Dentro de dos semanas Horacio Rodríguez Larreta recibirá un veredicto de las urnas que comenzará a definir el futuro de su liderazgo político. El alcalde porteño no será candidato en estas elecciones, pero es el principal garante de las candidaturas de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal en la Ciudad y del exvicejefe Diego Santilli en Provincia.

Ambos pelean para ingresar a la Cámara de Diputados en generales del 14 de noviembre, pero antes deberán pasar por el cedazo de las PASO del 12 de septiembre y medirse con competidores radicales y liberales que se entusiasman con arruinarle los planes al PRO.

En la capital, Vidal se prepara para transitar las últimas dos semanas con una estrategia que arrancó el martes, con el lanzamiento de una batería de propuestas que buscará llevar al Congreso.

Lo hizo con un discurso endurecido y concentrado en antagonizar con el kirchnerismo, pero con la atención puesta en dar una vuelta de página al comienzo de su recorrido proselitista, que estuvo signado por las dificultades para explicar por qué cambió de domicilio electoral y dejó el territorio bonaerense que gobernó durante cuatro años.

Vidal endureció el discurso para no perder votos frente a López Murphy 

"Hay un camino en el que te quieren pobre, burro y sometido, y otro que te quiere libre, con trabajo y educación", lanzó Vidal el martes para expresar el nuevo tono que utilizará hasta las elecciones.

El nuevo libreto discursivo fue interpretado como una forma de reforzar su perfil frente al exministro Ricardo López Murphy, de Republicanos Unidos, que forma parte de JxC a partir de un acuerdo sellado con Rodríguez Larreta para obturar la fuga de votos por derecha.

Al parecer esa inclusión no alcanza ante la emergencia de Javier Milei, primer precandidato a diputado de la Libertad Avanza, que compite por fuera de la coalición opositora y todos los votos que sume se los quitará a Vidal y a López Murphy.

Esa competencia genera más intranquilidad dentro del larretismo que la tercera lista que pelea dentro de JxC, con la primera precandidatura del exsecretario de Salud Adolfo Rubinstein, que lidera una escudería íntegramente compuesta por dirigentes radicales que no acuerdan con el cambio de domicilio de Vidal y ni con la inclusión de López Murphy.

En la Ciudad, Santilli corre con mejor suerte

Del otro lado del Riachuelo y la Avenida General Paz, Santilli corre una mejor suerte que Vidal en el arranque de la campaña, aunque la exgobernadora es la única de los dos que posiblemente se anote una victoria en el territorio originario del PRO, donde no corre riesgos de una nueva derrota.

El "Colo" recién comenzó su transplante bonaerense en un distrito donde el peronismo tiene amplias chances mantener su liderazgo. Lidera una lista que contiene los acuerdos sellados por Rodríguez Larreta con la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.

Del otro lado está el médico neurólogo Facundo Manes, que encabeza la escudería de la UCR como parte de un plan nacional de disputar el liderazgo del PRO dentro de JxC en todos los distritos posibles.

El armado incluye al extitular de la Cámara baja, Emilio Monzó, que dejó el PRO y la exdiputada Margarita Stolbizer, del GEN.

Santilli en la Ciudad corre con mejor suerte que Vidal en Provincia

La competencia bonaerense arrancó con las acusaciones que lanzó Manes sobre la presunta utilización de los recursos porteños en la campaña de Santilli. El mensaje cayó muy mal en el PRO y fue el primer capítulo de un tironeo que ahora sumó la decisión de Manes de aceptar el debate que propuso la precandidata del FdT, Victoria Tolosa Paz. Santilli se niega.

Argumentó problemas de agenda, pero en su entorno creen que esa controversia antes de las PASO es totalmente funcional el peronismo.

En lo que lleva de campaña, el ex vicejefe porteño ya sorteó los problemas de cambio de domicilio y tuvo menos dificultades de instalación que Manes, aunque tiene un largo camino por aumentar el nivel de recordación y conocimiento. A favor juega que posee un alto perfil por su exposición pública desde la administración porteña.

Para las próximas dos semanas contará con una agenda en los medios mucho más proactiva, porque la primera parte del despliegue lo concentró en el territorio, donde consolidó el apoyo de todos los intendentes macristas, incluso los más críticos.

Pero todavía le queda un largo trecho por recorrer, aunque los tiempos organizativos apremian y su prioridad inmediata pasa por organizar a sus fiscales para llegar a los 135 municipios.

En el equipo de Manes celebran el nivel de impacto que tiene hacia el interior del radicalismo bonaerense. Su aparición revitalizó la estructura partidaria más grande que tiene el partido, aunque es la base de una pelea mucho más ambiciosa. Para el tramo que resta de la campaña hasta las PASO, el neurólogo comenzará a comunicar sus propuestas y dejará el ciclo de inicio, que estuvo marcado por su ingreso a la política.

Esa instancia, dicen en la UCR, ya ha sido cumplida y la búsqueda que viene estará enfocada en multiplicar sus visitas a los territorios y redoblar la presencia en los medios.

Las encuestas lo ponen en un segundo lugar detrás de Santilli, pero cerca de Manes se entusiasman con perder por poco o equiparar la cosecha de su adversario. Los dos eventuales resultados serían una mala noticia para Rodriguez Larreta, aunque el alcalde, confiado en su juego, aguarda que terminen las primarias. Considera a las PASO una instancia inevitable y ordenadora, pero asume que la pelea definitiva será dentro de dos meses, cuando sepa hasta donde puede competir con el peronismo.