La vicepresidenta Cristina Kirchner sorprendió a propios y extraños al anunciar que no será "candidata a nada" en 2023, pero con esa definición fortaleció el apoyo político que consiguió dentro del Frente de Todos en los últimos meses y le cargó más nafta al "operativo clamor" de su militancia, que además ahora tiene un argumento para la hipótesis de la "proscripción".

"No voy a ser candidata a nada, una muy buena noticia para usted Magnetto, porque el 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros, le va a poder dar la orden a sus esbirros de que me metan presa. Mi nombre no va a estar en ninguna boleta", disparó la vicepresidenta, con una referencia al CEO del Grupo Clarín que, para ella, es el responsable de su condena en supuesta complicidad con lo que denomina "la mafia judicial".

En las primeras horas luego de esa sorpresiva declaración, en el kirchnerismo duro evitaron apresurarse a tomar esto como el anuncio de una retirada. Por el contrario, creen que la potencia de ese renunciamiento la fortalece de cara a las elecciones de 2023 e incluso mantienen viva la posibilidad de que sea candidata a algo, según supo iProfesional de fuentes de ese espacio.

Con esa frase, lo que hizo la vicepresidenta fue correr el eje de la cobertura mediática sobre la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y quitarle a los dirigentes de Juntos por el Cambio la "tribuna" para celebrar el fallo porque desvió la atención hacia el terreno electoral, pero no se corrió de la pelea política.

Cristina Kirchner y su definición para 2023: ¿se refuerza el "operativo clamor"?

El anuncio de Cristina Kirchner tuvo su reflejo más inmediato en las redes sociales, donde casi de inmediato surgieron dos tendencias: #CFK2023 y #CFKProscripta. A la par, numerosos dirigentes políticos expresaron su apoyo a la vicepresidenta y pusieron en valor su renunciamiento a una futura candidatura.

Esa decisión, expresada por la vicepresidenta con un visible enojo y en tono de desafío a la Justicia, alimenta la idea de la militancia kirchnerista de que la intención del Poder Judicial y los medios, en el sistema que ella denominó como "Estado paralelo", es proscribirla para que no pueda presentarse.

Con su anuncio Cristina Kirchner le dio nuevo impulso al "operativo clamor" y su espacio no la descarta como candidata 

A la vez, alentó con ello el "operativo clamor" que La Cámpora viene construyendo en cada acto político encabezado por su líder, como el último que se llevó a cabo en la ciudad de La Plata y que la tuvo como única oradora. En el kirchnerismo, según supo este medio, no descartan todavía que sea candidata a senadora nacional en 2023.

Por otra parte, el apoyo que Cristina Kirchner logró en los últimos meses a partir del avance de la causa "Vialidad" y del atentado contra su vida -que ella relaciona públicamente con su situación judicial y política- haría que sea casi imposible que la vicepresidenta se mantenga al margen de la construcción electoral para el año próximo aún si mantiene la decisión de no ser candidata a nada.

El renunciamiento y el futuro que imaginan en el peronismo

En los últimos meses, Cristina Kirchner sumó el apoyo de todo el aparato del PJ. Los gobernadores, la CGT y los intendentes del conurbano bonaerense adhirieron al discurso de la vicepresidenta que sostiene que el "partido judicial" no va solo contra ella sino contra todo el peronismo.

Hubo un evidente cierre de filas en el peronismo que se complementó con el acercamiento de antiguos rivales, como el Movimiento Evita de Emilio Pérsico, con quien la vicepresidenta se reunió días atrás en el Senado para limar asperezas.

Con ese capital político, Cristina Kirchner estará en el centro del Frente de Todos el año próximo cuando llegue el momento de definir las candidaturas. Nadie en el peronismo hoy la imagina al margen de esa construcción sea o no candidata ella misma y todos esperan que influya en el armado de las listas para ubicar a sus dirigentes de mayor confianza.

Figuras centrales del kirchnerismo como el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, la senadora Anabel Fernández Sagasti, la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza e incluso su propio hijo, el diputado Máximo Kirchner, seguirán orbitando en el Frente de Todos. Se trata de dirigentes jóvenes a los que la vicepresidenta querrá asegurarles un lugar en el armado de lo que podría ser la futura oposición.

El kirchnerismo encontró un nuevo argumento para el discurso de la "proscripción" y el peronismo se alinea

De hecho, el ministro del Interior levantó su perfil en los últimos meses y suena como un posible candidato presidencial o, incluso, como compañero de fórmula del candidato que presente el Frente de Todos. Así, a pesar de su anuncio, Cristina Kirchner conserva e incluso podría acrecentar su poder para ungir postulantes como hizo en 2019 con el presidente Alberto Fernández. 

Las reacciones tras el fallo y un oficialismo alineado casi por completo 

Luego de transmitir su discurso vía streaming, Cristina Kirchner recibió en su despacho al dirigente social Juan Grabois y a la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, según supo este medio.

Grabois profundizó sus críticas al Gobierno en el último tiempo, mientras Moreau es más cercana al ministro de Economía, Sergio Massa, tercer socio del Frente de Todos, que a Cristina Kirchner. La visita de ambos es apenas un botón de muestra sobre el realineamiento que se está dando en el oficialismo alrededor de la figura de la vicepresidenta.

"Si los varones de la política tuvieran un 10% de los huevos de esta mujer qué distinto sería este país", expresó Grabois por Twitter minutos después de la sentencia del Tribunal Oral Federal 2. Otros dirigentes, como el diputado Leandro Santoro, amigo  Alberto Fernández, también mostró un apoyo total a la vice: "Dijo la verdad. Por eso la odian. Por eso la amamos".

Incluso la diputada y referente del Frente de Izquierda Myriam Bregman repudió el fallo contra la vicepresidenta al expresar que "la condena ratifica que es una causa manipulada".

Con su anuncio, Cristina Kirchner no se aleja de la política sino que blinda su propia electoral y la envalentona contra el Poder Judicial, al tiempo que engrosa su nivel de apoyo político dentro del peronismo y retoma una posición de liderazgo.