Trabaja intensamente en su campaña Patricia Bullrich. Suma colaboradores y aliados en todas las provincias y puede decirse que de la nada, ha construido una estructura competitiva en todo el país. Pero hay un distrito que es sustancial y donde tiene serios problemas de armado: la Provincia de Buenos Aires.

Demás está decir que nos referimos a las elecciones primarias, donde enfrentará al Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que a diferencia de su rival, tiene todo resuelto en la Provincia desde hace rato: es Diego Santilli el candidato indiscutido. Sea mejor o peor candidato, tener las cosas encaminadas diluye el primer problema y permite pensar la campaña, las propuestas, la estrategia. Sin candidato, eso es más bien complejo.

Tres postulantes de poco recorrido tiene Bullrich en Buenos Aires. Uno es Javier Iguacel, el intendente de la pequeña localidad de Capitán Sarmiento. Los fanáticos de "la Piba" le ponen todas las fichas, pero Iguacel no levanta en las encuestas "ni con un guinche", dicen en su entorno. Otro, es el ex intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, con mucha más presencia en el conurbano pero también, de bajo conocimiento público.

Como "donación" de Mauricio Macri recibió a Néstor Grindetti, el intendente de Lanús. Todos lo valoran como figura política. Es de los pocos jefes comunales del segundo cordón del conurbano del PRO, gobernó dos períodos con eficiencia, va a respetar la idea original de una sola reelección, pero deja a su delfín, Diego Kravetz a punto de caramelo para sucederlo. No obstante Gindetti, tampoco levanta en las mediciones.

¿Ritondo con Bullrich?

Desde la defección de María Eugenia Vidal, el que pugna por integrarse al grupo es Cristian Ritondo. A Bullrich le cierra, conoce la Provincia, fue ministro de Seguridad en la gestión de Vidal, cuando "la Piba" administraba la misma área en Nación y han sabido trabajar bien juntos. Tiene más conocimiento público que los otros tres juntos, aunque no queda claro cuánta intención de voto. No parece ser un candidato ganador, aunque sí, con muchas más chances que los otros tres, especialmente que los dos primeros.

Grindetti tiene una gran apuesta entre manos. Acaba de hacerse cargo de la presidencia de Independiente en medio de una crisis fenomenal y de la famosa colecta de Santiago Maratea, con el club despedazándose a punto de su desaparición. Si en un par de meses el intendente de Lanús lo equilibra, podría ser un gran candidato, por la cantidad de hinchas que tiene la institución deportiva y el conocimiento público que podría alcanzar.

Patricia Bullrich tiene problemas serios en el armado bonaerense, un distrito clave y con elecciones simultáneas con las nacionales

Los seguidores de Bullrich insisten por Iguacel, pero postular al ex funcionario de Vialidad de Macri sería un capricho sin mayor sentido, es regalar un distrito clave, donde el candidato a presidente debe arrastrar al postulante a gobernador, pero también viceversa. 

"Es un amor Javier, pero acá hay que ganar la elección y tiene 4 votos, son los 4 que hinchan por él en Twitter" dicen en el entorno de la ex ministra de Seguridad.

La intendencia de La Plata, otro dolor de cabeza para Bullrich

Otro problema grave que tiene Patricia es la intendencia de la capital provincial, La Plata. Allí, Larreta impulsa la segunda reelección de Julio Garro. Por su parte, Bullrich derivó los armados locales a Emilio Monzó, que estimula la candidatura de Juan Pablo Allan, un legislador provincial que se hizo medianamente famoso por la causa de la "Gestapo judicial macrista", una organización aparentemente liderada por el ex ministro de Trabajo de Vidal, Marcelo Villegas, varios funcionarios y agentes de inteligencia, que armaba causas judiciales a sindicalistas.

Allan formó parte de esa "mesa de operaciones" fue filmado y su imagen difundida y se encuentra procesado por esos hechos. "Largar una campaña con un tipo totalmente desconocido en La Plata y que además está procesado es un grave error", dicen en las cercanías de Bullrich, bastante molestos.

"Vamos con la transparencia, con que somos otra cosa y postulamos a un procesado, que decirte", se lamenta la misma fuente, no sin razón. Armarle causas judiciales a la gente, por más que las víctimas tampoco sean carmelitas descalzas, no parece una práctica esperable de quienes se dicen diferentes. "Somos el cambio o no somos nada" repiten los bullrichistas, dándose de bruces contra la postulación de un candidato con procesamiento vigente.

Para colmo, en los mentideros platenses, se comenta que Allan integró a su equipo a dos personas repudiadas en todo el arco político platense. Uno sería su jefe de campaña, un ex concejal del PRO: Fernando "Cortito" Ponce. El indicado, así apodado por su muy discreta estatura, lidia con una causa penal por acoso sexual y tentativa de abuso, cuando, según la denunciante y ex empleada del mismo, Annabella Beltrachini, intentó forzarla a practicarle sexo oral en su despacho. La denuncia contra el pequeño Ponce, fue realizada en la UFI 16 a cargo del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta.

Ponce, ya tenía otras denuncias por violencia de género, e incluso una de la ex concejala de la misma ciudad, Victoria Tolosa Paz, luego de que en una sesión la denigrara públicamente y todo el cuerpo lo forzara a disculparse con su colega.

Néstor Grindetti, uno de los nombres que baraja Bullrich en la Provincia

Allan suma aspectos negativos

No contento con la incorporación del minúsculo presunto abusador, Allan sigue coleccionando joyas que espantan al bullrichismo y claro, a los electores. Otro de sus laderos sería Simeón Wiochi. Este dirigente es oriundo de la provincia de La Pampa, donde ya había tenido problemas con las militantes femeninas del PRO y luego recaló en la Universidad Nacional de La Plata, para asentarse así en la ciudad. Armó un grupo de seguidores y terminó siendo premiado por el intendente Garro con la Dirección de Colectividades y Tradicionalismo de la Municipalidad de la ciudad de las diagonales.

Allí fue donde Wiochi habría vuelto a las andadas. Una militante lo denunció ante la fiscalía número 13 a cargo de Mariana Ruffino, por haberla "manoseado" en un intento de abuso sexual, durante una fiesta del PRO platense. De hecho, la joven presentó como prueba de la agresión, marcas por los diversos golpes que el pampeano le habría propinado, como parte de su fallida intentona sexual.

Semejante colectivo de procesados y presuntos abusadores, ponen en graves problemas las chances electorales de Bullrich en la capital provincial, especialmente porque "lo que no llega a Buenos Aires, acá lo sabe todo el mundo, esto es un pueblo", dice un preocupado dirigente platense de las huestes de "la Piba". 

"El armado provincial es nuestro talón de Aquiles. Iguacel nos puede conducir a un papelón electoral, y la bandita que armaron Monzó y (Marcelo) Daletto en La Plata es un tren fantasma lamentable, Allan y sus acosadores sacan 10 votos", dice una voz autorizada preocupada por el destino de Bullrich. Y no le falta razón: la Provincia es clave y la colección de improvisados, procesados y dirigentes con fama de acosadores, no colabora.