Desde el Gobierno todavía resuenan repercusiones del último debate presidencial y consideraron que el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, se "veía irritable cuando se hablaba de corrupción".

"Es entendible porque piensen ustedes que para él criticar la corrupción K es como ver a Grabois criticar a los piquetes", aseguró el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro.

Según el ministro de Educación, la corrupción es un tema difícil de zanjar para el compañero de fórmula de Cristina Kirchner porque "cuando fue jefe de Gabinete fue parte de eso o bien no vio nada, y, por decirlo con una palabra muy elegante, fue ingenuo".

Consultado sobre si la corrupción será un tema que influirá en las urnas, Alejandro Finocchiaro dijo que no lo sabía, pero consideró que "se notó cómo esto incomodaba a Alberto Fernández" en el debate.

"El gran ganador del debate es la ciudadanía", dijo el funcionario que resaltó el intercambio entre candidatos, ahora convertido en ley, como una de las mejoras institucionales que introdujo su gestión.

Además, sostuvo que el Presidente "estaba muy contento de haber podido expresar su punto de vista, de haber podido defender nuestra gestión y de haber podido decir qué es lo que vamos a hacer en el futuro".

Por su parte, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, aseguró que el presidente Mauricio Macri quedó conforme tras el debate por "haber sido muy propositivo, no solo con las cosas que se hicieron sino con propuestas a futuro".