El renunciamiento de Alberto Fernández apura las definiciones en el Frente de Todos
/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2023/04/552820.jpg)
¿El fin de una era política? "Es ahora". Con esa frase el presidente Alberto Fernández le comunicó a su equipo que esta mañana daría a conocer su decisión de no competir por un nuevo período de Gobierno.
Regresaba de Mar del Plata, donde había compartido un acto con una de sus fieles colaboradoras, Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social. Más temprano había estado en Ensenada con el gobernador Axel Kicillof.
Y antes de eso se había mostrado en una foto junto a Sergio Massa en Olivos, con la que el Gobierno intentó frustradamente llevar calma a los mercados.
Alberto Fernández apuró su renunciamiento
La idea de la presión que La Cámpora iba a volver a ejercer durante el Consejo del PJ para que el Presidente dijera si iba a ser candidato o no, apresuró la comunicación de su decisión. Su entorno más íntimo sabía que Fernández quería esperar a mediados de mayo. De todos modos, el dólar tocando los 440 pesos, y las palabras de Wado de Pedro, su ministro del Interior, lo habían puesto contra las cuerdas:
"Muchos vamos a ir al Partido Justicialista a buscar una definición para empezar a ordenar nuestra fuerza política, porque urge tomar decisiones", había dicho.
A partir de ahí vio que los tiempos se le acortaban. Si bien recién el 14 de junio vence el plazo para la presentación de las alianzas electorales, y el 24 del mismo mes es el día límite para la presentación de listas de precandidatos y el inicio formal de la campaña electoral de cara a las PASO, el tiempo para mostrar una mínima señal de poder dentro de su espacio político era mucho menos.
Su decisión estaba tomada hacía tiempo. Pero el temor al síndrome "del pato rengo", como se conoce popularmente a las crisis que atraviesan los gobernantes que siguen gestionando ostentando un poder en retirada, lo obligaba a esperar para comunicar su definición. ¿Más rengo? Sí, se podía estar más rengo aún. Al menos, actuando de este modo, según contaron cerca del Presidente, defendía la única cuota de poder que entendía le quedaba, aún en la derrota, y dando un paso al costado.
Llegar así al Consejo del PJ le permitiría plantarse de otra forma. "Retirarse con dignidad", decían en su entorno. Es por eso que a último momento decidió ir a la sede de la calle Matheu. Estar en el encuentro de manera presencial y no virtual, como había adelantado.
El Presidente de la Nación dió la orden para que su equipo de comunicación se pusiera a trabajar, y el mensaje se grabó a minutos de comenzar el viernes.
Fernández se lo comunicó a unas pocas personas. Habló antes de ensayar sus palabras con el canciller Santiago Cafiero, su vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. Más tarde se sumó a Olivos su portavoz, Gabriela Cerruti.
El horario elegido para la publicación fue el de las 9.53. Siete minutos antes de que abrieran los mercados. Exactamente el tiempo que separaba el arranque del video desde que se lanzaba a la red, al momento en el que los bancos y las casas de cambio del microcentro porteño abrían sus puertas y comenzaban a operar.
¿Cómo impactó el renunciamiento del Presidente en el plano económico y político?
Al principio del día la reacción fue positiva, los bonos subieron y el dólar paralelo apenas bajó. Al tiempo, los títulos bajaron y la divisa volvió a subir. Llegó a los 445$ hasta que se ubicó finalmente en 442$ para el cierre.
La posibilidad de la calma pareciera estar en manos del Fondo Monetario Internacional. El organismo multilateral de crédito tiene pendiente un desembolso extraordinario para la Argentina de entre 5 mi y 10 mil millones de dólares. El famoso "mercado" aguarda esa partida extra para encontrar el alivio a la incertidumbre.
De todos modos, en materia política la decisión de Fernández abre el juego a un reordenamiento de su espacio, aunque no evade la próxima discusión: su toma de posición respecto de cómo debería ser para él el procedimiento electoral, lo vuelve a enfrentar con Cristina.
El Presidente quiere sí o sí que el candidato surja de una interna de la que participen todos los candidatos que quieran. Cristina no.
Alberto Fernández intenta pararse como el garante de la democracia dentro de su espacio. Más allá de retirarse del juego mantiene la bandera de las PASO en alza. La vicepresidenta, que aún no habló al respecto, todavía defiende ante sus íntimos la idea de un candidato único, como suele ocurrir dentro del peronismo.
En tanto, algunos hombres analizaron con atención cada parte del video. Se trata de los que alzan la mano como posibles competidores: el embajador en Brasil, Daniel Scioli; el ministro del Interior, Wado De Pedro y el Jefe de Gabinete, Agustín Rossi. Dentro de la Rosada también suman a esa lista al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, y el dirigente social Juan Grabois.
La gran pregunta es que hará el ministro de Economía, Sergio Massa, quien se enfrenta a la certera posibilidad de un número de inflación de abril nuevamente alto y a un dólar blue que aguarda definiciones y el desembolso del FMI para calmarse.
Tras el anuncio de Alberto Fernández: ¿qué pasa con Cristina?
Hasta ahora solo es observadora de la escena. A pesar de su manifestación pública en la que aseguró que no será candidata luego de su condena en la causa Vialidad, durante las últimas semanas su entorno comenzó a enviar señales confusas abriendo la puerta a la posibilidad de una eventual candidatura.
Por lo pronto Massa y Cristina se enteraron por las redes como todos, de la decisión del Presidente. Alberto solo había confiado en su círculo íntimo, del que claramente y hace rato, tanto su vicepresidenta como su ministro de Economía, están afuera.