iProfesionaliProfesional

La CGT prepara un frente "anti Milei" con Kicillof y La Cámpora: ¿cuál será su próxima movida?

Junto a camioneros, docentes y bancarios, la central sindical espera una movilización histórica. ¿Será el puntapié inicial de la denominada "resistencia"?
24/01/2024 - 07:02hs
La CGT prepara un frente "anti Milei" con Kicillof y La Cámpora: ¿cuál será su próxima movida?

"Sabemos que vamos a reventar la Plaza. El tema es cómo seguimos después del acto". Con cierta dosis de incertidumbre, un curtido dirigente cegetista meneaba la cabeza el lunes por la tarde, cuando ya estaba todo jugado y se sabía que a los 40 mil camioneros que aportarán los Moyano, se les sumarán unos 30 mil militantes traídos desde el conurbano, más gruesas columnas de bancarios y otros gremios ultra kirchneristas como los docentes de la CTA, para nutrir lo suficientemente fuerte a la movilización y protesta frente al Congreso, en repudio al DNU y al proyecto de Ley ómnibus impulsado por Javier Milei.

En total, la expectativa es llenar la Plaza de los dos Congresos con más de 100 mil personas y, en lo posible, sin disturbios. "El tema de la seguridad lo hemos conversado en varias reuniones con el Gobierno. Nosotros nos ocupamos de que los muchachos estén tranquilos y nadie tire ni una piedra. Pero exigimos que la policía no nos filme ni provoque", señaló un gremialista del círculo del camionero Pablo Moyano. Por eso, en el operativo de este miércoles habrá gente identificada con pecheras de los distintos sindicatos. La CGT ya logró que un juez le ordene al Gobierno no filmar la protesta.

En algún sector de la dirigencia gremial sospechan que en el entorno de Bullrich buscan provocar para que la protesta se desmadre y el gobierno pueda salir a comparar este reclamo con el acto liderado por kirchneristas y la izquierda, en el mismo lugar, durante el gobierno de Mauricio Macri. El de las famosas14 toneladas de cascotes. "Vamos a intervenir si hay violencia", aclaran desde la órbita del Ministerio de Seguridad.

El acto de este miércoles será una prueba de fuego para Bullrich. Pero también para los caciques cegetistas, enterados de que su imagen ante la sociedad es pésima. "Son todos millonarios y tienen la cola sucia", braman desde el mileísmo duro.

En cambio, algunos sectores más "dialoguistas" del Gobierno prefieren no profundizar el cruce. "Que marchen, que puteen. Al otro día contaremos los porotos en el recinto y veremos quién está de cada lado", chicanea un diputado que no pertenece al bloque libertario, pero negocia 24x7 para que llegue a buen puerto la ley ómnibus. ¿Y Mauricio Macri? Podría expedirse en las próximas horas.

La CGT busca blindar los puntos débiles de la protesta

Hacerle un paro a Milei a un mes y medio de haber asumido, luego de no haber hecho siquiera una medida de fuerza en cuatro años de gobierno de Alberto Fernández, que dejó al país con una inflación altísima y el 40% de la gente en la pobreza, es difícil de explicar para cualquier dirigente gremial. Sobre todo cuando esté instalada en un amplio sector de la sociedad la concepción de que los peronistas "no dejan gobernar" en la Argentina a otro partido que no sea el PJ.

Junto con Kicillof y La Cámpora,
Junto con Kicillof y La Cámpora, la CGT espera dar inicio a una "resistencia anti Milei".

Para colmo, el gobierno operó en forma inteligente y recordó, por ejemplo, que el histórico dirigente cervecero Saúl Ubaldini le hizo 13 paros generales a Raúl Alfonsín mientras la recuperada democracia tambaleaba. Luego Ubaldini le pidió disculpas al líder radical. Pero ya era tarde. No se demostró otra cosa que el hecho de que los peronistas se ponen angurrientos cuando no están en el poder, y terminan complicando la estabilidad institucional.

Ahora, el argumento cegetista es que el mega DNU y la ley ómnibus pegan en la línea de flotación de la subsistencia de los trabajadores. "Es un ajuste feroz, que no podemos permitir", sostienen Héctor Daer, Pablo Moyano y el resto de los referentes sindicales.

Desde el punto de vista del Gobierno, el paro y la protesta tienen un defecto de origen. Daer, Moyano, Sergio Palazzo (bancarios) y otros no pudieron imponer una medida de 24 horas, como pretendían, porque a algunos sectores gremiales más dialoguistas les pareció un despropósito teniendo en cuenta que el Gobierno asumió apenas el 10 de diciembre último y de que Milei aún mantiene casi un 60% de imagen positiva.

En cambio, los sectores más duros del sindicalismo creen que la medida de fuerza es sólo un puntapié inicial para lo que ya denominan "la resistencia", como si el gobierno de Milei no fuera genuino. Incluso, ya imaginan otra movilización antes de que termine el verano, por ejemplo cuando se conozca la inflación del primer trimestre mileísta, que rondaría el 60%.

Entre los sectores políticos que apuntalan esa impronta cegetista se encuentran el massismo -cuyo líder Sergio Massa parece tener un rebrote de ansías de poder-, el kirchnerismo duro que tiene como cabeza de playa al gobernador Axel Kicillof y a gremialistas como el líder del Suteba, Roberto Baradel, La Cámpora con Máximo Kirchner, Mayra Mendoza (Quilmes) y Eduardo "Wado" de Pedro como referentes, y la izquierda, siempre ávida de ocupar algún lugar en la historia, aunque sea yendo de prestado a las manifestaciones grandes.

En la previa del paro nacional, la CGT se cruzó con el Gobierno

En la previa del paro, convocado a menos de 20 días de la asunción de Milei y convirtiéndose en el más rápido desde el regreso de la democracia, referentes de la CGT, como Héctor Daer y Pablo Moyano, se cruzaron públicamente con representantes del oficialismo como el portavoz Manuel Adorni.

La Justicia le prohibió al Ministerio de Seguridad
La Justicia le prohibió al Ministerio de Seguridad realizar filmaciones o requisas durante el paro nacional de la CGT.

La pelea incluye a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien busca hacer cumplir el protocolo antipiquete y evitar cortes de calles, por lo que este martes la cartera advirtió a la central obrera que no se encuentra habilitada "para asegurar, autorizar o restringir ningún tipo de circulación". El transporte público estará garantizado hasta las 19, para "permitir que aquellos ciudadanos que quieran sumarse a la movilización luego cuenten con trenes y colectivos para poder regresar a sus hogares", dijo la CGT.

Desde el mediodía se espera que comiencen a llegar las principales columnas de los sindicatos a la Plaza de los dos Congresos, donde se prevé que horas después se desarrolle un acto que, en principio, tendría como oradores a los miembros del triunvirato que conduce la CGT, Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros) y Carlos Acuña (Estaciones de servicio y garages).

Para el sindicalismo, el mega DNU y la ley ómnibus contienen "muchas medidas arbitrarias, anticonstitucionales y lesivas de un vasto número de derechos civiles, comerciales y sociales, que introduce una feroz reforma laboral regresiva cuyo único objetivo es disciplinar a los trabajadores". Se refirieron así a reformas como la exclusión de la Ley de Contrato de Trabajo a personas físicas; la extensión del período de prueba; la reducción de los montos indemnizatorios y la imposición de una moratoria imperativa para el pago de las condenas.

En esa pugna, el gremialismo consiguió que la Justicia laboral frenara los artículos del DNU que refieren a temas laborales, por lo que no se encuentran actualmente en vigencia, a diferencia del resto de su contenido. Pero su objetivo final es "voltear" por completo el mega DNU y la ley ómnibus.

En busca de ese objetivo vienen acordando el rechazo con los legisladores peronistas y presionando a los opositores más dialoguistas para que no acompañen el proyecto que se está debatiendo, y así ambas iniciativas caigan, con lo cual Milei se quedaría sin los pilares o la hoja de ruta que se propuso para el primer tramo de su gestión. Por eso eligieron marchar al Congreso, con el fin de renovar la presión en momentos en que el oficialismo busca obtener dictamen en Diputados y tratarlo en el recinto en breve.

El Gobierno ya tiene preparada la estrategia de respuesta: hablará de "las dos Argentinas" e insistirá en que una "se quiere quedar en el atraso, el pasado y la decadencia", y la otra es "la que votó las ideas de la libertad". El partido recién empieza, y los argentinos de a pie siguen en el medio de los tironeos. Como siempre.