La mayoría de la clase política y la ciudadanía en general, prestó atención de los numerosos posteos en X del presidente Javier Milei destratando a diputados y gobernadores por igual, por haber hecho caer la Ley ómnibus que su administración envió al Congreso para su consideración, además, del llanto del radical Rodrigo de Loredo o del gesto y el discurso desencajado del diputado Oscar Zago de La Libertad Avanza que vio cómo su bancada debió retroceder.

Pero, pocos repararon en un posteo del ex Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que hoy está embarcado en la pelea por la sucesión de Patricia Bullrich por la titularidad del PRO donde enfrentará la candidatura y la posición del fundador del espacio, Mauricio Macri.

A pocas horas de desatarse la primera y gran crisis política del Gobierno de Javier Milei, Rodríguez Larreta escribió en letras resaltadas, ¡"Viva el consenso carajo!, realizando una variación del grito de guerra de Javier Milei, Viva la libertad, ¡carajo!

En Casa de Gobierno, asesores del Presidente que aguardan por su regreso del exterior, enseñan este posteo como una prueba irrefutable de culpabilidad de una conjura que reunió a los máximos exponentes de lo que se considera "la ancha avenida del medio" para resolver los problemas de los argentinos y que Javier Milei y sus seguidores catalogan como "casta pura y dura".

Javier Milei y los tres "conjurados" que parecían retirados

En este contexto de nueva grieta política que emerge entre los que defienden el cambio profundo y sin anestesia, a lo Milei, o el gradualismo consensuado, propuesto por los representantes del centro político, surgen tres figuras que parecen estar retiradas, pero, durante el pasado fin de semana, activaron sus móviles para generar acuerdos que le terminaron por propinar una sonora derrota legislativa al Presidente.

Sergio Massa, habla mucho menos de lo que solía hacerlo con los periodistas, pero estuvo muy activo con los diputados del bloque Innovación Federal compuesto por partidos provinciales filo peronistas que comparten su disgusto por el justicialismo bonaerense dominado por el kirchnerismo. Sus principales diputados son los que representan a las provincias de Misiones, Salta y Neuquén.

En Misiones hay tres diputados del Partido de la Concordia Social que responden al gobernador Hugo Passalacqua que, a su vez, rinde tributo al verdadero "jefe" de Misiones, Carlos Rovira, de estrecha colaboración política con Sergio Massa. Un productor de cítricos que no quiere dar su nombre por temor a represalias confiesa a iProfesional que "...Rovira es el Kim Jung-un de Misiones" comparándolo con el actual dictador de Corea del Norte.

Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta representan "la ancha avenida del medio".

Otros tres diputados nacionales de ese bloque massista responden al gobernador salteño, Gustavo Sáenz y también tiene incidencia la representación del histórico Movimiento Popular Neuquino (MPN) que hoy tienen como guía al actual gobernador de Neuquén que estuvo entre sus filas, Rolando Figueroa.

Los tres gobernadores mencionados ofrecieron señales previas de acompañamiento al dictamen de mayoría de la Ley ómnibus, según confesó uno de los asesores del ministro de interior, Guillermo Francos.

Sin embargo, "la rosca" política de Sergio Massa pudo más. Y lo logro al demostrarles a los jefes provinciales que no estaba solo en su prédica y en su intención, finalmente lograda, de jaquear al Gobierno de Javier Milei.

Rodríguez Larreta, otro actor fundamental

El otro actor fundamental fue Horacio Rodríguez Larreta, representante junto a Sergio Massa, de "la ancha avenida del medio", quien tuvo un papel fundamental en el armado de acuerdos delante y detrás de escena, con los radicales.

Un bloque de 34 diputados liderado por el apesadumbrado, Rodrigo de Loredo, pero que cuenta con representantes de la Ciudad de Buenos Aires, que tienen su propio juego con la dupla Lousteau-Giacobitti, dirigentes catalogados por los libertarios como casta rancia a pesar de su mediana edad y que suelen transitar por el centro del espacio político.

No obstante esa influencia porteña, Horacio Rodríguez Larreta, cruzó la General Paz y se lo vió muy activo en las provincias donde gobierna el radicalismo o dirigentes que lo apoyaron en su reciente compulsa interna con Patricia Bullrich por la candidatura presidencial de Juntos.

Larreta viene de participar de una reunión de gabinete del gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, para transmitir su experiencia y visión acerca de los desafíos que Santa Fe deberá superar, y, otro tanto hizo en San Luis con el gabinete de Claudio Poggi.

Elisa Carrió, otra dirigente a la que deberá enfrentar Milei.

"Mi vocación por cambiar la Argentina no depende de un puesto o una elección" escribió en X, el ex candidato presidencial que agregó, "...me voy muy motivado por el compromiso del equipo de Gobierno en transformar la vida de los puntanos para siempre".

La conjura secreta contra los planes legislativos de Javier Milei no estaría completa sin dos protagonistas más de la política nacional y amantes de los diálogos y los acuerdos entre dirigentes partidarios.

Carrió, la que siempre se está retirando sin lograrlo

Elisa Carrió, que siempre se está retirando sin lograrlo, y Emilio Monzó, que jugó para Patricia Bullrich en la fratricida, políticamente hablando, interna de Juntos para dirimir la candidatura presidencial que Horacio, soñó durante mucho tiempo y que no pudo alcanzar. Monzó fue fundamental en el armado que terminó por hacer tirar la toalla al gobierno en su intención por salvar del desguace total a la Ley ómnibus.

Señalado por algunos miembros de la Casa Rosada como un kirchnerista que sabe tejer acuerdos subterráneos, lo cierto es que el veterano legislador que fue presidente de la Cámara de Diputados entre 2015 y 2019, fue fundamental para que 21 representantes de la bancada Hacemos Coalición Federal que lideró el verborrágico e irascible, Miguel Ángel Pichetto, se decidieran a turnarse para votar en contra de alguno de los incisos del artículo 4, que trataba acerca de las facultades delegadas al Poder Ejecutivo.

Monzó y "su eterno aprendiz", Nicolás Massot, convencieron a los diputados de la Coalición Cívica ARI de Elisa Carrió, de votar en contra en el debate en particular de la norma caída.

Para Milei, fue una traición de varios dirigentes que se habían comprometido a acompañar los cambios. Para los hombres del Presidente, "se trató de una jugada maestra de tres conjurados que este fin de semana se pusieron de acuerdo para propinarnos una derrota política".

Y, para los señalados como responsables de la debacle, "se trató de darle un baño de realidad a Milei para que entienda que sin consenso no se dirige a la Argentina".