Las recientes elecciones generales del domingo 22 de octubre iban a ser una cuestión de aparatos políticos y esta aseveración no puede ser puesta en discusión tras los resultados de los comicios que hundieron a Juntos a nivel nacional, establecieron un techo al fenómeno Milei y despertó al gigante dormido del peronismo bonaerense y federal, al que con poco, Daniel Scioli había hecho una mejor elección en el año 2015, dejó a Sergio Massa muy cerca de poder conquistar su anhelo más perseguido en su vida política: el sillón de Rivadavia.

Pero, para acceder al primer piso de Balcarce 50, deberá afinar el lápiz porque tampoco le sobra demasiado y es, en esa estrategia a realizar, donde deberá tomar una decisión con respecto al ballotage que se desarrollará en la ciudad de Buenos Aires el 19 de noviembre.

En una rápida apertura de mano para las aspiraciones del primo de Mauricio Macri, Javier Milei expresó ayer que está dispuesto a trabajar por el triunfo de Jorge Macri en la ciudad si, y sólo si, Juntos hará lo propio en beneficio de su candidatura presidencial.

En ese más que probable contexto político, los asesores del ministro candidato del oficialismo confiaban a iProfesional que "...Sergio deberá tomar una decisión urgente en los próximos días. Si se juega a fondo por el amigo de Alberto Fernández en la Ciudad, una persona que Sergio aprecia y del cuál dijo que es un creativo en busca de soluciones electorales o le pedirá a Leandro que reconozca el triunfo de Macri que no alcanzó la mayoría necesaria por unas pocas décimas".

Un dilema del cual Sergio Massa no se puede escapar, al menos en el análisis de la cuestión, porque sabe que, si Santoro reconoce a Juntos el triunfo en la elección para la Jefatura de Gobierno porteño, inmediatamente se desmovilizaría el aparato político del PRO que ofertaría las boletas de Milei-Macri en caso de que vaya a la arena electoral apoyando a Santoro.

Sin embargo, cerca del dirigente de Tigre, especulan que finalmente Santoro competirá porque "...es pedirle demasiado a un armado en la ciudad que ha dado sus frutos y volvió competitiva una oferta electoral siempre adversa para el peronismo en la Ciudad, aunque los votos que sacó Ramiro Marra vayan todos juntos al PRO".

A Jorge Macri le faltaron muy pocos votos para ganar en primera vuelta

Jorge Macri pasa factura por los votos que le faltaron

En el bunker de Jorge Macri, el porteño que llegó de Vicente López, especula que los votos de La Libertad Avanza cosechados por Marra, 246.179 boletas, el 13,89%, se sumarán a su favor en el ballotage pero, por estas horas, está más obsesionado por saber que fue de los cerca de 162.000 sufragios que se perdieron desde las PASO del 13 de agosto pasado cuando venció a su rival interno, Martín Lousteau, y que se evaporaron como por arte de un pase de magia del mago Sin Dientes en la noche del domingo pasado.

En rigor, Leandro Santoro sumó cerca de 158.000 votos más que los que consiguió en las internas PASO cuando no compitió contra nadie. Indudablemente estos votos no llegaron ni desde las filas de los electores de La Libertad Avanza ni mucho menos del resto de las ofertas políticas.

Todo indica que los que votaron por la opción del radical Martín Lousteau en la interna de Juntos del mes de agosto cambiaron su voto, en un número apreciable, para sufragar por la lista capitalina de Unión por la Patria en un movimiento que indigna a los asesores de los primos Macri.

Lo cierto es que el día después de las elecciones generales, en la Ciudad, habrá ballotage entre Santoro y Macri y, si bien hay que aguardar por el recuento final de los votos, de acuerdo con los datos provisorios difundidos por la Cámara Nacional Electoral, Macri acumuló un 49,6% de votos, mientras que Santoro alcanzó el 32,2%, el artículo 96 la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires es taxativo, solo hay un escenario posible para que haya un balotaje: "Si en la primera elección ninguna fórmula obtuviera mayoría absoluta de los votos emitidos, con exclusión de los votos en blanco y nulos, se convoca al comicio definitivo, del que participarán las dos fórmulas más votadas, que se realiza dentro de los treinta días de efectuada la primera votación".

De esta manera, para que haya una segunda vuelta ninguno de los candidatos debía superar el 50% de los votos totales, algo que se terminará de confirmar en el recuento definitivo.

En el bunker de Juntos en Parque Norte, Jorge Macri afirmó que tenía "...muchas chances de ganar en primera vuelta", pero minutos después admitió que "tal vez falte un pasito más".

Ya le habían anoticiado que muchos votos radicales se habían perdido en el camino y la alegría no pudo ser completa para la familia Macri.