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La semana de Macri: del shock electoral al tembladeral económico y político

Reclamos, tensiones internas, desazón. Cómo se vivió en el poder la semana más intensa para el macrismo y para la economía del país
18/08/2019 - 13:58hs
La semana de Macri: del shock electoral al tembladeral económico y político

El viernes por la mañana, Mauricio Macri recibió a su terapeuta en Olivos. El psicólogo freudiano Jorge Luis Ahumada cruzó los jardines de la quinta, como cada vez que culmina la semana. Solo que esta vez el Presidente -su paciente de décadas- transitaba el trago más amargo de su carrera política.

Macri pasó de la estupefacción por los resultados de las PASO a la indignación por la falta de previsión de sus gurúes electorales y el nerviosismo por la histeria de los mercados. Aunque intentó hacia el final de la semana levantar el ánimo de su tropa (para motivarla de cara a un difícil ballottage), no bajó nunca la guardia, señala La Nación.

El mismo viernes llamó a Radio Mitre para cuestionar duramente la entrevista con Martín Redrado, el economista que dijo sin tapujos que "el Presidente dio la orden de que el dólar se vaya donde se tenga que ir".

Macri pasó ayer el día en su casa de Los Abrojos, en Malvinas Argentinas, intentando encauzar los pasos, mientras convocaba de urgencia al ministro de Economía de María Eugenia Vidal, Hernán Lacunza, como un tubo de oxígeno para su gabinete. El funcionario viajó de urgencia desde Neuquén, donde descansaba con su familia. Minutos después se difundía la carta de renuncia del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el disfraz que siempre se les da a los cambios de ministros.

Macri no solo vivió una derrota electoral en las urnas, donde terminó más de 15 puntos por debajo de Alberto Fernández. También recibió un golpe en toda la estructura que sostuvo su candidatura presidencial: los trackings diarios con su imagen, la táctica proselitista centrada en la conversación por WhatsApp, los análisis de su gurú Jaime Durán Barba y la mirada estratégica de Marcos Peña.

"¡Me mintieron?! ¡¿Cómo no vieron esto?!", fue el mensaje que les dio a sus más estrechos colaboradores la noche de las PASO, cuando fueron irrefutables los datos de las mesas testigo que monitoreó la subsecretaria de Seguimiento de Opinión Pública, Mora Jozami.

Los bocas de urna hablaban de una diferencia importante con el kirchnerismo, pero Peña llegó a decir que esos sondeos suelen ser truchos. Tampoco los encuestadores leyeron el clima social. Horas antes el jefe de Gabinete había manifestado por WhatsApp a sus colaboradores: "Hay muy pocas chances de que estemos mal".

Pasadas las 20, ya reinaba el desánimo en los camarines que, por separado, montaron la Nación y la provincia en el Pabellón 5 de Costa Salguero. Según pudo reconstruir La Nación, Peña llegó a manifestarle al núcleo más íntimo de Pro que "quizás" debía dar un paso al costado. Pero Macri pidió esa misma noche que nadie se fuera.

Semana de tensión

Aunque mandó a sus equipos a dormir, el Presidente no pegó un ojo de domingo para lunes. "Mauricio enojado puede ser un tipo complicado", comentó días después alguien que lo conoce de cerca. El Presidente estaba decidido a hablar públicamente. Quería advertir que la reacción de los mercados, cuyo tembladeral hizo devaluar el peso más del 20%, fue producto del triunfo de Fernández. Nadie lo frenó, pero cuando el Presidente habló en esa conferencia de prensa todos se agarraron la cabeza, indica La Nación.

En el Pro ya no se disimularon las facturas internas. "¡No quiero escuchar más la palabra microsegmento!", se quejó un colaborador de la Casa Rosada.

El martes, cuando se evaluaba cómo remediar el mensaje de Macri, Dujovne presentó su renuncia. Pero el Presidente no se la aceptó ese día, mientras el equipo económico ajustaba las medidas económicas de emergencia. El paquete fue anunciado por el Presidente el miércoles, esta vez con un mensaje grabado, en el que pidió disculpas.

El gesto político que significó el diálogo entre el Presidente y Fernández llevó un respiro al dólar. Y se inició enseguida otra tormenta, esta vez de rumores sobre cambios en lo más alto del gabinete.

La primera de las versiones, la que lo daba afuera a Dujovne, se despejó ayer. Macri habló con Vidal para cambiar a Lacunza de jurisdicción. Ayer por la tarde aún circulaban versiones sobre el futuro de Peña.

En medio de la semana de furia, los colaboradores campaña del jefe de Gabinete hicieron análisis en sus Excel para explicar qué ocurrió en las PASO. Para eso, compararon con la última elección presidencial: calcularon que en las PASO de 2015 habían sacado 6.568.700 votos y que en los comicios de la última semana obtuvieron 7.824.996. "Son más de un millón más", se consolaron, según publica La Nación.

El número alteró aún más los nervios de algunos fundadores de Pro, que entienden que la lectura lineal es equivocada. Un colaborador del oficialismo lo graficó: "Se terminó la matemática, llegó el momento de la alquimia".