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Crédito a los jubilados: Massa deja en evidencia la dificultad del peronismo para hacer campaña en medio de un ajuste

El gasto en jubilaciones cae a un 8% mensual y genera rispideces internas. Massa anunció un plan de crédito con bajo impacto fiscal para atenuar críticas
12/07/2023 - 15:30hs
Crédito a los jubilados: Massa deja en evidencia la dificultad del peronismo para hacer campaña en medio de un ajuste

La "muy buena noticia para los jubilados" que había preanunciado el ministro/candidato Sergio Massa deja en evidencia dónde está uno de los mayores flancos débiles de la campaña electoral oficialista: los jubilados han sido una de las mayores variables de ajuste durante la gestión peronista.

Abundan los números respecto de este tema: en el acumulado del año, el gasto tuvo una caída real de 7% respecto del mismo período de 2022. Y las jubilaciones, con un recorte de 8%, representan uno de los rubros de mayor ajuste, después de los subsidios y de las transferencias a las provincias.

No es sorpresa para nadie, claro: todos esos ahorros estaban comprometidos en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como forma de que el déficit fiscal de este año disminuyera medio punto del PBI para cerrar el año en 1,9%. Y por más que la sequía haya cambiado las expectativas -de hecho, los privados creen que el déficit terminará encima del 3%- todo indica que las jubilaciones seguirán siendo el gran rubro a ajustar.

Por un lado, que la situación sea así es vista como algo inevitable: el rubro de jubilaciones es, por lejos, el de mayor ponderación dentro del presupuesto nacional: representa actualmente un 36% del gasto público primario. Por lo tanto, es difícil llevar a cabo un ajuste fiscal que no afecte este rubro.

Un informe de la Fundación Mediterránea muestra que en el acumulado de este año el gasto en jubilaciones cayó a 2,36% del PBI, una marca que no sólo cae frente a la del año pasado sino que está 0,8% puntos por debajo del promedio de la gestión macrista.

Los primeros en tener en claro estos números son los propios militantes del kirchnerismo, que durante los meses previos a las definiciones de las candidaturas cuestionaron ese mismo perfil de austeridad fiscal del que Massa hace ostentación.

El gasto en jubilaciones cayó un 8% interanual y está entre los rubros de mayor ajuste fiscal
El gasto en jubilaciones cayó un 8% interanual y está entre los rubros de mayor ajuste fiscal desdeque Massa asumió el ministerio

A los fríos números presupuestarios se agregan los más sensibles de los indicadores sociales: entre los mayores de 65 años, la incidencia de la pobreza casi se duplicó durante esta gestión de gobierno. Un reporte de la Universidad Católica -el "Observatorio de la Deuda Social"- marca que un 26% de las personas mayores de 60 años está en pobreza estructural. Según el informe, un 40% declara ingresos insuficientes para cubrir sus gastos, un 12% no puede acceder a una vivienda digna y el 23% no tiene alcance a servicios básicos.

Y la actual jubilación mínima -un básico de $70.938 más un bono de $17.000 a cobrar con el haber de julio- apenas alcanza para cubrir un tercio de la canasta real de los jubilados, que miden organizaciones como la Defensoría de la Tercera Edad.

El desafío de hacer campaña en un ajuste

Con semejantes números sobre la mesa, es todo un desafío para Massa argumentar en contra de quienes critican la política jubilatoria, tanto desde la oposición como desde dentro del propio frente oficialista.

Después de todo, es la propia fórmula indexatoria ideada por el ex ministro Martín Guzmán -concebida con un criterio pro-cíclico- la que hace que en momentos de crisis y alta inflación se produzcan caídas reales en el ingreso jubilatorio.

La mayor prueba de ello es la necesidad de complementar a los ajustes trimestrales previstos por ley con los "bonos extraordinarios" para los beneficiarios de la franja mínima.

Aun así, el Gobierno no pudo evitar que en las marchas piqueteras de reclamo por mayor asistencia social se denunciara que los planes y las jubilaciones se encuentran a la cabeza de la política de ajuste.

Una situación incómoda para todo gobierno peronista, lo que ha llevado a una defensa con un uso polémico de la estadística. La titular de Anses, Fernanda Raverta, sostiene que hay una ganancia real en el poder adquisitivo, porque la jubilación mínima -cuando se suma el bono extraordinario- tuvo un incremento nominal de 130% hasta junio.

Lo cierto es que ese incremento implica una comparación "punta a punta", pero cuando se hace la medición promedio -que es la que verdaderamente refleja la variación del poder de compra- hay una caída importante. Ya cuando Alberto Fernández había mencionado ese dato en la apertura de las sesiones del Congreso, los economistas habían estimado que, si se hacen los cálculos correctamente, la pérdida real había sido de 12%.

Junto al ministro Massa, la titular de Anses, Fernanda Raverta, anunció un programa de crédito a tasa subsidiada destinado a los jubilados
Junto al ministro Massa, la titular de Anses, Raverta, anunció un programa de crédito a tasa subsidiada para jubilados

Massa, con mensajes a jubilados y a la interna

Con pocas herramientas fiscales a la mano, Massa decidió un nuevo tramo de crédito subsidiado para los jubilados -préstamos de hasta $400.000 a una tasa nominal de 29%, con la posibilidad de devolverlos en 48 cuotas-, y le dio al anuncio un fuerte tono político.

"El sentido económico de la medida es cuidar nuestro mercado interno. El jubilado no hace contado con liquidación, no compra dólar futuro ni se timbean acciones. El jubilado consume y mueve el mercado interno", dijo el ministro.

Fue un momento que trajo reminiscencias de la campaña de Alberto Fernández en 2019, cuando argumentaba que prefería usar en las jubilaciones los recursos que en ese momento se dedicaban a las letras del Banco Central.

Cuatro años después, la "bola de Leliqs" supera los $10 billones y son consideradas por los economistas como una potencial bomba inflacionaria. Peor aun, el volumen de dinero que el Banco Central inyecta cada mes por el pago de intereses de estos títulos ya equivale, aproximadamente, a lo que se paga por un mes de jubilaciones.

Lo cierto es que Massa necesitaba un anuncio político destinado a los jubilados: ya se había generado un incipiente ruido interno en Unión por la Patria, luego de que se anunciara un alivio en el Impuesto a las Ganancias, que beneficia al grupo de asalariados de nivel medio-alto. Esa medida había despertado críticas por su costo fiscal, justo en un momento en el que el peronismo necesita recuperar el voto de los sectores de menores ingresos, que denuncian una degradación en la asistencia estatal.

Por lo pronto, el anuncio del crédito le dio al candidato la posibilidad de hablar del tema jubilaciones con un anuncio positivo, justo en un momento de ajuste en términos reales. El costo fiscal será relativamente bajo: según informó Anses, se inyectará en el mercado unos $50.000 millones mensuales. ¿Cuánto representa esa cifra en términos de esfuerzo fiscal?: aproximadamente un 5% de lo que se eroga por un mes de jubilaciones.

Una masa electoral enojada y con peso

La preocupación de Massa por mejorar la imagen del peronismo con el sector de los jubilados se ha hecho evidente ya en el arranque de la campaña proselitista. En un video, el candidato acusa a Patricia Bullrich y a Javier Milei de querer "eliminar el PAMI".

"Hay que contarles a los jubilados que si eliminan el programa de medicamentos, como dicen que lo van a eliminar, el 20% de las jubilaciones, automáticamente la van a perder por el gasto de medicamentos", afirmo el candidato.

Con ocho millones de votantes, el sector de jubilados representa 22% del padrón y tiene peso para definir una elección
Con ocho millones de votantes, el sector de jubilados representa 22% del padrón y tiene peso como para definir una elección

Con una masa de ocho millones de beneficiarios -sumando los jubilados y pensionados- este sector de la sociedad argentina representa un 22% del padrón electoral. Y si bien es cierto que es naturalmente el segmento donde se registra el mayor nivel de ausentismo en las elecciones, también está claro que tiene fuerza suficiente como para dar vuelta un resultado.

De hecho, el peronismo tuvo muy en cuenta que su derrota de 2015 tuvo un componente demográfico muy marcado: los jóvenes de hasta 30 años votaron mayoritariamente por la continuidad, mientras que la franja intermedia mostró paridad. La victoria de Mauricio Macri fue posible por la marcada preferencia de los mayores de 50 años, un segmento donde la ventaja para la coalición Cambiemos fue de 60% a 40%.

Esa tendencia se confirmó en las presidenciales de 2019. Fue algo que quedó demostrado en la elección, cuando Macri mejoró drásticamente su performance respecto de las PASO, agregando 2,7 millones de votos. La explicación estaba en que la afluencia a las urnas subió cinco puntos porcentuales -o, dicho de otra manera, muchos adultos mayores que en agosto no habían ido a votar sí lo hicieron en octubre-.

Ahora, para empeorar la situación, el peronismo ya no sólo tiene agravado el problema para captar los votos de los jubilados, sino que teme que buen parte de su base de apoyo juvenil se "fugue" hacia alternativas como la de Javier Milei.