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Alberto ya se prepara para "tiempos difíciles" y empieza la pelea por el reparto del poder

El presidente electo debe estabilizar la economía, pero también enfrenta el desafío de hacer equilibrio entre fuerzas en pugna. El plan de Cristina
28/10/2019 - 03:04hs
Alberto ya se prepara para "tiempos difíciles" y empieza la pelea por el reparto del poder

"Los tiempos que vienen no son fáciles". Con esa premonición, Alberto Fernández se calzó anoche el traje de mandatario y puso en marcha la transición, luego de vencer a Mauricio Macri en las elecciones de este domingo con el 48% de los votos frente al 40% que obtuvo Juntos por el Cambio. "Él es el presidente hasta el 10 de diciembre pero por supuesto vamos a colaborar", dijo Fernández, quien se reunirá este lunes con el jefe de Estado en funciones.

El candidato del Frente de Todos tiene por delante grandes desafíos. En primer lugar, debe estabilizar la economía que este lunes enfrentará una prueba de fuego. Los mercados testearán la efectividad del nuevo cepo que impuso anoche el Banco Central, con un tope de compra de hasta u$s200 dólares, una medida que reclamaban en el Frente de Todos, pero que resultó más dura de lo previsto.

Por otra parte, el nuevo gobierno electo tendrá que enfrentarse a sus propias contradicciones. En ese marco, Cristina Kirchner se apresuró anoche a pedir "a todas las vertientes del campo nacional y popular que nunca más rompan la unidad". Su mensaje pareció estar dirigido a los sectores peronistas que en estos cuatro años le dieron quórum y respaldo a las leyes de Macri en el Congreso.

Pero también coincide con la puja abierta por el reparto del poder en diferentes niveles. Todos tienen expectativas de "volver". A nivel provincial, el jueves pasado estalló una pelea en el acto de cierre en Tucumán, donde se enfrentó un sector del PJ con el gremio de la Uocra. A nivel nacional, en cambio, el kirchnerismo apunta a concentrar su poder en el Congreso, en particular el Senado, y dejar que Fernández defina su gabinete sin demasiadas pretensiones.

Matías Kulfas tiene muchas chances de ocupar el Ministerio de Economía y Santiago Cafiero la jefatura de Gabinete, dos hombres del riñón del Grupo Callao. Daniel Arroyo iría a Desarrollo Social para manejar desde ahí el plan "Argentina sin hambre", Guillermo Nielsen podría ser ministro de Finanzas, y no se descarta que el cristinista Eduardo Wado de Pedro pueda ocupar el Ministerio de Interior.Más allá del Ejecutivo, lo cierto es que el presidente electo deberá bascular entre los seguidores de Cristina -fortalecidos por el batacazo en provincia de Buenos Aires-, Massa y los gobernadores, así como entre los empresarios, los movimientos sociales, y la CGT. Nada facil para un espacio que, aún con resquemores por el pasado reciente, deberá convivir en el poder desde el 10 de diciembre.

El delicado equilibrio de fuerzas quedó plasmado anoche sobre el escenario dentro del bunker electoral. Mientras los discursos estuvieron a cargo del gobernador bonaerense electo Axel Kicillof, Cristina y Alberto, en un segundo plano se vio a un silencioso Sergio Massa, flanqueado por los camporistas Máximo Kirchner, Eduardo Wado de Pedro y Andrés "Cuervo" Larroque.

"Lo de Axel es un reconocimiento político al exministro de Economía que hoy fue electo gobernador", marcó la cancha la exmandataria. Con 52% de los votos, Kicillof gobernará la provincia más grande del país y tendrá que llegar a acuerdos con los legisladores del massismo, del mismo modo que lo hizo hasta ahora María Eugenia Vidal. El tigrense, en tanto, tendrá fuerte influencia en la Cámara de Diputados de la Nación.Pese a la victoria irreversible, la dirigencia peronista se topó ayer con un mapa político menos alentador del esperado. Con un 48,11% de los votos contra el 40,36%, Fernández obtuvo una victoria "categórica", como señaló Kicillof, pero Macri a la vez logró recortar la diferencia de 17 puntos de las PASO a 8, lo que podría condicionar el margen de acción política de Fernández. 

"El resultado ayuda a tener equilibrio en el Congreso y que la transición sea ordenada", explicaron anoche a este medio fuentes del Gobierno.

El inesperado desempeño de Macri generó un disimulado vértigo en el espacio de Fernández, al apostar en vano a ampliar la brecha en hasta 20 puntos. Pasada la tensión, lo que primó sin duda fueron los festejos como se observó puertas afuera del bunker.

Allí, sobre Corrientes y Dorrego, miles de jóvenes, familias y organizaciones celebraron en la calle hasta pasadas las 12. También estuvieron presentes jubilados y empleados estatales. Todos ellos también concentran expectativas en Fernández.