Milei frena la avanzada de Karina contra Caputo, mientras Villarruel pacta con el peronismo el control del Senado
La sala de máquinas del Gobierno volvió a crujir esta semana. Mientras en la Casa Rosada se acumulan tensiones sin resolución, Javier Milei decidió postergar la embestida que impulsa su hermana Karina contra Santiago Caputo para no debilitarlo.
En tanto, la vice Victoria Villarruel, consumó su ruptura con el oficialismo y selló un acuerdo con el peronismo para nombrar a un histórico operador justicialista como nuevo secretario administrativo del Senado.
En el mismo movimiento, dejó al bloque libertario con un senador menos, porque no pudo asumir la senadora Lorena Villaverde, acusada de haber tenido vínculos con el narcotráfico, y complicó el quórum de La Libertad Avanza y la aprobación de todas las leyes clave del Gobierno.
Según altas fuentes del Gobierno consultadas por iProfesional, las presiones internas llegaron a un punto de ebullición. "Claramente, quien decide todo es Karina Milei, pero Javier Milei no estaría ejecutando. Le está huyendo al quilombo", confesó un funcionario con acceso directo a los despachos principales.
Karina vs.Santiago Caputo: una guerra fría que Milei no quiere enfrentar
La secretaria General de la Presidencia viene reclamando avanzar sobre áreas bajo la órbita o influencia de Caputo: la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado), el Ministerio de Justicia, la DGI, la Aduana y organismos donde el estratega presidencial mantiene poder real.
El conflicto se intensificó tras la pelea entre Sergio Neiffert -actual número uno de la SIDE- y el enviado de Caputo, José Francisco Lagos Rodríguez. Caputo ordenó su desplazamiento por supuestas irregularidades de gestión y por el rol del hijo de Neiffert, Lautaro, quien actúa en la SIDE sin que se conozca su cargo real.
Neiffert buscó refugio en Karina, quien lo contuvo y le pidió que "aguante un tiempo", mientras define si la poda será sobre él o sobre Lagos Rodríguez. En paralelo, Karina congeló al viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, que iba a ser promovido a ministro por Milei, pero a quien directamente "no quiere" en su gabinete.
Las acciones de Amerio se devaluaron más aún cuando trascendió que se había reunido en secreto con el ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, mano derecha de Cristina Kirchner, para negociar la futura composición de la Corte Suprema: el oficialismo proponía al camarista Mariano Llorens, mientras que el kirchnerismo proponía a la senadora Anabel Fernández Sagasti. El trascendido de las noticias obligó al Gobierno a desactivar la operación y Caputo recibió las esquirlas.
El vacío militar y la puja por el Ejército
El nudo militar tampoco trae alivio. El jefe del Ejército, general Carlos Alberto Presti, dejará su cargo y no hay reemplazo consensuado: la definición quedará en manos de Karina. Su candidato es el actual jefe de Casa Militar, general Sebastián Ignacio Ibañez. Pero Presti enfrenta un frente interno explosivo: reclamos por mejores salarios, deudas históricas y una crisis profunda en la obra social IOSFA, que acumula un rojo de 240 mil millones de pesos y suspendió prestaciones y medicamentos clave.
El conflicto en el mundo castrense no consiste en la asunción de un militar, que analiza pasar a disponibilidad en el Ejército, pero conservar su condición militar. Lo que se cuestiona puertas adentro es la posibilidad de que al ser del Ejército no sea del todo imparcial como ministro y favorezca a su arma y genere recelos en la Fuerza Aérea y en la Armada. Por otra parte, se le cuestiona el posible manejo político de un cargo.
Villarruel rompió: pacto con el peronismo, desplante a Bullrich y control total del Senado
Mientras el Presidente evita definir la interna libertaria, Villarruel dio un paso decisivo y selló su ruptura política. Con aval del peronismo, designó a Alejandro Fitzgerald -un operador histórico del Senado, formado en el riñón de Unión por la Patria- como nuevo secretario administrativo. Es el hombre que controla la caja, los recursos, los viajes, los choferes y los movimientos internos del Parlamento.
En rigor, la Casa Rosada había pensado que el desembarco de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como jefa del bloque de senadores de La Libertad Avanza, iba a limitar el poder de Villarruel, lo que por ahora no se verificó, sino todo lo contrario. La vicepresidenta sorprendió a Bullrich con un pacto con el peronismo y no la dejó participar de la reunión de presidentes de bloque, por no haber asumido todavía la banca, una formalidad totalmente innecesaria. Villarruel está dispuesta a la venganza contra Milei, Karina Milei y Bullrich, con quien se trenzó en varias peleas.
El acuerdo lo bendijeron José Mayans, jefe del bloque peronista; Anabel Fernández Sagasti; Juliana Di Tullio y, en silencio, los senadores "viejos" del PJ que conocen cada rincón de la Cámara. "Fitzgerald saludó a todos ellos después de jurar. A nadie de La Libertad Avanza", reveló un testigo de la ceremonia.
La maniobra dejó expuesta a Patricia Bullrich, flamante jefa del bloque libertario, a quien directamente le escondieron el acta y no la dejaron ingresar a la reunión de presidentes de bloque. Villarruel colocó el nombramiento como primer punto del orden del día sin aviso previo. La sesión ya estaba pactada con el peronismo. Bullrich había planteado que no se cubriera ese cargo hasta consensuarlo con su bloque, pero la vicepresidenta avanzó en el acuerdo con el PJ.
Incluso Bartolomé Abdala y Ezequiel Atauche -hasta ahora soldados del oficialismo- acompañaron la jugada de la Vicepresidenta, y quedaron alineados a su órbita. Ambos están dolidos: Abdala será reemplazado como presidente provisional del Senado por Nadia Marquez y Atauche como jefe de bloque por Bullrich.
El caso Villaverde: un diploma que cayó por sorpresa y dejó un senador menos
La otra bomba fue la caída del diploma de la senadora electa Lorena Villaverde. El bloque libertario jamás tuvo los votos para convalidarla, y los radicales anticiparon que no la apoyarían por sus presuntos vínculos con causas judiciales relacionadas con narcotráfico y el empresario Fred Machado. "Si no tuvieron número hoy en el recinto, no lo van a tener en diez días", estiman en el Senado.
El retiro del diploma dejó al oficialismo con 19 senadores, no 20, lo que compromete el quórum (36) y dificulta de manera crítica avanzar con el Presupuesto 2026, la reforma laboral, la reforma tributaria, la penal y el Plan Colchón para blanquear dólares no declarados. Con los cuatro senadores del PRO podrá sumar 23. "Bullrich tendría que haber tenido reflejos y sacar a Villaverde y hacer jurar a su segundo en la lista de Río Negro, pero no tuvo el aval de Karina Milei", señalan a iProfesional.
Ahora nadie sabe cuándo podrá incorporar a Villaverde o a su segundo a la bancada. Bullrich se enteró por los diarios que el oficialismo no defendería a Villaverde y que el diploma sería enviado a la Comisión de Asuntos Constitucionales. La Casa Rosada tampoco intervino: faltó el aval de Karina. Sin embargo, la jura de los senadores contó con la presencia silenciosa de Karina Milei, el jefe del Gabinete, Manuel Adorni, el ministro del Interior, Diego Santilli, y el secretario de Gestión Institucional de la Presidencia, Eduardo "Lule" Menem, escondido detrás de los tres.
Una alianza nueva: Victoria Villarruel más peronismo
Fitzgerald fue impulsado por el círculo de seguridad de Villarruel: el general Claudio Gallardo, formado durante la era de Cesar Milani al frente del Ejército en la época del kirchnerismo, y el coronel Jorge Vives, su candidato frustrado para Defensa. Ambos tejieron el acuerdo con el peronismo, que obtuvo ascensos, recategorizaciones y pases a planta para senadores que dejan la Cámara y para los actuales, pero no para los futuros.
La señal política es inequívoca: Villarruel dejó de recibir los llamados del Presidente y ya no tiene el "teléfono contenedor" de Guillermo Francos, reemplazado por Manuel Adorni. La Vicepresidenta opera con autonomía total. Incluso, hay quienes ven en su relación con el peronismo un principio de negociación para las elecciones presidenciales de 2027 como candidata con apoyo de gobernadores peronistas.
Hoy salió del recinto con una sonrisa de oreja a oreja. Patricia Bullrich, en cambio, quedó descolocada. La escena de la jura de Fitzgerald que se puede constatar en el video oficial fue casi una celebración y a la vicepresidenta falto felicitarlo en público, luego de que éste saludara solo a los senadores peronistas y a ningún libertario. Allegados a Abdala y Atauche también notaron ese detalle no sin humoradas.
Entre las internas en la Casa Rosada, la parálisis presidencial ante el conflicto entre Karina y Caputo, y la irrupción de Villarruel como nueva actriz central con el apoyo del peronismo, La Libertad Avanza enfrenta su semana más crítica desde que asumió.
La fragilidad numérica en el Senado, la fractura con la Vicepresidenta, la indefinición sobre la SIDE y las guerrillas internas por cargos estratégicos dejan al Presidente sin control pleno de su propio dispositivo político. "En algún momento van a tener que hacer algo con Santiago Caputo y la SIDE, dirimir la interna. La situación es insostenible", admitió, resignado, un funcionario libertario.