Aerolíneas Argentinas firmó el pacto "paros cero" y se aseguró que no habrá medidas de fuerza hasta marzo

Mientras se encamina a cerrar el año con ganancias y con un plan de inversiones financiado con recursos propios de algo más de u$s65 millones, Aerolíneas Argentinas  logró cerrar con los gremios del sector un nuevo acuerdo salarial junto con un compromiso de paz interna, que aleja la posibilidad de conflictos y medidas de fuerza hasta marzo de 2026.

Aerolíneas cerró aumento de sueldo: cómo se pagará

Con un muy bajo perfil y eclipsados por el incipiente debate sobre la reforma laboral que impulsa el Gobierno de Javier Milei; la conducción de AA --encabezada por Fabián Lombardo-- y los dirigentes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA),   cerraron una nueva negociación paritaria que tiene dos puntos relevantes:

• Una actualización salarial del 8,5% y un nuevo sistema de viáticos que incluye una suba del 10%.
• El mantenimiento del actual régimen de tiempos de vuelos y descansos que deja de lado los nuevos parámetros operativos establecidos por la gestión mileísta que permiten a las empresas poder programar a las tripulaciones con más horas de servicio y menos períodos de descanso.

El acuerdo salarial contempla una mejora del 8,5% hasta febrero de 2026, el cobro de un retroactivo por el período agosto-noviembre equivalente al 15% del sueldo y subas del 5% en las denominadas "horas Flex" y del 10% en los viáticos.

En el caso específico de los viáticos, se resolvió comenzar a aplicar un nuevo sistema por el cual pasarán a formar parte de los recibos de sueldos como un componente "no remunerativo" que no se tomará en cuenta para las cargas sociales, pero sí para el cálculo del impuesto a las Ganancias.

En cuanto al aguinaldo, se pactó que los "ítems no remunerativos" vuelvan a ser considerados a la hora de calcular las sumas a cobrar antes de fin de año.

El acuerdo en busca de paz con los gremios

Además, la empresa accedió a seguir manteniendo vigente el actual Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) y los lineamientos sobre los tiempos máximos de vuelo y descanso fijados por el decreto 877/2021 que la administración libertaría había dejado sin efecto a mediados de este año.

Con el fin de facilitar el ingreso de nuevas compañías y bajar los costos operativos; el Gobierno decidió implementar, por medio del decreto 378/2025, un nuevo marco de trabajo más flexible que, basado en los parámetros de gestión de fatiga (FRMS) de la OACI, permite una mayor libertad y discrecionalidad al momento de programar a los pilotos y tripulantes de cabina.

Entre otros cambios, la nueva normativa eleva el tope de horas de vuelo anuales de un piloto de 800 a 1.000 y habilita a sumar más horas de servicio a los auxiliares de cabina con un nuevo límite máximo de 14 horas diarias.

Por presión de los gremios, las modificaciones previstas en el decreto 378/25 quedaron inicialmente congeladas por un plazo de 90 días. Cumplido ese tiempo, a principios de noviembre la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) reglamentó los alcances del decreto con las directrices técnicas e interpretativas que empezaron a regir para las compañías aéreas.

Por medio de la resolución 812/25, la ANAC aprobó las nuevas "reglas de aplicación del sistema de gestión de riesgo asociado a la fatiga" que pueden utilizar las aerolíneas.

Las empresas aéreas pueden aplicar las cláusulas generales que han entrado en vigencia o desarrollar e implementar su propio "Sistema de Gestión del Riesgo Asociado a la Fatiga (FRMS)", el cual deberá garantizar, como mínimo, los niveles de seguridad que contempla el nuevo esquema normativo.

Lo que ha resuelto ahora Aerolíneas Argentinas es mantener en pie su propio FRMS y no modificar las condiciones de trabajo, al menos, hasta marzo del próximo año.

De esta manera descomprimió un conflicto con los gremios que se veía venir si se alteraban los esquemas operativos que rigen desde 2021.

El mayor cuestionamiento al nuevo régimen de trabajo provino de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). Al fijar su posición, advirtió que "el decreto en juego compromete directamente la seguridad operacional, al pretender modificar de manera unilateral reglas y condiciones que afectan seriamente los tiempos de servicio y los tiempos de descanso de nuestra profesión".

La entidad precisó, además, que "todos sabemos que la seguridad no puede ser debilitada por medidas apresuradas y sin consenso. Los y las pilotos tenemos la obligación y el compromiso de garantizar la seguridad de cada vuelo, y por eso reafirmamos que no vamos a convalidar decisiones que impactan negativamente en la misma".

Superávit e inversiones: nuevo plan de Aerolíneas Argentinas

A fines de noviembre y en medio de las negociaciones que llevaba adelante con los gremios, Aerolíneas Argentinas decidió salir al ruedo con dos anuncios de alto impacto.

Por un lado, confirmó que 2025 será el primer año en que no va a recibir ningún tipo de subsidio o aporte del Tesoro Nacional para poder cerrar sus cuentas. Según los datos oficiales, entre 2008 y 2023 la compañía acumuló pérdidas por un promedio de u$s 400 millones anuales, que recién se pudo revertir en 2024 con un primer resultado operativo positivo (EBIT) de u$s 56,6 millones. Para este año, los números en juego apuntan a duplicar ese resultado favorable.

La conducción de Aerolíneas sostuvo que lograron dejar atrás las pérdidas y pasar a tener ganancias tras haber aplicado un paquete de medidas que incluyó: una reducción del 15% en la cantidad de personal; la eliminación de 85 cargos jerárquicos; la cancelación de rutas deficitarias; el cierre de sucursales y una mejora en la productividad de la flota y del personal.

Por otro lado, la empresa comunicó la puesta en marcha de su "primer plan de inversión financiado con fondos propios" que estará destinado a "modernizar la flota, mejorar la experiencia de viaje de los pasajeros y consolidar el posicionamiento logrado en el mercado doméstico e internacional".

El programa de inversiones de algo más de u$s 65 millones prevé la incorporación de 18 nuevas aeronaves a sus flotas de Airbus y Boeing. Para el mercado internacional, se sumarán cuatro equipos Airbus A330neo, uno de los modelos de mayor confiabilidad en los vuelos de largo alcance.  

En tanto, para los vuelos de cabotaje y mediano alcance, lo que está previsto es el ingreso de 14 Boeing 737 MAX, de los cuales dos son del modelo MAX 8, cuatro MAX 9 y ocho MAX 10.

Todas las aeronaves se sumarán bajo la figura de "leasing operativo", un instrumento que, según los responsables de la empresa, "permite avanzar con la modernización de la flota sin comprometer la solidez financiera lograda en los dos últimos años".