En plena guerra comercial, Trump dice que otros países le "besan el culo" para negociar
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump volvió a defender su agresiva política arancelaria en un acto del Comité Nacional Republicano del Congreso, en Washington. En una nueva muestra de su estilo confrontativo, minimizó las críticas que recibe tanto dentro como fuera de su partido y reafirmó su convicción sobre los beneficios de su estrategia comercial.
En su intervención, recurrió a su estilo habitual, cargado de provocaciones, Trump aseguró que "esos países" a los que les impuso aranceles, y que están tratando de responder de manera acorde, en realidad lo están "llamando" desesperado y le están "besando el culo" con tal de lograr un acuerdo.
"Se mueren por tener un acuerdo. 'Por favor, por favor, haré lo que sea, señor, haré lo que sea'", afirmó el mandatario de los Estados Unidos imitando voces.
Lejos de moderar su tono, Trump también apuntó contra figuras de su propio partido. Arremetió contra legisladores republicanos que cuestionan su forma de encarar la política comercial y que proponen que el Congreso asuma un rol más activo en las negociaciones.
"Y luego veo a algunos republicanos rebeldes decir que el Congreso debería encargarse de las negociaciones. Miren, les digo una cosa, ustedes no negocian como yo negocio", afirmó.
Trump redobla su ofensiva arancelaria y desafía a críticos internos y externos
Las declaraciones del líder republicano coinciden con la entrada en vigor de una nueva tanda de aranceles impulsada por la Casa Blanca. Las medidas incluyen gravámenes del 20% para productos de la Unión Europea y del 104% para importaciones desde China.
Esta escalada ya comenzó a impactar en los mercados financieros: el Ibex 35 en España arrancó la jornada con una caída superior al 2%, mientras que el Nikkei en Japón perdió cerca de cuatro puntos porcentuales en su apertura.
El endurecimiento de la guerra comercial ha generado una oleada de cuestionamientos por parte de economistas, analistas y líderes internacionales. Incluso empresarios y grandes inversores estadounidenses, que hasta ahora habían evitado tomar posición, comienzan a manifestar públicamente su preocupación por los efectos de esta política en la economía global y en los mercados bursátiles.
Donald Trump anunció que aplicará aranceles a las farmacéuticas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que la decisión sobre una posible desescalada comercial con China depende ahora de Beijing, al tiempo que anunció medidas arancelarias sobre productos farmacéuticos y mayores impuestos a las importaciones de bajo valor procedentes del país asiático.
"China quiere hacer un acuerdo, desesperadamente, pero no sabe cómo empezarlo", afirmó Trump durante una cena de recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC por sus siglas en inglés). En ese mismo acto, dijo que varios países están "muriéndose por cerrar un acuerdo" con Washington. "Les digo, estos países nos están llamando para besarme el trasero", añadió.
Horas antes, el mandatario firmó una orden ejecutiva que permitirá la aplicación de aranceles significativamente más altos sobre importaciones chinas de bajo valor a partir del próximo mes. También anticipó un nuevo arancel sobre productos farmacéuticos, cuyo anuncio oficial, dijo, se hará "muy pronto".
Es que la industria farmacéutica ha conseguido sortear esta primera ronda de aranceles. Trump dio mayores detalles pero pretende que las compañías vuelvan a asentar la producción y fabricación en el país americano.
Paralelamente, el Gobierno canadiense comunicó que sus propios aranceles sobre determinados vehículos importados desde Estados Unidos entrarán en vigor este miércoles, en una respuesta directa al recrudecimiento de la política comercial de Trump.
Los anuncios se producen en medio de un nuevo pico en la guerra comercial entre Washington y Beijing, ya que Trump confirmó el martes que Estados Unidos continuará con tarifas de más del 104% sobre bienes chinos, luego de que el Gobierno chino se negara a retirar sus represalias.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente aplicó medidas progresivas, comenzando con un 34% adicional, al que sumó otro 50% esta semana. Trump defendió su estrategia al asegurar que el país está recaudando "casi 2.000 millones de dólares al día" en ingresos por aranceles. El mandatario sostiene que esta política permitirá reactivar la industria manufacturera estadounidense, obligando a las empresas a reubicarse dentro del país.