DEBATE CLAVE

Milei prepara el terreno para la reforma laboral: la hoja de ruta entre el Consejo de Mayo y un Congreso hostil

El tema estuvo en la agenda de la primera reunión del organismo, pero el Gobierno espera hasta las elecciones para avanzar. Cómo se cocina el debate
Por Pablo Sieira
POLÍTICA - 24 de Junio, 2025

Se sabe que la reforma laboral es una de las principales metas del gobierno de Javier Milei, que por estos días busca instalar el tema a partir de la convocatoria a la primera reunión del Consejo de Mayo, el órgano multisectorial que creó para consensuar este tipo de proyectos que apuntan a grandes cambios estructurales, aunque entiende que el camino para el debate no será rápido.

La Casa Rosada dejó trascender en los últimos días que la reforma laboral es el punto al que le dio prioridad en la primera reunión del Consejo de Mayo que presidió el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, este martes. La intención de apurar el debate se vio también en la reciente resolución de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que permitirá invertir en Fondos de Cese Laboral, la alternativa a la indemnización por despido.

No obstante, fuentes del Gobierno consultadas por iProfesional fueron cautelosas respecto de la cita de este martes. "Es la primera reunión, se va a empezar a ver el temario", aclararon. No niegan que la reforma laboral figure entre sus prioridades, pero deslizan que recién empiezan a sondear el panorama porque saben que la discusión real empezará después de las elecciones.

Lo mismo señalan en el Congreso ante las consultas sobre el tema. Saben que en los próximos meses les espera un clima mucho más hostil, entre la bancada peronista que entrará en modo bélico por la detención de Cristina Kirchner, las divisiones en los bloques aliados como el PRO y la UCR donde algunos empiezan a retacearle apoyo al oficialismo y una dura negociación en curso por los fondos para las provincias con los gobernadores, jefes de diputados y senadores.

¿Cuál es la hoja de ruta que diseña el gobierno de Javier Milei para la reforma laboral?

En ese contexto, los principales operadores del oficialismo entienden que para avanzar con los cambios en la legislación laboral, previsional e impositiva que tienen en carpeta dependen mucho del resultado de las elecciones nacionales de octubre, cuando se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

Actualmente en minoría, La Libertad Avanza es el espacio que mejores perspectivas de crecimiento tiene en ambas Cámaras por ser el que menos bancas arriesga proporcionalmente (ninguna en el Senado y solo 8 de 39 en Diputados). Por eso, fuentes parlamentarias del oficialismo deslizaron a iProfesional que "los proyectos más importantes para el Gobierno se van a empezar a mover en noviembre o diciembre".

Creen que para entonces la conformación del Congreso será más favorable para las reformas estructurales que quiere concretar el Gobierno, incluida la laboral. En la Casa Rosada coinciden con ese diagnóstico y evalúan que, mientras tanto, el Consejo de Mayo es un lugar propicio para empezar a buscar acuerdos e ir preparando el terreno para cuando llegue el momento del debate parlamentario.

Por eso, el Gobierno decidió activar este órgano a casi un año de la firma del Pacto de Mayo que estableció su creación y fijó los 10 puntos con los que Milei quiere avanzar durante su mandato, entre ellos el de avanzar con "una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal". No obstante, la capacidad del Consejo para cerrar acuerdos que luego se reflejen en el Congreso es otra incógnita que la Rosada necesitará despejar para concretar su meta.

El rol del Consejo de Mayo: ¿cuánto puede influir en el avance de la reforma laboral?

El Consejo de Mayo pretende ser un órgano multisectorial, pero su conformación quedó orientada más a favor del Gobierno que de cualquier otro sector. Por caso, su presidente es Francos y el representante por el Poder Ejecutivo es el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, mientras que por las provincias está el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.

En tanto, los representantes del Congreso son el diputado y jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, y la senadora de la UCR, Carolina Losada. Ambos, al igual que Cornejo, hoy son aliados del Gobierno de Milei, con más o menos matices. Los sectores que más reparos ponen a la agenda del oficialismo -sin ser los más duros, como el kirchnerismo- no tienen ninguna silla en el órgano.

Algo similar ocurre con los representantes de las empresas y de los sindicatos. Por el primer sector integra el Consejo de Mayo el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martin Rappallini, y por el gremios el líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, que integra la conducción de la CGT y es uno de los sindicalistas que mejor diálogo tiene con la Rosada.

Todos ellos participaron de la reunión de este martes, pero también fueron "más para escuchar lo que plantea el Gobierno que para resolver algo", según indicaron a iProfesional fuentes cercanas a dos de los dirigentes que se sentarán en esa mesa.

De todas formas, en lo que refiere puntualmente a la reforma laboral la puesta en marcha del Consejo de Mayo le sirve al Gobierno principalmente por la participación de Rappallini y sobre todo de Martínez, dado que son los actores con los que debe buscar el consenso de base para darle forma a un proyecto de ley con chances de ser aprobado cuando llegue el momento.

Cornejo, Ritondo y Losada tomarán nota mientras aguardan, al igual que el oficialismo, a ver cómo evoluciona el clima dentro del Congreso en estas semanas y cómo puede cambiar su conformación a partir de las elecciones de octubre.

Fondo de cese laboral: el paso preparatorio del Gobierno y los supuestos de la reforma en estudio

En rigor, el bloque de diputados de La Libertad Avanza ya tiene presentado un proyecto que pinta el trazo grueso del tipo de reforma laboral que buscaría el Gobierno, con propuestas de cambios sobre el régimen de sanciones, indemnizaciones, condiciones del contrato laboral y vacaciones, entre otros.

Entre sus puntos principales, propone que las empresas puedan ofrecer a sus trabajadores beneficios como acceso a gimnasios, servicios de telefonía celular o acceso a internet, que pasarían a formar parte de la remuneración sujeta a aportes y contribuciones, y la posibilidad de homologar contratos de trabajo "individuales" que se adapten a las necesidades específicas del sector.

Otros puntos destacados son la modificación del régimen de vacaciones, de modo tal que el trabajador pueda dividir los días en varios períodos a lo largo del año, siempre que cada fracción tenga un mínimo de siete días corridos, y un sistema alternativo a las indemnizaciones por despido con el establecimiento de seguros o fondos de cese laboral.

A grandes rasgos, el objetivo del Gobierno es establecer una flexibilización que permita a las empresas fijar condiciones específicas para determinadas actividades o sectores, sin necesidad de aplicar un mismo convenio colectivo de manera uniforme en todo el territorio nacional.

En principio, el Gobierno dio un primer paso preparatorio con la publicación en el Boletín Oficial de la resolución 1071/2025 de la CNV por la cual se establece que los instrumentos bajo la denominación de Fondos Comunes de Inversión (FCI) o Fideicomisos Financieros (FF) que cotizarán en el mercado podrán incluir el término "Cese Laboral". Se llamarán "Productos de Inversión Colectiva" o PICs de Cese Laboral.

A estos fondos podrán aportar los empleadores y también los empleados, para generar un monto con el que se pagaría la indemnización en caso de despido. Los FCI o FF de Cese Laboral podrán ser individuales, empresariales o sectoriales. Podrán invertir en el mercado de valores con el fin de ganar mayor rentabilidad, pero nunca en activos emitidos por la propia empresa. Además, serán inembargables tanto por los acreedores de los empleadores como de los trabajadores.

Un Congreso más hostil para Javier Milei: la razón por la que prepara el terreno y espera a las elecciones

No obstante, la forma final del proyecto de reforma laboral que quiere concretar el Gobierno, convencido de que esto permitirá generar más empleo formal (un tema que empieza a preocupar en momentos en que el desempleo creció al 7,9% según el último dato del INDEC) todavía no está definida y será materia de discusión con un ojo puesto en las elecciones legislativas de octubre.

Para el plan del Gobierno el resultado de esos comicios es clave, en momentos en que enfrenta en minoría un Congreso más hostil. Por caso, la oposición impulsa estos días una agenda de proyectos a contramano de los deseos del Gobierno, como los que plantean un aumento para las jubilaciones y la declaración de emergencia en discapacidad.

Ambos temas fueron aprobados por Diputados, con señales de alerta para el oficialismo: varios legisladores alineados con sus gobernadores y una parte del PRO y de la UCR votaron a favor o se abstuvieron. El peronismo empuja ahora la sanción de esas leyes en el Senado y el Gobierno advierte que las vetará si se aprueba pero no tiene garantizado aún el apoyo suficiente para sostener el veto frente a una eventual insistencia del Congreso.

En tanto, los diputados radicales del bloque Democracia para Siempre también quieren poner a debate el financiamiento universitario, otro tema que molesta a la gestión de Milei. En paralelo, casi todos los gobernadores presionan a la Casa Rosada con otro proyecto, que plantea cambios en la asignación de recursos de la Nación a las Provincias.

Entre esas modificaciones, buscan que los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) se distribuyan de acuerdo con el régimen de coparticipación federal y así quitarle discrecionalidad al Ejecutivo en el envío de esos fondos. En el entorno de uno de esos gobernadores aclararon a iProfesional que la presentación del proyecto es parte del "tire y afloje" en la la negociación que arrancó este lunes y que "aún hay espacio para encontrar un acuerdo".

No obstante, el clima del Congreso para los próximos meses no es el mejor para el gobierno de Javier Milei y por eso el plan para avanzar con la reforma laboral es instalar el tema y aprovechar el Consejo de Mayo para sondear posibles acuerdos con la mira puesta en el día después de las elecciones de octubre. Si todo sale como espera el oficialismo, será entonces el momento de abrir la discusión real sobre los cambios en el sistema.

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