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¿Una derrota segura?: el Gobierno inicia el proceso de juicio político contra el presidente de la Corte

El dictamen acusatorio debe salir de la Cámara de Diputados, con el voto de dos tercios de los legisladores. ¿Llega con la ayuda del kirchnerismo?
Por S.R.
02/01/2023 - 09:46hs
¿Una derrota segura?:  el Gobierno inicia el proceso de juicio político contra el presidente de la Corte

Alberto Fernández anunció el inicio del proceso de juicio político contra Horacio Rosatti, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, aunque aclaró, podría emprenderla contra otros jueces del máximo Tribunal. La iniciativa surge después del fallo sobre la coparticipación porteña, que favoreció a Horacio Rodríguez Larreta, y a posteriori de la aparición de mensajes privados entre el ministro de Seguridad y Justicia distrital, Marcelo D’Alessandro y Silvio Robles, un encargado de prensa de Rosatti, que todos sabemos que es mucho más que eso.

Sin embargo, el presidente sabe perfectamente (o debería saberlo), que lo que está haciendo es dirigirse contra una pared a 350 km por hora. No tiene forma de tener éxito en su cometido de destituir al titular de la Corte Suprema. El dictamen acusatorio debe salir de la Cámara de Diputados, con el voto de dos tercios de los legisladores, y es una Cámara donde el kirchnerismo no suele tener recursos numéricos ni para alcanzar quorum.

Algunos especulan sobre que se trata de un barullo típico de Fernández, de los tantos iniciados en este gobierno, que jamás se materializaron. Otros, estiman que el presidente está tan desgastado, que bien puede retroceder o decir que no dijo lo que dijo, con total impunidad, sin pagar por ello un costo adicional: "¿cuanto más va a caer su imagen?", dicen.

El peronismo tiene historia en esto de ir contra la Corte. Al inicio de la gestión de Néstor Kirchner, cuando Fernández era jefe de Gabinete, arremetió contra los jueces de la llamada "mayoría automática menemista" y se llevó por delante cinco ministros: Adolfo Vázquez, Julio Nazareno, Eduardo Moliné O’Connor, Antonio Boggino y Guillermo López. Un sexto estuvo en la mira: Carlos Fayt, pero las intentonas de Néstor fracasaron contra el anciano magistrado, que resistió hasta la asunción de Mauricio Macri y se retiró por su propia voluntad.

"La avanzada de Kirchner fue totalmente diferente. Como primera medida, era un gobierno que empezaba, que estaba en pleno proceso de acumulación de poder. Los muchachos de la mayoría eran víctimas fáciles, la opinión pública los tenía en la mira porque habían avalado con fallos estrambóticos, todas las privatizaciones irregulares del Turco (Carlos Menem). Y en diputados, si bien los diputados kirchneristas puros eran pocos, había montones queriendo subirse al barco porque se veían venir un gobierno largo y querían ser parte", explica una fuente del peronismo histórico.

"Esto es todo lo contrario a lo que te dije recién. Es un gobierno en retirada, un presidente al que nadie quiere quedar pegado, menos en un fracaso escandaloso como va a ser esto. Los jueces de esta Corte, están apuntados por Cristina, pero la sociedad no sabe bien que pensar, casi que no los conoce y en la Cámara de Diputados la debilidad del peronismo es la mas pronunciada de los últimos 20 años, ¿me queres decir para que esta pavada?. Este tipo (Alberto), se empaña en acumular fracasos", completa el dirigente del PJ.

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La iniciativa surge después del fallo sobre la coparticipación porteña, que favoreció a Horacio Rodríguez Larreta

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El análisis parece certero. Si bien el cristinismo tiene que apoyar la iniciativa, simplemente porque Cristina Kirchner puso la mira en la justicia a razón de las causas que la acechan, en privado los propios camporistas desdeñan la iniciativa presidencial. "Para nosotros esto es una idiotez más. Le asegura a Rosatti una victoria política, lo fortalece. El tipo quiere ser presidente como antes lo quería (Ricardo) Lorenzetti. No va a llegar, pero Alberto le está dando repercusión pública, lo está victimizando y lo va a terminar fortaleciendo", opina del dirigente bonaerense de la ex agrupación juvenil kirchnerista.

En la Corte, la idea del juicio político entusiasmó. Justamente siguiendo este último razonamiento camporista. "La pelea está ganada antes de empezar. Hay que aprovechar lo que queda del gobierno de Alberto, porque nos la va a servir en bandeja día tras día, vamos a llegar al final con Rosatti muy bien posicionado", dice la fuente cercana al santafesino que no niega sus aspiraciones políticas.

Rosatti es tanto un jurista como un político. De hecho, fue ministro de Justicia del gobierno de Néstor, un largo tiempo, hasta que Julio de Vido inició una obra de refacción de cárceles, en la que el hoy juez de la Corte tenía que poner su firma, y sobre la cual detectó irregularidades. Nunca contó en que consistían, pero renunció antes de firmar.

El santafesino adora la política y la sospecha de que quiere ser presidente está bien fundada, la Corte es un escalón en su carrera. Cuando llegó al alto tribunal, comenzó una operación silenciosa y efectiva para quitarle la presidencia a Lorenzetti y lo logró. "No llegó para ser un ministro más, eso no le servía a sus fines, el quería la presidencia y la consiguió, es de cuidado Horacio", dice alguien que lo conoce.

Respecto de los mensajes hackeados que dispararon el pedido de juicio político de Alberto, hay un par de cosas que decir. Es probable que algunos mensajes de los que se difundieron hayan sido editados o modificados para darle mas gravedad. También es extremadamente verosímil el diálogo entre el ministro larretista y el operador de Rosatti. Son diálogos que suelen existir, aunque habitualmente en persona y no por chat. Pero también es cierto, que la comodidad que ofrecen los nuevos servicios de mensajería, conducen, a veces, a este tipo de tropezones. "Los operadores artesanales, que no dicen nada si no es en persona, se están extinguiendo", dice uno que, de esas cosas, sabe un montón.