El narcotráfico está instalado en Rosario hace años, como también lo está en otras partes de nuestro país, como en diversas zonas del conurbano bonaerense. Las conductas de los traficantes de la cuna de nuestra bandera, son las que los llevan a las tapas de los periódicos, no porque sean más potentes o impunes que las bandas de otras zonas del país, sino porque sus manejos son más parecidos a los que vemos en las series sobre narcos en otros países.

El impactante manejo de dichas bandas, empieza a jugar un rol en la campaña, especialmente desde que se produjo la amenaza a la familia de Antonela Roccuzzo, la esposa del astro deportivo Lionel Messi, como colorario de un escenario de espectacularidad que los narcos de esa zona manejan desde hace tiempo: Los Monos, sus teléfonos en las cárceles, balaceras sobre edificios públicos, amenazas directas a jueces durante las audiencias, asesinatos al azar para intimidar, etc. Todo un contexto aterrorizante.

Los políticos rosarinos están inmersos en el torbellino cotidiano del narco, pero la temática del tráfico de estupefacientes es nacional y los políticos no saben bien cómo encarar el tema.

De paso, hay cosas de las que nadie quiere hablar: "Es que no se puede, que van a decir ¿vos sabes cuantos intendentes tienen "arreglos"? ¿Sabes cuánto dinero de campañas, de ese que no se puede justificar, viene de ahí? Muchos, en el mejor de los casos miran para otro lado y muchos otros tienen acuerdos de diferentes grados, desde ‘apóyame en los barrios y con plata’, hasta no me hagas líos durante la campaña, me refiero al conurbano, hace tiempo que el narco juega un rol en la política", explica la fuente justicialista que ruega mantener el off the record.

El sincericidio del histórico intendente de José C. Paz, Mario Ishii, resuena todavía en la cabeza de todos: "Yo los tengo que salir a cubrir cuando están vendiendo falopa con las ambulancias".

Se refería a empleados de su municipio que usan los vehículos de traslado de urgencia de personas enfermas, propiedad de la intendencia, para traficar drogas. "Ishii es un bocón, un zarpado que dice lo que muchos otros también hacen y jamás dirían, un peligro para el sistema", dice un ex intendente "del palo".

La temática del tráfico de estupefacientes es nacional y los políticos no saben bien cómo encarar el tema

El fenómeno narco empieza a jugar un rol clave en la campaña

De todas formas, el escenario es por completo complejo. De un lado podríamos identificar a los "propiciadores", y del otro a los que "no saben que hacer". En este rubro están casi todos los opositores. Entre los candidatos presidenciales de la alianza Juntos, el tema también es urticante.

Si nos paramos ante los dos principales, pueden observarse severas diferencias en el tratamiento de la cuestión, pero pocas conclusiones razonables, en definitiva.

"Vos imagínate a Horacio (Rodríguez Larreta) dándole pelea al narco en Rosario. ¿Con que va a ir, con bicisendas?", se preguntan dentro de la propia tropa del Jefe de Gobierno porteño. "Son temas en los que hacemos agua, con la única ventaja de que, a diferencia del peronismo, nadie nos puede acusar de complicidad", explica la misma fuente.

Patricia Bullrich tiene más recursos para enfrentar la temática, aunque si se escarba un poco en la cáscara discursiva, mucho de lo que plantea no es viable. El uso de fuerzas militares por ejemplo en el combate a la violencia narco.

"A nosotros nos hicieron mierda. Pero aparte, no tenemos entrenamiento ni armamento para darle pelea a nadie. Y si lo tuviéramos, vos imagínate si se nos escapa un tiro de más, o si en una balacera cae un inocente que pasaba por ahí. Va a ser que volvió la represión y que se yo. No hay forma de que nos metan en esa", dice una altísima fuente militar a este cronista, en un almuerzo relajado.

De todas maneras, tal intervención requeriría incluso, requisitos muy complejos de obtener en materia legal. Podría modificarse la ley de seguridad interior, para habilitar su participación; o, si no, declarar el estado de sitio en Rosario y entonces sí, recurrir a las fuerzas en el marco de la ley. Pero ambas medidas necesitan ser aprobadas por el Congreso, en lo que podría ser un debate eterno e interminable, mientras el delito organizado se fortalece.

La amenaza narco a Lionel Messi puso en la discusión el problema del narcotráfico en la Argentina

Narcotráfico: para luchar se requiere un esfuerzo coordinado

Un especialista en seguridad e inteligencia de la oposición que no tiene mayor peso político, pero es muy escuchado en la materia dentro de una de los partidos que es pilar de Juntos, explica: "Pero aparte esto no es joda. La desarticulación del fenómeno una vez instalado requiere un esfuerzo coordinado. Lo de México es la muestra, intervienen fuerzas militares y todo sigue, están en una guerra abierta. En Colombia, solo pudieron hacer retroceder el fenómeno cuando recibieron no solo una colosal montaña de plata de los Estados Unidos, sino instrucción operativa de los propios americanos. Y yo te diría que ordenaron la cosa, no es que disminuyó, pero al menos, redujeron a niveles tolerables la violencia", explica con resignación.

"Nosotros estamos en una etapa menos desarrollada y más anárquica. En Rosario operan bandas autóctonas más parecidas a las mexicanas. En el conurbano, el desorden inicial lo acomodaron justamente colombianos que debieron dejar su país por el avance de las fuerzas estatales. Probaron en México, pero las propias bandas locales los sacaron a tiros y recalaron acá, donde encontraron terreno fértil tanto en la política como en las fuerzas de seguridad e incluso en la Justicia", desarrolla la calificada fuente.

Lo cierto es que el ataque a la familia de Messi, terminó de meter el tema en la campaña electoral, y que, de los dos lados de la grieta esperan con desesperación que el tema pase, que se olvide y que volvamos a hablar de inflación, porque temen que se note que, en el caso de que pretendan hacer algo, no saben ni por dónde empezar.