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Confidencial: Larreta y su equipo ven traiciones y fantasmas ante una elección que los obsesiona

La elección PASO en la provincia de Buenos Aires, es fundamental para Horacio Rodríguez Larreta. ¿Sus miedos están justificados?
Por S.R.
POLÍTICA - 05 de Agosto, 2021

Ganarle a los radicales en la provincia de Buenos Aires es la obsesión que desvela cada noche al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y también a su elenco más cercano, a sus discípulos más estrechos, aquellos que "pagarán el pato" si algo sale mal, si se desacomoda, si queda desprolijo.

Algo que los tiene en vilo a todos, es cuánto ayudarán los intendentes del conurbano del PRO que se muestran como aliados, que en la faz pública respaldan a Horacio sin restricciones, pero de los que se anotan sospechas por detrás.

Uno de los más apuntados, objeto de las comidillas en el hall de entrada de la sede imperial de Uspallata, es Diego Valenzuela, intendente del populoso Tres de Febrero. Tiene antecedentes que a esta altura, para el larretismo, resultan cuestionables: nació a la política del vientre de Emilio Monzó, hoy, mala palabra por esos lares.

Valenzuela, periodista, historiador, se sumó a la troupe del ex intendente de Carlos Tejedor, cuando trabajaba junto a Francisco De Narváez, de hecho, fue parte del equipo que lo llevó a la victoria en 2009. Pero cuando Monzó se mudó al PRO, como ministro de Gobierno de Mauricio Macri cuando era jefe de Gobierno, Valenzuela se vino con él. Como Nicolás Massot, Nicolás Ducoté, Silvia Lospennato y varios más. Es hombre de Monzó.

Y curiosamente, cuando quien fuera titular de la Cámara de Diputados en el gobierno de Macri, acordó su candidatura en la lista de Facundo Manes, en lo que Larreta consideró una traición, en Tres de Febrero, Valenzuela no tiene internas, la lista de concejales es una lista de consenso entre el PRO y la UCR, allí no hay disputa.

Larreta y su equipo ven traiciones y fantasmas ante una elección que los obsesiona

El círculo íntimo del jefe de Gobierno alimenta así las sospechas que siempre tuvo. "Este nos está cagando, no va a mover a nadie, si ya tiene la elección cerrada, en su territorio no hay pelea. Moverá para la general, donde se juega cuantos concejales mete, pero en la PASO que es lo que a nosotros nos importa, se va hacer el boludo", dicen en la renovada Parque Patricios, antes de subirse a la salvadora Línea H que conecta la sede imperial con el resto del mundo.

Es cierto que el de Valenzuela no es el único caso, pero hay otros en los que es difícil reclamar. Porque los insultos también caen sobre Jorge Macri, habida cuenta que, causalmente en ese distrito tampoco hay internas para concejales. Una hermosa lista de unidad luce en Vicente López. A Macri primo lo bajaron de una lista que quería encabezar. Era él, el que lucha hace años en el distrito bonaerense, el candidato del PRO y no Diego Santilli. La presión de Larreta lo llevó a desistir, no sin previamente amenazar con arreglar con Manes.

"¿No arregló? Me parece que si arregló, se bajó de la lista pero nos va a complicar lo único que teníamos fácil, la primera sección electoral", espeta no sin gestos irreproducibles un armador bonaerense de Rodríguez Larreta. Lo que pasa es que con el primo Jorge no hay margen para reclamos. Ya hizo un esfuerzo monumental al no presentar su propia lista y obligar al PRO a ir dividido a la interna con Manes, más no se le puede pedir, nadie se atrevería.

Caso similar es el que se produce con Martín Yeza, el intendente de Pinamar. Ahí tampoco hay primarias para concejales. El distrito tiene poca influencia en la elección general para diputados nacionales porque el volumen de electores es muy bajo en comparación con Tres de Febrero o Vicente López. Pero el símbolo cuenta.

Lo que pasa es que Yeza hace tiempo se refugió con otra dirigente que también fue damnificada por la "operación imperio" comandada por Larreta: Patricia Bullrich. "Nosotros hablamos con nuestra referente que dio el visto bueno, que se vayan a quejar allá", dicen por Pinamar. Complicado que se animen. La Guardia Imperial larretista es prudente, gradualista tal vez.

Martín Yeza, intendente de Pinamar

No omiten mencionar tampoco en ese núcleo duro a Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón, que contiene a Mar del Plata, donde hay muchos votos. Para hacer un poco de historia, cuando Macri concluía su gestión como jefe de Gobierno, Gabriela Michetti salió a disputar la sucesión contra Larreta. Mauricio bendijo a quien era su jefe de Gabinete, pero Michetti no cedió y fue a primarias. Uno de sus seguidores más acérrimos fue Montenegro.

Cuando Larreta ganó esa PASO, Montenegro sufrió el destierro, durante dos años, fue cónsul en Montevideo, uno de esos cargos que se dan en política a modo de castigo. En Mar Del Plata también hay lista única de concejales. Creen que "es la venganza del gordo", según un larretista de paladar negro.

El problema se disipará cuando terminen las PASO. Si Santilli gana, todo será olvidado, el jefe de Gobierno habrá consolidado su poder y con él su candidatura presidencial. El problema va a explotar si Manes derrota al "Colorado". Porque ese será el momento de la caza de brujas y va a haberla, que no haya dudas. Todas las sospechas sobre Valenzuela y Montenegro serán confirmadas con la sola derrota.

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