La media sanción que La Libertad Avanza busca desesperadamente de la ex Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, y que podría obtener entre el viernes y el sábado próximos, será presentada por las huestes libertarias como una gran victoria del gobierno, pese a que, la norma, quedará reducida a un compendio de cuestiones sin mayor utilidad para el gobierno.

Sin embargo, se prepara una gran puesta en escena para un festejo que solamente tendrá sentido comunicacional. En las redes sociales, sus partidarios ya juegan con imágenes del León montándose sobre el Congreso, con legisladores a sus pies como derrotados y con hashtags como #SeraLey que marcan tendencias en X.

Lo cierto es que Milei sufrirá una derrota fenomenal en la Cámara Baja, perdiendo casi la totalidad del contenido relevante de su proyecto. "Mirá, esto funcionó muy bien como prueba, como globo de ensayo. Le pelamos la ley y se las comieron todas, fueron cediendo, mostraron un desmanejo parlamentario que nunca habíamos visto. Aparte hay otras cosas. Los tipos son fuertes en redes, pero en la calle no existen. Eso de que Milei iba a gobernar con los fanáticos libertarios en las calles, no existe, apareció uno y cobró", dicen en una de los bloques dialoguistas que le toman el pulso al gobierno.

Lo cierto es que "el paquete fiscal" que el gobierno retiró del proyecto, más allá de las declaraciones del ministro Luis Caputo, no se dio de baja voluntariamente, fue una derrota completa, casi ninguna de las normas contenidas en el mismo, iba a ser aprobada en el recinto. Allí el Gobierno perdió: el blanqueo de capitales, la moratoria fiscal, el aumento de retenciones a las exportaciones agroganaderas, la posibilidad de tomar deuda externa sin autorización del parlamento y la apuesta a ajustar el estado por medio de la derogación de la fórmula de ajuste jubilatorio.

Pero eso no es todo. El gobierno perderá además buena parte de las materias en las que pretendía delegación de facultades, y, es más, está latente todavía la posibilidad de que las pierda todas. Sí, como dijo Facundo Manes en la sesión del miércoles, un sector importante del bloque radical, directamente rechaza la delegación, el Gobierno está muy justo con los votos, y perder entre 10 y 12, que son los que controlaría el neurocientífico, puede ser letal.

Otra pérdida gravísima en materia financiera, es el retiro del proyecto de la posibilidad que pretendía la Casa Rosada, de hacer uso del Fondo de Sustentabilidad del Anses para fortalecer al Tesoro. En tal materia, no tenía el apoyo ni siquiera del propio bloque libertario, donde algunos legisladores como Marcela Pagano, periodista especializada en economía, sintió alivio cuando la iniciativa perdió posibilidades de ser sancionada.

Javier Milei tuvo que dejar de lado varios capítulos de la ley ómnibus para tratar de lograr su aprobación

Ley ómnibus: el Gobierno sufrió varias derrotas temáticas

Por otro lado, y siguiendo con las derrotas temáticas, el Gobierno también tuvo que aceptar sacar del proyecto los cambios que pretendían al Régimen Federal de Pesca. La propia diputada libertaria Juliana Santillán Brahim, oriunda de Mar del Plata y cercana a la industria de la pesca, presionó para quitar las modificaciones.

El gobierno no consensuó el proyecto ni con su propio bloque. Ni siquiera ellos sabía que decía la iniciativa cuando se envió. Algunos legisladores de LLA, ofuscados, argumentan que: "es que no nos conocemos, casi nadie sabe quién es el otro y los ministros no nos tienen ni registrados, entonces nos desconfían, porque aparte son paranoicos, creen que los vamos a vender con los medios. Y como subestiman al Congreso, nos subestiman a nosotros.

Es verdad que nos falta ejercicio y tenemos mucho que aprender, pero así va a ser difícil", dice una diputada del bloque oficialista que viene de una potente provincia del interior.

Durante la sesión también, caerán los cambios al régimen de biocombustibles que pretendía Milei. Los bloques dialoguistas van a voltearlo en la votación en particular. Varios ministros de energía de diversas provincias productivas, influyeron seriamente en esa posición y los miembros de los bloques llamados dialoguistas se cansaron de dialogar. No piensan avisarle al oficialismo para que lo saque del dictamen más manoseado de la historia, directamente le votarán en contra para ahorrar más dilaciones.

Al margen de todas esas defecciones en materia económica, el Gobierno debió ceder: la reforma electoral, la disminución de miembros de la Cámara de Diputados, el Juicio por Jurados, la modificación al Código Penal que definía como una manifestación la reunión de 3 o más personas, y particularmente, ciertas modificaciones sobre el Instituto Nacional de Cine (INCAA) que eran un símbolo político que ya no podrá blandir.

En la misma línea, el esquema de privatizaciones de empresas públicas a discreción de Milei, fue totalmente minimizado durante las negociaciones y todavía quedan restricciones por incluir en la discusión en particular. Ya no podrá privatizar sin control parlamentario, ya no podrá hacerlo totalmente en algunas empresas que la oposición considera de carácter estratégico, y claramente, no podrá hacerlo con YPF. ¿Podrá hacerlo con alguna? Está por verse, pero parece poco probable que no deba someterse al Congreso en cada intentona privatizadora.

El festejo libertario por la aprobación de la ley ómnibus solo será comunicacional

Festejo libertario triste

Además, en el retiro del llamado "capítulo fiscal", el Gobierno se llevó también la modificación del impuesto a las ganancias que iba por un proyecto aparte, y perdió, además, los cambios en materia del tributo por bienes personales.

En síntesis, el festejo que preparan los libertarios sobre la aprobación en general, se parecerá bastante a un cuento de Alejandro Dolina que tituló: "El Corso Triste de la calle Caracas", que era una celebración de carnaval donde la gente padecía tormentos y derrotas. La Ley Ómnibus fue totalmente desguazada y la atención que nos merece por estos días, se limita a observar cuantos aspectos más le serán retirados por una oposición totalmente empoderada frente a un gobierno que ha exhibido sus extremas debilidades hacia adentro del sistema político.

Todo ello sin mencionar como, el famoso DNU también va siendo lentamente despedazado por el Poder Judicial. Milei se resquebraja por su estilo autoritario y desprolijo, tanto en el frente legislativo como en el judicial. De dicho DNU, ya cayeron: la reforma laboral, el aumento en las prepagas, las sociedades anónimas deportivas y la derogación de la ley de tierras. Las victorias pírricas, se parecen más a un triunfo, que lo que Milei terminará obteniendo de sus dos grandes primeras jugadas políticas.