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Incertidumbre en el peronismo tras la baja de Alberto: no saben qué hacer con el espacio que reclamaban

El presidente Alberto Fernández se bajó de sus aspiraciones a una reelección y ahora el peronismo no sabe bien qué hacer con ese espacio que reclamaba
Por S.R.
24/04/2023 - 13:00hs
Incertidumbre en el peronismo tras la baja de Alberto: no saben qué hacer con el espacio que reclamaban

Todos los sectores del peronismo reclamaban que el presidente Alberto Fernández, desistiera de su proyecto reeleccionista. Salvo claro, por los albertistas, un grupo reducido, principalmente relacionado con el peronismo porteño y algunos intendentes del conurbano con poco predicamento. 

No le alcanzó al mandatario con Santiago Cafiero, Mariano Cascallares y un par de acólitos de poca monta, no resistió y se bajó.

Sin embargo esta situación, que tanto reclamaba especialmente La Cámpora, se transformó en un problema. "Ten cuidado con lo que deseas" dice una frase muy en boga que, a veces, se transforma en un problema político.

Al margen del moderado festejo de Eduardo "Wado" De Pedro, quien aseguró que la decisión de Alberto permite ordenarse, ese orden es solamente una expresión de deseo. Porque los problemas siguen siendo los mismos, pero sin Fernández para señalarlo como culpable.

Las tres opciones que maneja La Cámpora

La Cámpora vacila entre tres opciones: el propio Wado: totalmente propio pero con escaso conocimiento público y muy baja intención de voto; Sergio Massa: un ministro de Economía en el peor momento de su gestión, autónomo y que nadie sabe si quiere ser; y el inefable y siempre listo Pichichi: Daniel Scioli, que despierta sospechas porque, lo que quiere es cerrar con todos.

"Esto está todo roto. No puede ser candidato nuestro y también de los albertistas, no puede cerrar con nosotros y también con el (Movimiento) Evita. Y esto es lo que él quiere y lo que va a intentar, es imposible te lo anticipo", explica una fuente de La Cámpora que ha vivido con intensidad las internas de los últimos años, respecto a Scioli.

Alberto Fernández bajó su candidatura y ahora el peronismo no sabe bien qué hacer con ese espacio que reclamaba
Alberto Fernández bajó su candidatura y ahora el peronismo no sabe bien qué hacer con ese espacio que reclamaba

En cuanto el "Pichichi" detectó que había un hueco se mandó. Ya lo había hecho en el breve lapso en que fue designado ministro: no pasaron ni 12 horas desde su designación hasta que empezó a jugar a instalarse como candidato. Expulsado del gabinete volvió a Brasil, pero otra vez, es ahora, alguien a considerar.

"Acá Scioli juega un papel triste te diría: su candidatura solo es posible, porque es el único de todos los que están dando vueltas, que no tiene problemas en ir a hacer un papelón histórico en las urnas. Massa cree que todavía tiene futuro, De Pedro de hecho, lo tiene, (Axel) Kicillof tiene que tratar de asegurarnos la Provincia, ¿Quién va al matadero? Bueno, Daniel se ofrece", explica un mensajero que viaja constantemente del Instituto Patria al interior del país.

Quiénes "bancan" a Scioli

El ex motonauta tendría además, apoyo de varios gobernadores, que, tímidamente, buscan imponer un candidato a vicepresidente. En realidad, se trata de esa lógica peronista de llevarse algo a cambio del apoyo, pero en definitiva, nadie se pone de acuerdo sobre quién debería ser ese vice y tampoco hay muchos dispuestos a inmolarse con el amable embajador.

El problema de Scioli son las encuestas. Con los números de hoy, la candidatura del Pichichi lo que parece asegurar, es que por primera vez el peronismo no estará en la segunda vuelta, algo que el kirchnerismo no está dispuesto a resignar. 

"Vamos a quedar hechos mierd…después de la elección, pero no podemos dejar sentado que quedamos afuera de la segunda vuelta, o que no salimos segundos. Si ellos (por Juntos) superan el 40% y nos sacan más de 10% de diferencia, se acepta, pero quedar terceros puede ser el fin del Movimiento, no se puede permitir", esgrime alguien que es partidario de forzar el operativo clamor, sea a favor de Cristina Kirchner o de Massa, para asegurar ese segundo lugar.

Podrá verse, lo ideológico pasa a segundo plano. La decisión en juego es meramente estratégica: alguien que haga que no se pierda el segundo lugar, sin importar mucho que piense. Si Javier Milei rompe el bipartidismo, saliendo segundo o subiendo al balotaje, el peronismo se siente en proceso de extinción.

Scioli y Massa, dos
Scioli y Massa, dos "presidenciables" del peronismo

Scioli quiere revancha, pero los números (por ahora) no le dan

Pero Scioli no se detiene, algunos aseguran que quiere revancha de su ajustada derrota en segunda vuelta contra Mauricio Macri en 2015, aunque claro, en este escenario y después de los catastróficos desaguisados de Alberto, sus chances son extremadamente reducidas. 

"Acá hay que terminar con los mitos. Después de todo esto, la única que tiene votos es Cristina. No jodamos con Scioli ni tampoco con Massa que es más o menos lo mismo. La gente ya entendió que para candidatos promercado tiene a los amarillos o a Milei. Sergio electoralmente no tiene nada, es una figurita de los medios como los pibes de Gran Hermano. Para hacer un papel electoral digno, o es Cristina o es alguien al que Cristina pueda transferir votos, y no puede con cualquiera, ya no", dice un hombre de avanzada edad y tradición peronista.

No parece un disparate: las encuestas tampoco son favorables a Massa y sería delirante pensar que un ministro de Economía en medio de este cataclismo económico, sea un candidato con posibilidades. "No nos podemos dejar llevar por la televisión", completa el dirigente, sentencioso.

En definitiva, el único que tiene decidido jugar es el Pichichi, el gran goleador que siempre vuelve, el que siempre se ofrece, el que busca ser el postulante de la unidad, el que nadie quiere, pero al que, en este contexto, todos podrían recurrir. Después de la declinación de Alberto, la confusión en el PJ es sideral y todos tienen la tendencia a preservarse, antes de ser la cara de la peor derrota de la historia del peronismo. Como dicen, a río revuelto, ganancia de motonauta.