Cuánto cuesta el departamento que se puso en venta en el emblemático edificio La Inmobiliaria, de más de 100 años
En pleno barrio de Monserrat, y frente a la plaza del Congreso, sobre la emblemática Avenida de Mayo y Presidente Luis Sáenz Peña, se ofrece una oportunidad única en el mercado inmobiliario de Buenos Aires. Recientemente salió en venta un departamento en el histórico edificio La Inmobiliaria.
Con techos altos, amplios ambientes y grandes ventanales, el inmueble mantiene el espíritu original de la construcción de 1910, mientras ofrece las comodidades modernas que demanda el siglo XXI.
La propiedad se encuentra en el quinto piso del edificio, y gracias a la particularidad de sus techos altos, ofrece una sensación de amplitud que se siente como si estuviera en un octavo o noveno piso de otros inmuebles de similares metros en altura. Esta característica es propia de la arquitectura de la época y se conserva de manera intacta en el departamento, que se beneficia también de una excelente luminosidad.
El departamento cuesta u$s295.000: por qué es tan emblemático
El departamento vale u$s295.000, tiene 6 ambientes, cuatro dormitorios, dos baños y 222 metros cuadrados totales.
El edificio La Inmobiliaria fue inaugurado en 1910, justo en la cúspide de la Belle Époque de Buenos Aires. Esta construcción, inaugurada el 25 de mayo de 1910, fue diseñada por el arquitecto italiano Luigi Broggi en estilo neorrenacentista (aunque también es ecléctico y tiene toques del Art Noveau).
El edificio ocupa toda una manzana y destaca por sus dos cúpulas gemelas de color rojizo, una en cada esquina, que lo convierten en una de las fachadas más fotografiadas de la ciudad. Su inauguración coincidió con los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo.
La Inmobiliaria debe su nombre a la primera compañía de seguros de capital argentino, fundada en 1893 por Antonio Devoto. La empresa encargó la construcción del edificio para albergar su sede y oficinas, convirtiéndolo en un símbolo del auge económico y la modernización que vivía Buenos Aires en esa época.
En sus primeros años, el edificio también fue conocido como "Palacio Heinlein", debido a que la planta baja fue ocupada por la Casa Heinlein, una tienda especializada en objetos para cuartos de baño.
En el último piso, en las ochavas del edificio, están las esculturas de Venus y Apolo (justo donde está el departamento en venta ahora). Pueden obsrevarse las logias, sobre la fachada de Avenida de Mayo, que son galerías cubiertas sostenidas por columnas y arcos característicos de la arquitectura italiana. Sus muros estaban esgrafiados y hoy son apenas visibles.
A mitad de cuadra, otro comercio en la planta baja alojó a la Cervecería Berna, que se instaló en 1928 en la esquina de Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña. Debido al éxito del local, las mesas en la vereda se convirtieron en un problema para los peatones, siempre llenas. Fundada por el español Daniel Calzado, la cervecería alcanzó fama por su sándwich "Berna" de lomito vacuno con anchoas.
Comensales como el periodista Manuel Fontdevilla y el poeta Carlos de la Púa, de Diario Crítica, frecuentaron el lugar. La cervecería cerró a fines del siglo XX. Con los años, el edificio perdió molduras en sus fachadas, desapareciendo detalles como copones ornamentales y la crestería del tejado. En 1968, se restauró una de las cúpulas, mientras que en 1994, una tormenta dañó la otra, que fue restaurada tres semanas después tras un análisis del hierro que mostró un deterioro avanzado. Hoy las unidades en su mayoría son de vivienda u oficinas, y persisten locales comerciales en la planta baja.
Con visión arquitectónica
"Con más de un siglo de historia, el edificio sigue siendo una joya arquitectónica, que destaca por su estructura y su ubicación privilegiada en una de las avenidas más famosas de la ciudad", señaló el arquitecto Fernando Lorenzi, del estudio INFILL y experto en refacción de cúpulas.
Ocupa toda una cuadra en el barrio de Monserrat. Este inmueble, se caracteriza por su simetría y proporción, tanto en su fachada como en los detalles arquitectónicos. Las torres esquineras del edificio, con cúpulas rojas que originalmente eran de teja pizarra negra, son uno de los elementos más distintivos de la edificación. A través de su imponente fachada de más de 65 metros sobre la Avenida de Mayo, el edificio alterna loggias con columnas de pedestal, arcos de medio punto, y un elegante trabajo pictórico en los revoques de sus muros.
En cuanto a la historia de La Inmobiliaria, el edificio fue inaugurado por la primera compañía de seguros generales del país, fundada por Antonio Devoto e inmigrantes italianos. Su nombre proviene de la actividad de la empresa que lo ocupaba, dedicada al ramo de seguros, incluyendo vida, accidentes y riesgos marítimos.
Lorenzi agregó: "La obra se inscribe dentro de un contexto de modernización que buscaba convertir a Buenos Aires en un referente mundial en infraestructura urbana. La Avenida de Mayo fue el primer proyecto nacional destinado a hacer de la ciudad un centro competitivo en América Latina, lo que resultó en una imponente vía que, aunque inicialmente destacaba, hoy parece fragmentada por las remodelaciones que sufrió a lo largo de los años".
"La integridad histórica de un inmueble como este está marcada por la constante tensión entre lo moderno y lo tradicional. Para mantener su esencia, se deben respetar los elementos arquitectónicos originales, pero es fundamental incorporar las necesidades contemporáneas", señaló Lorenzi.
Además, consideró que los desafíos normativos, sumados a las limitaciones económicas, dificultan las restauraciones profundas. "Las políticas de restauración, a menudo fragmentarias, no logran una coherencia integral que permita preservar adecuadamente estos monumentos", añadió el arquitecto.
Lorenzi también subraya que la preservación de la memoria arquitectónica de Buenos Aires, especialmente la de la Avenida de Mayo, se ve amenazada por las políticas urbanísticas y el crecimiento descontrolado de la ciudad.
"A lo largo del tiempo, el perfil original de la avenida se desvirtuó debido a reformas urbanísticas mal planificadas y la falta de un marco regulatorio claro que proteja el patrimonio", explicó.
En este sentido, el arquitecto observa que el Código Urbanístico actual no brinda suficientes herramientas para garantizar la preservación de la historia arquitectónica. "El reciente Código no toma en cuenta la importancia del patrimonio arquitectónico, y las iniciativas de restauración se ven opacadas por la falta de recursos y directrices coherentes", añadió Lorenzi.
Una distribución pensada para la época
El semipiso en venta posee en la primera planta, un hall de recepción da paso a dos amplios ambientes con ventanales y balcón francés hacia la Av. de Mayo, junto a otros dos luminosos dormitorios. En la segunda planta se encuentran la cocina y un baño completo. El altillo alberga una habitación en suite con baño completo.
Todo el departamento fue reciclado, con pisos de parquet, aire acondicionado en todos los ambientes, calefacción y agua caliente individuales por caldera dual y termotanque. Además, es apto profesional y cuenta con baulera en el subsuelo.
La distribución del departamento sigue la tradición arquitectónica de las construcciones de principios del siglo XX. La zona de servicio, que incluye la cocina y los baños, está ubicada en la parte trasera del inmueble, mientras que la parte delantera está reservada para la zona social y de descanso.
Esta distribución era común en los edificios de la época, pues separaba la parte húmeda (cocina y baños) de la parte seca (salones, dormitorios, entre otros), una división funcional que se preserva en este departamento.
El proceso de renovación también incluyó la restauración de los pisos de pinotea, el material original utilizado en el inmueble. "La pinotea es un material que define la identidad de los espacios de esa época. Los propietarios decicieron restaurar el piso original en lugar de reemplazarlo, lo que permitió mantener la atmósfera del lugar intacta", explico Iuri Izrastzoff, de Izrastzoff Inmobiliaria.
Para modernizar la propiedad sin perder su esencia, se instalaron sistemas de calefacción y electricidad bajo el piso original, asegurando que las instalaciones cumplieran con los estándares modernos sin alterar la estética del inmueble.
Una de las características que hacen único a este departamento es su balcón. Al salir al balcón del living, se pueden observar dos estatuas originales que forman parte de la fachada del edificio. Estas piezas de arte, que datan de la época de la construcción, son testigos del pasado y aportan al carácter histórico del departamento. Fernanda Barboza, de Izrastzoff Inmobiliaria, resaltó que "estas estatuas son una de las partes más especiales de la propiedad, ya que conservan la estética original de la época y son un reflejo del diseño arquitectónico del edificio".
Desde el mercado inmobiliario destacaron que la propiedad no solo tiene un valor histórico, sino también una gran demanda en el mercado. "Este tipo de propiedades, con una historia tan rica, siempre tienen una gran aceptación entre los compradores. Hay personas que buscan algo más que un inmueble, buscan una conexión con la historia de la ciudad", comentó Izrastzoff.
Barboza añadió que, aunque las propiedades en la Avenida de Mayo pueden ser más caras debido a su ubicación, este tipo de inmuebles tienen un valor agregado. "No se trata solo de comprar un departamento, se trata de vivir en un pedazo de historia. Los compradores saben que están adquiriendo algo único", concluyó.