A pocos días de cumplirse un mes de la contundente derrota electoral en las PASO ante el Frente de Todos, comienzan a escucharse los primeros "mea culpa" tanto desde el seno del Gobierno de Cambiemos, como de algunos ex funcionarios que participaron en estos casi cuatro años de gestión. Quedó de lado el discurso que responsabilizaba de todo a la "pesada herencia" kirchnerista y se comenzó a reconocer errores en la gestión comenzada el 10 de diciembre de 2015.

Más allá de que la primera reacción del presidente Mauricio Macri, responsabilizó al Frente de Todos por la corrida cambiaria pos PASO y le exigió autocrítica por no avalar el mismo modelo económico que Cambiemos.

"Si el kirchnerismo gana, esto es solo una muestra de lo que puede pasar. Es tremendo lo que puede pasar", alarmó a la población el Presidente.

Sin embargo, con el correr de los días, y luego de varias jornadas de tensión financiera, el Gobierno anunció una serie de medidas –cepo cambiario incluido- que lograron aquietar las convulsionadas aguas de la economía.

Además, el discurso oficial comenzó a ser más autocrítico. Quizás, este mea culpa también obedezca a la necesidad de recortar diferencias entre Macri y Alberto Fernández, en busca de algo que a esta altura parece un milagro como es alcanzar la cantidad de votos necesarios el 27 de octubre para llegar al balotaje.

Así, comenzaron a aparecer voces de distintos funcionarios (y algunos que dejaron de serlo tiempo atrás) que reconocieron al menos ciertas falencias en la gestión que llevaron a la situación actual y, en consecuencia, a la impactante derrota electoral por 15 puntos.

Así, el ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) Federico Struzenegger generó un fuerte revuelo al presentar un trabajo académico sobre la economía de Mauricio Macri desde 2015 hasta la actualidad.

Además de las fuertes críticas que deslizó a otros integrantes del equipo económico que fueron parte de la gestión, llega a una polémica conclusión: "Si bien la herencia recibida por el Gobierno no fue ideal, es difícil culparla por los resultados".

Sturzenegger cuestionó al Gobierno por la inflación y reconoció que "la culpa" de la crisis económica "reside en las políticas que se decidieron" desde la Casa Rosada.

Por medio de un documento que elaboró recientemente, bajo el título "La Macro de Macri: el sinuoso camino hacia la estabilidad y el crecimiento", el economista evaluó: "si bien la herencia macroeconómica recibida por el Gobierno no era ideal, es difícil culparla por los resultados".

 "Al final, la culpa reside en las políticas que se decidieron. El deterioro de la política fiscal en primer lugar, y, luego, la elección de apostar por un crecimiento a corto plazo, incluso a expensas de las instituciones monetarias y la inflación", admitió.

Según Sturzenegger, "la administración de Macri venía acarreando el estigma de ser un partido de derecha o centroderecha, y como tal se anticipaba que iba a arrancar su gobierno con un fuerte ajuste fiscal y monetario. No obstante, el equipo político creía que era necesario sacarse ese estigma".

A su criterio, que el Gobierno haya decidido debilitar su lucha contra la inflación fue "un error político costoso y obvio, pero además paradójico, para un equipo que había demostrado una profesionalidad significativa en su evaluación de los riesgos y beneficios políticos, y había visto los beneficios políticos de la desinflación en las elecciones legislativas de 2017".

También, el ex funcionario reconoció que política de metas de inflación que planteó durante su gestión al frente de la autoridad monetaria fue, tal vez, "demasiado rápida y agresiva".

 Sturzenegger había proyectado, a principios de 2016, que la inflación de 2019 será del 5%.

En el documento difundido este lunes, el economista hizo referencia también a la conferencia de prensa del 28 de diciembre de 2018, en la cual el Gobierno anunció que cambiaba las metas de inflación.

En ese sentido, recordó que el "leitmotiv del Banco Central había sido que un cambio de meta quiere decir no tener una meta".

Pero aseguró que Macri había decidido "cambiar al presidente del Banco Central si era necesario".

Por su parte, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, admitió que los caminos elegidos por el Gobierno "no funcionaron" pero que "la economía está subordinada a la política".

Además, Frigerio aseguró que "la única solución posible (a la crisis) es un gobierno de unión nacional" ya que "ningún espacio político ha podido por su cuenta solucionar los problemas que arrastra el país desde hace tanta décadas".

A su vez, el titular de la cartera política manifestó que las elecciones del 27 de octubre serán "muy importantes" ya que se definirá la composición de las cámaras del Congreso e, "independientemente de quien gobierne", es necesario alcanzar un equilibrio para "que nadie tenga la suma del poder público".

"Ningún espacio político ha podido lidiar con problemas que arrastramos desde hace 70 años. Por eso, la única solución posible es tratar de todos juntos resolver este problema. Cada uno por su cuenta no ha podido", afirmó Frigerio en una entrevista radial citada por la agencia Télam.

"La única solución posible es un gobierno de unión nacional", dijo Frigerio, para quien, si el presidente Mauricio Macri resultara reelecto, "lo primero que debe hacer es llamar a Alberto Fernández y a Roberto Lavagna a una mesa en conjunto". Y agregó: "El Presidente escuchó el mensaje contundente de la gente a través del voto. Cambió y va a seguir cambiando".

A su vez, dijo que "en algunas cuestiones" quedó claro que "los caminos elegidos no funcionaron" pero que "la economía está subordinada a la política". "Este gobierno hizo lo que pudo hacer con el apoyo político que tuvo", afirmó.

Respecto de las elecciones de octubre, dijo que "independientemente de quien gobierne", si se llega al balotaje se aseguran "el equilibrio en el Congreso" de modo que "nadie tenga la suma del poder público".

Además, al analizar el mandato del presidente Macri dijo que "el único reclamo es si no se debió haber construido una base de sustentación política más sólida desde el principio".

Según Frigerio, dada la falta de mayorías propias en el Congreso como de gobernadores del mismo signo político, "hubiese sido mejor ampliar desde el origen la base de sustentación política de nuestro espacio".

Días atrás,  el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, también reconoció que el Gobierno de Cambiemos no fue exitoso, que ser debió "haber escuchado más" y que se cometieron "errores".

La inflación fue uno de los mayores problemas que puntualizó el funcionario.

Dietrich manifestó que "no hay dudas" que han cometido errores, pero también recordó que "los desafíos de Argentina son monumentales, que en muchos casos vienen de 70 años".

"Dejamos de ser un país federal, conectado", añadió el ministro de Transporte.

En cuanto a los problemas del Gobierno, el funcionario reconoció que "habría que haber escuchado más, estado más cerca". Y añadió: "Es lo que estamos haciendo actualmente, con medidas, como quitar el IVA de los alimentos, congelar el precio de los combustibles", remarcó.

"No hemos sido exitosos y mucho menos con la inflación", aceptó.

Respecto de los paros y manifestaciones de protesta contra las políticas del Gobierno, consideró que hay "casos y casos": "En muchos son legítimos, otros son políticos. Hay mucha resistencia a la modernidad, a los cambios que llegan a los sectores. Pero no hay que generalizar. En definitiva, los que dicen defender a la gente al final le terminan complicando la vida".

De todos modos, Dietrich anticipó que desde Juntos por el Cambio iniciarán el periodo de campaña electoral hacia octubre "con energía y con la convicción de que la elección es en octubre. Que tenemos la enorme responsabilidad de convertir esta esperanza en construir una Argentina distinta, donde no se robe, haya diálogo, federalismo. La responsabilidad de no perder todo el esfuerzo de estos años que fue enorme".

El ministro de Transportes también comentó que hoy se encuentra "ayudando a coordinar la fiscalización en el país. Es lo que tenemos en este sistema electoral imperfecto, que requiere tener gente en todas las mesas cuando hoy existe tecnología para otra cosa. Es una de las cosas que no pudimos lograr por rechazo a la oposición".

Luego enumeró los que a su criterio son las principales transformaciones logradas por Cambiemos: "No hay que perder perspectiva de los avances que se hicieron en el país. Elementos que valoran los argentinos son esos cambios que los que hemos ido avanzando, contra el patoterismo, contra las mafias sindicales, a favor de la independencia de la Justicia, la libertad de expresión. El hecho de que alguien puede pensar distinto y que no venga el Estado y te pise la cabeza".

Y agregó: "Nuestra intención es clara, Mauricio y todo el equipo trabajamos todos los días para que la gente viva mejor. Si logramos recuperar la confianza de los millones de argentinos, que sienten que no hay que abandonar este camino, si logramos eso, la gente va a estar mucho mejor. Esto no es una vida eterna de esfuerzo, todo el esfuerzo de estos cuatros años, en los próximos años de gobierno, esos beneficios van a llegar a cada uno de los argentinos".

Por último, afirmó no tener dudas de que el oficialismo va a "llegar al ballotage" y anticipó que allí "se juega otro partido". "Es un desafío que tenemos como país y espacio político de que podemos construir un país mejor y que lo vamos a hacer", insistió.

"Hemos escuchado, tenemos que ser humildes, y tenemos que estar cerca de la gente. Si ganamos y Mauricio cree que tengo que seguir claramente me encantaría. Porque en el Transporte y logística tenemos muchas cosas para seguir haciendo. Que haya más aviones, más rutas, más puertos, más metrobuses, para mejorar la calidad de vida de la gente", concluyó Dietrich.