iProfesional

¡Qué fallido!: Alberto Fernández y el llamativo furcio durante el anuncio de extensión de la cuarentena

El Presidente confundió a Scania con una empresa que está involucrada en uno de los primeros casos de corrupción del kirchnerismo
23/05/2020 - 22:20hs
¡Qué fallido!: Alberto Fernández y el llamativo furcio durante el anuncio de extensión de la cuarentena

El presidente Alberto Fernández cometió este sábado un llamativo furcio cuando anunciaba la extensión de la cuarentena obligatoria como consecuencia del coronavirus al confundir a la automotriz Scania con Skanska, empresa que estuvo involucrada en el que es  considerado uno de los primeros casos de corrupción de la era kirchnerista y cuya causa se inició en 2005.

"Estuve ayer, en Tucumán, en Skanska", dijo el presidente Alberto Fernández durante el anuncio de la extensión de la cuarentena. "No, Skanska no, en Scania", aclaró rápidamente.

El mandatario realizó una recorrida por la empresa automotriz y durante el anuncio de hoy confundió su nombre con el de la empresa sueca, investigada por pagar sobornos a funcionarios públicos.

Alberto Fernandez confundió a Scania con Skanska
Alberto Fernandez confundió a Scania con Skanska

El caso arrancó en 2005, cuando Fernández era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. Fue el primer caso de corrupción del kirchnerismo.

Skanska ganó contratos para construir gaseoductos en el país, y fue investigada por pago de sobornos a funcionarios y utilización de facturas apócrifas. La causa continúa abierta.

De Vido, uno de los involucrados en el caso Skanska
De Vido, uno de los involucrados en el caso Skanska

Qué pasa con la causa judicial

En octubre de 2019, el juez federal Sebastián Casanello envió a juicio oral y público al exministro de Planificación Federal Julio De Vido y al exsecretario de Obras Públicas José López, entre más de veinte acusados, en la causa por supuesta administración fraudulenta y cohecho en las obras de ampliación de gasoductos que encaró la multinacional Skanska.

Según la acusación, la empresa "le habría entregado dádivas ilegítimas a funcionarios públicos", justificando dichas erogaciones mediante facturas falsas "compradas a Infinity Group SA".

Según estimó en su acusación el fiscal federal Carlos Stornelli, la suma calculada del pago de sobornos a funcionarios públicos por parte de la empresa rondó los 14 millones de pesos.

Stornelli señaló que entre noviembre de 2004 y abril de 2006, De Vido "recibió dinero, en su carácter de titular del Ministerio de Planificación por parte de directivos del grupo económico Skanska".

Como contrapartida, el ex ministro "intervino en la selección y direccionamiento irregular del proceso licitatorio" de la expansión de los gasoductos norte y sur del país, "mediante el cual se garantizó la selección y adjudicación del proyecto a la compañía Skanska S.A., pese a la existencia de desvíos presupuestarios".

"Se corroboró que percibió pagos instrumentados por Mario Piantoni, Gustavo Vago, Ignacio de Uribelarrea, Javier Azcárate, Héctor Osvaldo Obregón, Eduardo Varni, Juan Carlos Bos, Alejandro Gerlero y Roberto Antonio Zareba, quienes extrajeron $ 13.949.829,87 de la filial argentina de la multinacional sueca.

Ese dinero -según Stornelli- fue destinado "al menos parte del total, a los funcionarios públicos que intervinieron en el proceso administrativo; entre los que se encontraban, al menos, Julio Miguel De Vido, José Francisco López y Néstor Alberto Ulloa", éste último de Nación Fideicomisos.

Además, se investiga paralelamente el pago de comisiones  indebidas y sobreprecios en la ampliación de gasoductos, tanto de Transportadora Gas del Norte como del Sur, en 2005, siendo este caso es uno de los primeros hechos de supuesta corrupción que marcó al kirchnerismo.

La gran duración de la causa Skanska fue por las idas y vueltas judiciales, ya que permaneció cerrada la investigación por decisión de la Cámara Federal que dijo que no se podía utilizar un audio de un directivo de la empresa Skanska quien había admitido el pago de sobornos a funcionarios.

Ese audio del directivo Javier Azcárate fue en una charla con el síndico de la empresa Cluadio Corizo, y el mismo fue validado por la Cámara Federal de Casación Penal que reabrió el caso, lo que luego fue convalidado en 2015 por la Corte Suprema de Justicia.