El planteo macrista de rechazar el acuerdo con el FMI suma adherentes entre las divergencias internas de Juntos por el Cambio (JxC), la preocupación por los vencimientos a partir de 2026 y la posibilidad de que la renegociación de la deuda beneficie al gobierno de Alberto Fernández.

Los 50 diputados del PRO que el martes abandonaron sus bancas en medio del discurso presidencial ante la Asamblea Legislalativa, no protagonizaron un hecho aislado.

Horas después, una parte del éxodo fue recibida por Mauricio Macri en una de sus residencias. Así terminó de corporizarse un sector del partido amarillo que se prepara para votar en contra del acuerdo con el FMI.

Patricia Bullrich considera que el acuerdo con el FMI "es una bomba de tiempo"

El PRO y el acuerdo con el FMI: "Es una bomba de tiempo"

El disparador de la ofensiva se pudo escuchar este jueves en el patio de la quinta que Macri alquila en Acassuso.

Allí la titular del PRO, Patricia Bullrich, volvió a la carga con un argumento que repite desde hace un mes. Opinó que el pacto es "una bomba de tiempo" porque saca al país del riesgo del default pero establece un cronograma de pagos a partir de 2026, es decir, cuando el próximo gobierno promedie su mandato.

Para las aspiraciones electorales de JxC ese plan de pagos podría impactar directamente en sus manos. Luego de la reunión con el expresidente, el encargado de blanquear y multiplicar ese argumento fue el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina. 

A diferencia de las posiciones republicanas que tenía hace un mes, salió a defenestrar el pacto.

Consideró que "sirve para evitar un default, pero siembra las semillas de una crisis futura".

El economista le dijo al diario La Nación que apoyar el acuerdo significa "darle sobrevida al modelo económico del kirchenrismo hasta 2023″, porque atrasa los pagos y constituye  "una bomba de deuda doméstica que será impagable en el futuro".

Por esa razón el legislador santafesino fue determinante: "No podemos avalar con nuestro voto un acuerdo que es perjudicial para los argentinos", sentenció.

El macrismo no apoyaría la renegociación de deuda con el FMI en el Congreso

La nueva resistencia del PRO y la renegociación con el FMI

La nueva resistencia del PRO implica negarse a acompañar la renegociación de una deuda que solicitó su fundador cuando fue Presidente.

Hace un mes ese punto de vista sólo era repetido por Bullrich, pero ahora parece ser compartido por los integrantes más duros del bloque amarillo, como Fernando Iglesias, Waldo Wolff y Francisco Sánchez.

Tienen chances de sumar a otro grupo de adherentes. Junto a las quejas por los vencimientos a partir de 2026 existe otro malestar: que el acuerdo no sea tan negativo y tenga un impacto económico positivo a partir de la segunda mitad de este año y durante todo el año electoral que se avecina.

La predisposición de los diputados macristas a tolerar demoras es cada vez menor. Este jueves, ante el nuevo retraso del ingreso a la Cámara baja del texto del acuerdo, el titular del bloque macrista. Cristian Ritondo, subió la apuesta con un mensaje que grabó con su celular.

"Son las ocho de la noche. Es el horario habitual del cierre de Mesa de Entradas. El ejecutivo no envió el acuerdo, mientras tanto el gobierno siguió con el relato de la deuda y la fuga", acusó el exministro de Seguridad bonaerense..

Y remarcó: "Se pasaron más dos años haciendo la plancha, dándole a la maquinita y al gasto. No atacaron ni una sola de las causas del déficit, tomaeron nueva deuda y llegan a un acuerdo a último momento, que sólo patea el problema para adelante". El tono del mensaje refleja que el debate que se avecina en el recinto será áspero, con amplias chances de afrontar momentos críticos.

La posición mayoritaria del partido amarillo prioriza evitar el default, pero anticipan una votación dividida

"El Gobierno, sin rumbo"

Para Ritondo, el Gobierno "no tiene ningún plan y ningún tipo de rumbo para resolver los problemas que nos generan atraso y pobreza. Siguen los cepos, el déficit y el modelo económico kirchnerista con mayor presión sobre el sector privado y la clase media, con una inflación galopante que agobia a los argentinos".

"Háganse cargo, dejen de esconder los problemas con mentiras, enemigos imaginarios e ideas que atrasan 70 años. Les quedan 22 meses de gobierno por delante, resuelvan su interna y resuelvan los problemas de la gente", completó el jefe del bloque con una prédica que parece de ruptura.

La posición mayoritaria del partido amarillo prioriza evitar el default, pero cada vez son más los movimientos internos que anticipan una votación dividida, con un sector que podría ausentarse o votar en contra.

Los argumentos sobran y los más importantes fueron explicitados por Laspina en la entrevista que le concedió a La Nación.

"Sería fácil para nosotros el recurso de apoyar para que el Gobierno, en su enorme insensatez, no caiga en un default con el Fondo, pero la renuncia de Máximo Kirchner cambió drásticamente el escenario político. Una de las condiciones centrales para que un programa económico tenga éxito es el apoyo monolítico de la coalición de gobierno. La principal responsabilidad de la defensa de este acuerdo es del Frente de Todos", aseguró el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que desde el lunes ingresará en un ritmo de trabajo febril.