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Massa declara la "independencia energética", mientras el peronismo discute cómo usar dólares del gasoducto

El candidato inaugura el gasoducto junto a Alberto Fernández y Cristina Kirchner: una foto de unidad que intenta tapar la diferencia de visiones en UxP
07/07/2023 - 13:00hs
Massa declara la "independencia energética", mientras el peronismo discute cómo usar dólares del gasoducto

Para Sergio Massa, será un lanzamiento de campaña todo por lo alto. El feriado del 9 de Julio permitirá, gracias al gasoducto, una escena impensable hasta hace pocas semanas: un candidato que muestre una foto de unidad del peronismo -en la cual aparezcan en un mismo escenario Alberto Fernández y Cristina Kirchner- y en el que, en vez de lamentarse por la crisis económica, haya una "declaración de independencia energética".

Es lo que los politólogos denominan "transformar la debilidad en fortaleza": la crisis energética, sobre todo por la falta de oferta de gas, que se agudizó con el retraso tarifario, se transformará en una nueva causa épica. Una situación análoga a las que se vivieron en varios momentos de la gestión de Cristina Kirchner, como la re-estatización de YPF en 2012, decidida por el diseño de una política petrolera que tornó al país en dependiente de importaciones y, por lo tanto, en un rubro de salida de divisas.

Con el gasoducto Kirchner, que en este tramo de 573 kilómetros unirá el yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén, con la localidad bonaerense de Salliqueló -donde se hace el acto de inauguración-, la crisis de la energía se transformará en una nueva causa con la cual la alicaída militancia pueda embanderarse.

Según planteó el propio Massa, la importación de gas fue la responsable de que, en 2022, se hayan "fugado" u$s4.470 millones, justo en un momento en el que el país vivía una escasez aguda de reservas, que obligó a restringir las importaciones para el resto de los sectores de la economía.

En la versión oficial, la crisis estuvo causada por la abrupta suba de precios -consecuencia de la guerra en Ucrania- y por la suba de la demanda interna ante la recuperación económica. La realidad muestra otros matices: por ejemplo, que ya en 2021, todavía con precios "normales" en el mercado internacional, se habían producido momentos de estrés, que llegaron al punto de que varias industrias tuvieran cortes en el suministro y debieran usar fuel oil para seguir funcionando, de manera de no tener que afectar la provisión a la red domiciliaria.

Pero Massa apuesta a que la sociedad vea "el vaso medio lleno": el foco de su anuncio es el beneficio que vendrá como consecuencia del gasoducto: para este año, un ahorro de u$s1.700 millones por importación de gas, y en 2024, cuando ya la operatoria esté "a full", un ahorro de u$s4.000 millones.

La inauguración del gasoducto le da a Alberto Fernández la posibilidad de un acto donde todo el peronismo reivindique su gestión
La inauguración del gasoducto le da a Alberto Fernández la posibilidad de un acto donde todo el peronismo reivindique su gestión

Gasoducto Néstor Kirchner: una obra salpicada de polémicas

Lo cierto es que la concreción de la obra no estuvo exenta de polémica: la demora en el proceso de licitación, proyección y obras estuvo plagada de acusaciones cruzadas, tanto con los funcionarios de la gestión macrista como en la propia interna del Frente de Todos, donde no faltaron las insinuaciones de corrupción.

El origen del gasoducto se remonta a la gestión de Mauricio Macri, que convocó a la primera licitación para el diseño de la obra, bajo la filosofía de una concesión a explotación privada. El kirchnerismo lo acusa de haber demorado el inicio por un mix de motivos, que van desde las prioridades de la política energética de ese gobierno hasta los condicionamientos financieros del Fondo Monetario Internacional.

Lo cierto es que, después de tres prórrogas, a fines de 2020, ya durante la gestión Fernández ,la secretaría de Energía derogó el llamado a licitación. Por ese entonces, el país atravesaba la pandemia de Covid, que el Gobierno expuso como justificación para el impuesto extraordinario a las grandes fortunas. Se estableció que un  25% de la recaudación -que globalmente fue de unos u$s2.500 millones- fuera destinado a un fondo para financiar el gasoducto.

La obra finalmente se volvió a licitar a inicios de 2022, y todo ese proceso estuvo signado por peleas internas entre el ministro de economía, Martín Guzmán, y la secretaría de Energía, que respondía a Cristina Kirchner. Se acusaba al ministro de "cajonear" la obra, que recién tendría firmado su contrato con los operadores privados en agosto, cuando ya el ministerio estaba a cargo de Massa.

En el medio, estuvo la polémica que llevó a la renuncia del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. En un acto por el centenario de YPF, Cristina se había quejado de que Techint, uno de los operadores privados, importara la chapa desde Brasil en vez de producirla en el país. Fue el recordado acto en el que Cristina le pidió a Alberto Fernández "que use la lapicera" y lo acusó de ser blando ante los intereses corporativos.

El mismo día, Kulfas le contestó que no había capacidad técnica para hacer en el país el tipo de chapa que se requería para el gasoducto y, además, insinuó que eran los funcionarios kirchneristas de la Secretaría de Energía quienes habían hecho un pliego de condiciones a la medida de Techint.

Ahora, el debate del "para qué"

Con semejantes antecedentes, resulta todo un desafío para el peronismo que el gasoducto, que hasta ahora ha sido un sinónimo de conflicto interno, pueda transformarse en un símbolo de unidad. De hecho, uno de los temores que expresan en el entorno de Massa es que Cristina Kirchner no pueda evitar algún recordatorio agresivo, dirigido al Presidente, con quien hace largos meses que no tiene diálogo.

Por eso, Massa está preparando la estrategia de la comunicación oficial para que se destaque la voluntad política para hacer la obra, la rapidez en la ejecución y hasta una dosis de rebeldía, porque se presentará al gasoducto como una muestra de desobediencia ante las exigencias del FMI.

Sergio Massa lanza su campaña con una
Sergio Massa lanza su campaña electoral el 9 de Julio con una "declaración de independencia energética"

Es con esas premisas que se realizaron los videos oficiales del servicio de prensa de Presidencia y que se coordinó la tónica de las declaraciones de los funcionarios.

"Demostramos que sí era posible, cuando había escepticismo sobre que los argentinos podíamos hacer esta obra en tan poco tiempo. Es un orgullo y una hazaña para todos los que estuvieron involucrados. Los próximos años van a ser muy positivos en materia energética", dijo Flavia Royón, la secretaria de Energía.

Pero el riesgo de fisura en el discurso peronista no se limita a la interpretación sobre quién tuvo el mérito de la obra, sino que también atañe al futuro, lo que en la interna denominan el "para qué" del gasoducto. Sobre ese punto se expresó Amado Boudou, el ex vicepresidente de Cristina, que acaba de incorporarse al equipo asesor de Massa.

Boudou planteó que, dependiendo de cuál sea la visión política, se dará un uso diferente a los recursos que deje el gasoducto. Así, plantea que una posible decisión sería el abaratamiento de las tarifas de gas, para mejorar indirectamente el poder adquisitivo de la población. Esa es, precisamente, la visión kirchnerista del tema.

Pero también hay otras lecturas posibles, y que parecen más cercanas al sentir de Massa. Por ejemplo, que prosiga el aumento gradual de las tarifas y que los recursos del gasoducto se usen para equilibrar la balanza de pagos, no solamente por el ahorro importador sino por el ingreso de dólares que deje una futura exportación de gas.

De hecho, el director de Aduanas, Guillermo Michel, uno de los funcionarios de confianza de Massa, dijo que será con los propios recursos que deje la exportación de energía que se terminará de cancelar la deuda con el FMI.

¿Por fin, un 9 de Julio festivo para Alberto?

En todo caso, el próximo 9 de Julio le dará al Gobierno la posibilidad de tener, por fin, un Día de la Independencia en el cual predomine el festejo por sobre las peleas. Hasta ahora, esa efeméride siempre había sido un recordatorio de alguna situación de crisis.

En 2020, todavía en plena pandemia, Alberto Fernández sufrió una de las primeras grandes expresiones de rechazo, con un masivo "banderazo" que mezcló la protesta por la intentona de estatización de Vicentin con las quejas por la dureza de la estricta cuarentena que hundió la economía. Pero también había críticas internas, porque Cristina le enrostraba su política de amiguismo con la dirigencia empresaria, la cual había sido convocada a la residencia de Olivos.

En el recordado acto en el que Cristina Kirchner le pidió al Presidente
En el recordado acto en el que Cristina Kirchner le pidió al Presidente "usar la lapicera" quedó en evidencia la divergencia sobre el uso prioritario de las divisas

Al año siguiente, el Presidente pasó un solitario 9 de Julio en Tucumán, al cual no asistieron los representantes kirchneristas. En ese momento, el país estaba sumido en la polémica por la campaña vacunatoria del Covid, en la cual el kirchnerismo insinuaba que el Gobierno estaba mostrando cierta debilidad frente al laboratorio Pfizer y que eso era un antecedente inquietante justo cuando se estaba negociando el acuerdo con el FMI.

Fue así que, en su discurso, Alberto contestó: "Si alguien espera que claudique ante los acreedores o ante un laboratorio, se equivoca. No lo voy a hacer, antes me voy a mi casa".

El Día de la Independencia de 2022 no fue mejor para Alberto: tras dos meses de turbulencia cambiaria y el breve interinato de Silvina Batakis, acababa de asumir Massa, en un acto que el ámbito político interpretó como la entrega del poder a un "súper ministro" que en los hechos se comportaría como presidente de facto.

De manera que, para Alberto Fernández, este domingo supone la posibilidad de tener un acto que reivindique su gestión y en el que no se filtren críticas internas. Esa es, al menos, la idea previa. Pero claro, después de tres años y medio de peleas, nunca se puede descartar que los antiguos rencores puedan aflorar en los discursos.