La idea de realizar un plebiscito volvió a tomar fuerza luego del revés que sufrió el Gobierno de Javier Milei en el tratamiento de la Ley ómnibus, pero ¿qué es y para qué sirve esta medida que se usó una sola vez en Argentina?

Manuel Adorni, vocero presidencial, dialogó con LN+ y al ser consultado sobre la posibilidad de que el Presidente impulse un plebiscito sostuvo que este "va a ser todo lo posible para cumplir con el mandato popular, que es sacar a la Argentina adelante. Tal vez la ‘Ley Bases’ sea una pequeña parte de todo lo que necesitamos, pero es parte del camino". 

Luego, en sus redes sociales, el líder libertario, en medio de su gira por Israel, puso "me gusta" en dos comentarios que hacía alusión a una convocatoria popular. El primero fue de la cuenta @ladymarketok: "Hay que ir a un plebiscito y a la mierda con estos traidores". Mientras que el otro tuit fue de la senadora provincial María Florencia Arietto: "Si el kirchnerismo festeja, significa que el pueblo no está ahí. Llame a plebiscito popular Presidente Javier Milei, el pueblo lo va a acompañar".

Al mismo tiempo, el vocero recordó en su cuenta personal un fragmento de la entrevista que Milei le dio a Luis Novaresio antes de ser presidente. En la misma hacía mención de qué haría en caso de que los funcionarios le dijeran que "no". Adorni acompañó el video con su ya tradicional comentario "fin", lo que sostiene la hipótesis de que el Presidente intente solicitar la opinión de los argentinos. 

¿Qué es un plebiscito?

Un plebiscito es un mecanismo de participación ciudadana que busca recoger la opinión directa de la población sobre una cuestión específica. Este proceso implica la formulación de una pregunta clara y concisa que los ciudadanos deben responder mediante su voto. El mismo puede abordar diversos temas: desde reformas constitucionales hasta decisiones políticas o sociales cruciales.

Un dato a tener en cuenta es el marco legal específico que regule el proceso. Dependiendo de esto, puede que sea o no vinculante, este último caso es sin obligación de acatar la voluntad de los votantes; y el voto no es obligatorio. 

No es la primera vez que Javier Milei analiza la idea de llamar a plebiscito.

Según contempla la Constitución Nacional, el llamado a consulta popular lo pueden hacer tanto el Presidente como el Congreso. Este último órgano convoca a un plebiscito vinculante para someter al pueblo un proyecto de ley y cuyo resultado obliga al Gobierno. Mientras que la no vinculante, es decir, sin obligación de acatar la voluntad de los votantes, puede ser promovida por el Congreso o el Poder Ejecutivo.

El artículo 40 establece que la Cámara de Diputados "podrá someter a consulta popular un proyecto de ley". En el caso de las consultas vinculantes, el voto de los ciudadanos es obligatorio y, si el electorado apoya la iniciativa, el proyecto se convierte automáticamente en ley. La decisión de la ciudadanía debe ser acatada, es decir, no puede ser vetada.

¿Qué necesita Milei para realizar un plebiscito? Para realizar la convocatoria, es necesario que ambas Cámaras aprueben una ley de convocatoria con el voto de la mayoría absoluta de los legisladores. 

Argentina y los plebiscitos: ¿cuándo se realizó una consulta popular?

Si Milei logra llevar adelante el plebiscito, no será la primera vez que los argentinos deban votar bajo esta consigna, ya que en 1984 se realizó el único llamado a consulta popular de nuestra historia. Lo hizo Raúl Alfonsín para saber si se aceptaba el Tratado de Paz con Chile por el Canal del Beagle.

Alfonsín llamó a plebiscito en 1984 y la elección popular se respetó.

Se trató de una consulta no vinculante con voto afirmativo o negativo. En esa oportunidad se hizo con la firma del decreto 2.272, pero como esta medida no estaba incorporada en la Constitución, hubo una discusión jurídica sobre la legalidad y se llegó a un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

En esa oportunidad, el domingo 25 de noviembre los ciudadanos fueron a las urnas -al mismo lugar en el que habían emitido su voto en las elecciones últimas- y solo tenían que presentar du libreta de enrolamiento o cívica. El resultado fue contundente 82% votó "sí" y el Congreso aprobó el acuerdo el 30 de diciembre de 1984.