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Lobby: tras el debut del nuevo Gabinete, Juntos por el Cambio prepara su estrategia para la batalla final

Los cambios en el Gabinete son la señal de largada para la campaña opositora que estará concentrada en mantener los números de las PASO. Los obstáculos
21/09/2021 - 11:00hs
Lobby: tras el debut del nuevo Gabinete, Juntos por el Cambio prepara su estrategia para la batalla final

La jura de los nuevos ministros y la renovación parcial del Gabinete del presidente Alberto Fernandez y del gobernador bonaerense Axel Kicillof, significaron el primer intento para relanzar la gestión luego de la crisis que atravesó al oficialismo durante la semana pasada luego de la derrota en las PASO.

Para Juntos por el Cambio, que ganó en 17 provincias el domingo 12 de septiembre, la ceremonia de este lunes en el Museo del Bicentenario significó la señal de largada para retomar el ritmo de la campaña opositora con dos objetivos estratégicos: aprovechar el desgaste del Frente de Todos luego del primer pantallazo de las urnas y mantener la tendencia para las generales del 14 de noviembre.

Fue tan grande el impacto de la derrota del oficialismo en las primarias que las disputas internas que atraviesan a alianza opositora pasarán a un segundo plano hasta entonces. Una muestra de esa orientación se concretará este martes a dos cuadras de la Plaza de Mayo, en el encuentro que realizará la Mesa Nacional de JxC para reunir a los primeros candidatos de las listas de todo el país. La escena buscará exhibir la unidad que el resulta tan difícil de mantener al oficiaismo luego del domingo.

Estarán todos los dirigentes nacionales de los tres partidos, con el expresidente Mauricio Macri incluído, además del gobernador jujeño Gerardo Morales y el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta.

Será una forma de que todos los sectores en pugna se muestren junto a los candidatos y candidatas que transitarán las próximas siete semanas con la atención puesta en mantener los números de sus listas, pero también en contrarrestar los esfuerzos que hará el oficiaismo para remontar la derrota.

La presentación del nuevo Gabinete significó la señal de largada de la campaña para noviembre

En la Mesa Nacional de JxC cada una de las tribus convivientes se tomaron su tiempo para caracterizar los cambios en el Gabinete y la crisis que se desató cuando el sector de funcionarios que responden a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner presentaron la renuncia para forzarlo.

No hay una lectura común sobre la reacción del oficialismo: un sector, encabezado por la titular del PRO, Patricia Bullrich, cree que hay que interpelar al peronismo y reclamarle al Gobierno que se transforme en una crisis institucional, mientras que otro, liderado por Rodríguez Larreta considera que concentrar los esfuerzos en aumentar la participación y decirle a los votantes que ante la pelea del peronismo, dentro de dos meses podrán volver a votar y respaldar a Juntos por el Cambio.

La cautela y el tono moderado del larretismo tiene un límite corto en el discurso de campaña. Cada uno de los candidatos se recostará en la polarización con el peronismo y buscará aprovechar la exposición pública de la interna oficialista. Este lunes Vidal se encargó de anticipar el tono que tendrá en el reinicio del despliegue proselitista. "El mensaje que la gente expresó con su voto fue muy contundente: le dijo basta a la falta de rumbo y planificación, al camino del 'vamos viendo'.

Pero en lugar de prestar atención a eso, expusieron una interna feroz que tiene por única preocupación la disputa de cargos y poder", disparó la exgobernadora desde su cuenta de Twitter. "Y mientras ellos se siguen peleando, los problemas que nos angustian siguen sin resolverse. Nos tomaron de rehén y dejaron de atender los temas urgentes. Así, siguen exponiendo una forma de ser y hacer basada en el atropello y en el desprecio por la institucionalidad", acusó la exgobernadora en una ofensiva que en los próximos días contará con las voces de los demás candidatos y candidatas. En todos los casos, los voceros de la oposición no frenarán las acusaciones pero, como anticipó Vidal, seguirán "actuando como una oposición responsable, sin especulaciones políticas que nada le aportan a los que están con mucho dolor e incertidumbre".

En rigor, las especulaciones no han parado de multiplicarse en JxC desde que estalló la interna a cielo abierto del Frente de Todos. La más repetida es si el Gobierno logrará remotar la derrota, pero le siguen las interpretaciones sobre el alcance y utilidad del cambio en el Gabinete de Fernández, pero también en el bonaerense, que el gobernador Axel Kicillof resolvió el domingo por la noche, luego de reunirse con la vicepresidenta.

Sobre esos enroques las preocupaciones opositoras no son institucionales, sino electorales. En cada equipo de campaña de la alianza opositora celebran la victoria en 17 provincias, pero no pierden de vista que JxC casi no sumó votos en estos comicios respecto a las presidenciales de 2019. La victoria pasó por la cantidad de votantes que no fueron a votar y aquellos que decidieron castigar al oficialismo. Sobre esos universos estarán concentrados todos los esfuerzos que invierte en oficialismo con los cambios en los dos gabinetes más importantes que controla.

JxC no pierde de vista que casi no sumó votos en estos comicios respecto a las presidenciales de 2019

En la provincia de Buenos Aires, la designación del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, como jefe de Gabinete y de su par de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, al frente del área de infraestructura no son movimientos menores para JxC. Implican el desembarco renovado de los intendentes peronistas del conurbano en el poder provincial.

Ese giro implicará una gestión enfocada en revertir la desventaja de las PASO con una velocidad que no pasará inadvertida para los dos principales productos electorales de JxC luego de las primarias: el exvicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli y el médico Facundo Manes. Ambos no sólo tienen la misión de mantener la performance obtenida, sino continuar con la inesperada tracción de votantes desencantados del peronismo bonaerense que se estarían animando a optar por un dirigente porteño que se abraza a la proyección positiva que tiene la gestión capitalina del PRO.

En la Ciudad, Vidal comenzará a exhibir su sociedad con el exministro de la Alianza, Ricardo López Murphy, que formará parte de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio cuando terminen las elecciones. Ambos apostarán a profundizar la polarización con el Gobierno y buscarán nacionalizar la campaña porteña, aunque a diferencia de la campaña para las PASO, ahora enfocarán parte de su discurso a los problemas capitalinos, con una plataforma de 23 propuestas que la exgobernadora lanzó antes de cerrar el primer tramo de su road show electoral.

Esas piezas comenzarán a ordenarse con la foto de unidad que decidió componer la Mesa Nacional de JxC este martes con todos los candidatos. Más allá de la dimensión metropolitana de la campaña, el evento federal será la antesala del despliegue que encabezará Bullrich para recorrer todas las provincias. Los tres socios de la alianza buscarán reforzar las listas en cada provincia con el objetivo de mínima de evitar que se desgranen las cosechas obtenidas.

La contienda se dará con gobernadores que ahora están muy preocupados por las derrotas sufridas. Desde este lunes cuentan con un Gabinete que, en su resideño, sumó al exgobernador de Tucumán, Juan Manzur, como ministro coordinador. Su misión será, al menos durante los próximos dos meses, revertir la pendiente declinante con el mismo empeño que pondrán Insaurralde y Nardini en Buenos Aires.