El mensaje de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa sonó en los oídos de la oposición y en los sectores del kirchnerismo que se resisten al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Fue un discurso dirigido a propios y ajenos. Internamente no terminó de zanjarse la disyuntiva de lo que pasará cuando el proyecto de renegociación de la deuda llegue al Congreso.

La ausencia de Máximo Kirchner el 1° de marzo demostró que la relación sigue tensa dentro del Frente de Todos. El líder de la Cámpora y ex jefe del bloque prefirió quedarse en el sur antes que escuchar en persona al Presidente, una decisión que cayó mal dentro del albertismo. También se sumó otro elocuente faltazo del ministro del Interior, Wado de Pedro, de viaje oficial en España.

Dentro del Gobierno reconocen que el discurso de Alberto Fernández buscó convencer a "los que criticaron" el acuerdo con el FMI tanto en el oficialismo como en la oposición.  Con la frase "es el mejor acuerdo que el gobierno de la Argentina podía conseguir", se enfocó en los que aún tienen dudas de la letra chica de la que no dio ninguna precisión. El Presidente agregó solamente que "no habrá políticas de ajuste", "ni reforma previsional", "ni tarifazos", "ni reforma laboral".

Dentro de la hora y media de su exposición, Alberto dedicó gran parte al tema de la deuda y se generó el momento más tenso. Cuando mencionó que continuaría con la querella criminal contra el gobierno de Mauricio Macri, todo el bloque de PRO se levantó en forma planificada para salir del recinto. El Gobierno ya les contestó que "deje de hacer teatro" y "debata con honestidad".

El Presidente le habló propios y a ajenos para convencerlos de que se firmará "el mejor acuerdo posible" con el Fondo

Acuerdo con el FMI: un discurso para los aliados

Hubo unos párrafos donde el Presidente reconoció que se vio sorprendido por "las opiniones que critican que hayamos logrado un acuerdo sin los condicionamientos que tantas veces tuvieron consecuencias desastrosas en nuestro país". Esas declaraciones encajan perfectamente tanto para la oposición como para los detractores del Frente de Todos.

Otra de las aclaraciones cuestionadas fue por el cronograma del pago de la deuda de más de 44.000 millones que contrajo el gobierno de Macri. "Se iniciarán los pagos en el año 2026 y terminarán de pagarse en el año 2034", prometió en otro párrafo que sonó  dirigido a la tropa propia.

Tanto el jefe de Estado como la vicepresidenta, Cristina Kirchner, evitaron mostrar algún clima de tensión. La paz interna que se vio frente a las cámaras podría romperse cuando comience el debate del acuerdo en el Parlamento.

Hasta ahora la ex presidenta tampoco clarificó su posición con respecto al tema y sigue en silencio. El Congreso recibirá el proyecto esta semana, según prometió el Presidente. Primero ingresará por la Cámara de Diputados  y finalmente llegará al Senado, el principal bastión del cristinismo duro que mira con incomodidad el acuerdo.

Tanto Alberto Fernández como Cristina Kirchner evitaron mostrar algún clima de tensión

El faltazo de Máximo

La ausencia de Máximo Kirchner trajo interpretaciones de ambos lados del peronismo. El albertismo considera "que no fue trascendente" el faltazo del diputado del FDT a la Asamblea Legislativa. Aún creen en el apoyo del kirchnerismo pese a todo, a la carta de Cristina y a la renuncia sorpresiva del hijo de la vicepresidenta a la jefatura del bloque.

"Esperemos que actúen con madurez y responsabilidad", auguran en el entorno presidencial. Ahora las miradas están puestas en cómo votarán los legisladores cercanos al camporismo. "No tiene margen para poner palos en la rueda a menos que quieran que al Gobierno le vaya mal", estiman.

Por otra parte, el kirchnerismo escuchó a un "Alberto moderado" en su discurso, y sin confrontarse con los aliados. Se esperaban más anuncios vinculados a los sectores sociales y a la economía popular, aunque sólo se limitó a confirmar que "avanzar en convertir los planes sociales en empleo formal".

El espíritu que reina en un sector del Frente de Todos es la incertidumbre sobre el futuro que tendrá el proyecto de la deuda. Esperarán a que el ministro de Economía, Martín Guzmán, vaya a defenderlo al Parlamento. "Es un difícil anticipar lo que va a pasar", señalan los propios. Al mismo tiempo creen que "la ausencia de Máximo no es un buen augurio" sobre lo que sucederá con los legisladores del bloque.

La ausencia de Máximo Kirchner trajo interpretaciones de ambos lados del peronismo

El trámite parlamentario no será sencillo, sobre todo donde el oficialismo perdió el control tras las elecciones legislativas de noviembre pasado. La oposición ya mostró su poder de fuerza cuando rechazó el Presupuesto 2022 enviado por el Ejecutivo. Juntos por el Cambio expresó que "ve positivo" el entendimiento con el FMI. La duda es que hará parte del kirchnerismo, que puede convertirse en la piedra en el zapato para Alberto Fernández. A ellos les habló en la cadena nacional que esta vez le tocó en un feriado de carnaval. Un año atrás, también en la apertura de sesiones, había prometido el envío del acuerdo con el Fondo cuando todavía no se había llegado a un entendimiento.