Horas antes de anunciar su gabinete, el presidente electo, Alberto Fernández, recibió este viernes en sus oficinas del barrio porteño de Puerto Madero al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y al vicejefe del Gobierno porteño, Diego Santilli.

Este es el primer encuentro entre Fernández y el jefe de Gobierno de la Ciudad desde que el primero se transformó en presidente electo. La reunión se interpretó como una señal de convivencia entre la nueva administración nacional y la gestión porteña de cara a los próximos cuatros años, en los que Fernández ocupará la Nación y Rodríguez Larreta desarrollará su segundo mandato en la Ciudad.

Durante el encuentro, las autoridades de la Ciudad le comunicaron a Fernández la decisión de sacar las rejas que dividen Plaza de Mayo, tal como lo había solicitado días atrás por el mandatario electo.

Fernández estuvo acompañado por el titular del bloque de Frente de Todos en la Legislatura porteña, Claudio Ferreño, Julio Vitobello y Juan Manuel Olmos.

Sorpresivamente, en horas del mediodía Rodríguez Larreta, y Santilli llegaron al inmueble ubicado en Encarnación Ezcurra 365, pocas horas antes de que el nuevo jefe de Estado anuncie su gabinete de ministros.

Fuentes del Gobierno porteño destacaron que el encuentro se llevó a cabo en un "muy buen clima" y lo calificaron como "muy bueno y positivo".

Durante la charla los funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires y el mandatario electo acordaron que ambas administraciones trabajen "en equipo" y se comprometieron a superar la grieta.

Hasta el momento, Rodríguez Larreta y Fernández no se habían reunido nunca, sólo habían intercambiado saludos en eventos sociales.

Ambos dirigentes creen que tendrán una relación sin sobresaltos, aunque los antecedentes no son alentadores ya que cuando Mauricio Macri fue jefe de Gobierno y el kirchnerismo estuvo en la Casa Rosada, la relación entre ambas administraciones fue tensa y repleta de polémicas.

Si bien Fernández tiene un interés especial por la Ciudad de Buenos Aires, durante la campaña electoral prometió que será el más federal de los presidentes.

En cambio, Rodríguez Larreta, observa de rejo el avance del peronismo en una Ciudad que siempre le fue esquiva y que en los últimos comicios lo dejaron mejor parado luego de la buena elección que realizó Matías Lammens.

Ahora, la primera batalla será en 2021, en los comicios legislativos y el sueño del larretismo es que dentro de cuatro años el jefe de Gobierno compita por el sillón de Rivadavia, aunque para eso falta una eternidad.

Por su parte, Santilli, continuará a cargo de la seguridad de la Capital Federal. Declinó así sus chances de competir por la Jefatura de Gobierno en 2023.

Uno de los desafíos que tiene el PRO para los próximos cuatro años es construir una candidatura que les permita mantener la hegemonía que comenzó en 2007 en el distrito.