaerense. Si bien el candidato de ese espacio, Axel Kicillof, lidera la intención de votos, semana a semana comienza a ver que la diferencia con la actual mandataria provincial, María Eugenia Vidal comienza a recortarse.

Y esto se debe a que el holgado triunfo en las PASO de la fórmula presidencial en la Provincia de Buenos Aires no compuesta por Alberto Fernández y Cristina Kirchner no se replica en la pelea por la gobernación, donde la cuestión es más ajustada.

Según una encuesta de la consultora Synopsis realizada en julio, el binomio Fernández-Fernández sacaría en la Provincia 44 puntos contra 35,4 de Mauricio Macri y Miguel Pichetto. Sin embargo, la gobernadora Vidal alcanza el 40,5 y queda a una diferencia mucho menor de Kicillof, que tiene 42,3.

La diferencia se explica sobre todo porque la gobernadora suma apoyos de los votantes que a nivel nacional se inclinan por Roberto Lavagna y José Luis Espert.

Esa diferencia de dos puntos en una disputa ajustada, donde cada décima parece contar, puede resultar clave. Por lo que se encendieron las alarmas en el comando de campaña del ex ministro de economía, quien comienza a ajustar detalles para acercarse a las cifras de la fórmula presidencial.

Es que en esta lucha voto a voto, Vidal entendió que debe llegar a los sectores que hasta ahora le fueron esquivos, lo que –de concretarse- dañaría el caudal electoral de Kicillof.

Así es que la gobernadora bonaerense apuesta a fortalecer su estrategia electoral con figuras nacionales, y es por eso que sumará a candidatos, como es el caso de Martín Lousteau, en actos de campaña.

Una de estas jugadas se llevó adelante el lunes en el campus de la Universidad de Lomas de Zamora, en donde compartieron una presentación con el objetivo de sumar el voto joven, refutar el mensaje económico del adversario kirchnerista Axel Kicillof y mostrar un frente de Juntos por el Cambio unificado.

Desde el búnker de Kicillof  evalúan que la diferencia responde a que el candidato tiene todavía un nivel relativamente alto de desconocimiento que, en algunos puntos del interior de la Provincia llega a 20%.

Aunque los pueblos y ciudades del Buenos Aires rural fueron, en estos meses, el territorio donde más se enfocó el ex ministro de Economía -arrancó la campaña en enero y visitó tres ciudades por fin de semana- todavía le falta conocimiento.

Carlos "Carli" Blanco es el encargado de la logística y organización, y el enlace de Kicillof con los territorios, los intendentes y los "sin tierra", peronistas de los distritos de Cambiemos.

Blanco es el que administra la mesa de técnicos y el ensamble con la campaña nacional y porteña de Matías Lammens. Hay temas que se repiten y otros que no: hay cuatro ejes y una agenda que se acopla a la nacional.

En su estrategia de campaña, Kicillof -que estuvo el lunes en Almirante Brown  y Lomas de Zamora con Alberto Fernández- intercalará entre el Conurbano y el interior.  Además, define una agenda puntual para los distritos donde gobierna el massismo. Repetirá una foto que creen taquillera: Kicillof-Sergio Massa.

Otro que intentará apuntalar al ex ministro es Felipe Solá,  que en 2015 rozó los 20 puntos como candidato a gobernador. De hecho, el ex mandatario bonaerense también estuvo en el acto de Lomas de Zamora.

El candidato martilla, porque se mueve con comodidad en ese temario, sobre la cuestión de la economía. Dicen, a su lado, que es donde el Gobierno está peor pero, además, donde cometen más errores. "Ahí Vidal hace agua, como le ocurrió con la desocupación", apuntan.

Kicillof se moverá cerca de los Fernández, juntos o separados, durante toda la campaña. En el PJ se preparan para un esquema de hiper polarización que, dicen, en octubre podría hacer que los dos candidatos principales sumen el 90% de los votos.

En ese marco, Cristina Kirchner desembarcará la próxima semana en el conurbano bonaerense para presentar su libro "Sinceramente" y levantar la campaña de Kicillof, el hombre que ella eligió para arrebatarle la gobernación al macrismo.

Según trascendió, seguramente será en Lomas con Martín Insaurralde, que también ofició como anfitrión de un acto de Alberto y Kicillof con jubilados, donde la ex presidenta presente su libro. La necesidad de "reforzar" el discurso en ese rango etario fue, justamente, uno de los temas que se charló anoche en el asado con Massa.

Vidal también concentrará su campaña en el Conurbano. Junto a su equipo, cree que si logra ganar en Hurlingham, San Martín e Ituzaingó, se impone en la Provincia.

Si bien hasta hace un mes creían que no podrían sumar distritos que hoy están en manos del peronismo y se preocupaban por retener los propios, ahora volvieron a difundir la lista de los "ganables" en la Primera Sección.

Cristina Kirchner está preocupada por levantar a Kicillof y lo hace notar incluso en las redes sociales.

Y Kicillof también apunta a lograr retener el voto de Cristina. Por eso, en su último spot de campaña que consta de personas buscando definir en "una palabra" al candidato kirchnerista, una de las respuestas es "Cristina", en un intento de asociar aún más su figura a la de la ex Presidenta.