Así son las mini casas que se alquilan en San Martín de los Andes: cuánto cuesta la noche
A solo seis kilómetros del centro de San Martín de los Andes, sobre la pintoresca ruta que conduce al Lago Lolog, se alza un pequeño refugio que marcó el inicio de una tendencia en el turismo nacional. Se trata de uno de los primeros proyectos de Tiny House -o casas diminutas- en Argentina, cuando aún nadie hablaba del concepto en el país.
Estas casas diminutas que combinan diseño inteligente, bajo impacto ambiental y una experiencia de conexión plena con la naturaleza, se transformaron en un símbolo de una nueva forma de habitar y viajar.
En medio de un frondoso bosque de montaña y con vistas inmejorables al Cordón del Chapelco, las tiny de Casa Calvé ofrecen una propuesta que redefine la idea de descanso.
Desde sus ventanales se puede contemplar el paisaje patagónico en todas sus formas, escuchar el canto de aves autóctonas y disfrutar de atardeceres inolvidables desde la terraza.
De un proyecto familiar a un nuevo estilo de vida
"Habíamos comprado un terreno en San Martín de Los Andes pero construir una casa tradicional era casi imposible", recuerda Mariela Calve, creadora del proyecto y actual diseñadora de Tiny Houses.
"El costo era muy alto, faltaba mano de obra calificada y además, en la zona solo se puede construir durante los meses de verano. A eso se sumaba que mantener una casa a la distancia no era un plan viable para nosotros. Queríamos algo más manejable, con poco mantenimiento y sin endeudarnos", explica.
Fue entonces cuando descubrieron el mundo tiny. En 2019 encontraron una antigua casilla rural en un campo de San Pedro y comenzaron a restaurarla. Ese fue su proyecto de pandemia hasta que lograron trasladarla a San Martín de los Andes, una verdadera odisea logística: "Tuvimos que prever alturas, anchos, puentes y buscar un camión que pudiera transportarla. En ese momento, casi nadie sabía de qué se trataba. Hoy, el crecimiento del formato es exponencial", cuenta.
Las casitas están inspiradas en el estilo inglés, con techos curvos y diseño artesanal. "Nos eligen por la ubicación, por la privacidad y por la experiencia de estar en una tiny. La mayoría nunca había estado en una, y cuando llegan, se maravillan. Es un combo perfecto: pequeño, pero no le falta nada. Cada metro cuadrado está pensado. Y el bosque, sin duda, es un plus para quienes buscan desconectarse", dice Mariela Calve.
Aunque las casas cuentan con internet, muchos visitantes optan por una desconexión digital. Los anfitriones incluso prepararon una guía alternativa con avistaje de aves, paseos poco conocidos y experiencias gourmet para quienes buscan momentos más auténticos.
Una alternativa habitacional con futuro
Más allá del turismo, la diseñadora observa un fenómeno que empieza a tomar fuerza. "Creemos que van a empezar a surgir barrios de Tiny Houses. Las nuevas generaciones difícilmente quieran mantener una casa grande. Hoy, con las herramientas tecnológicas disponibles, podés trabajar desde cualquier lugar y vivir en entornos naturales".
Las Tiny Houses, que pueden costar entre u$s10.000 y u$s50.000, se presentan también como una alternativa habitacional accesible y sustentable. "No te endeudás, es tuyo, lo podés trasladar, no alquilás. Valen menos que un monoambiente en Capital Federal. Desde lo económico y lo personal, son una opción excelente", resume.
Actualmente, Mariela se dedica al diseño y desarrollo de nuevas Tiny Houses, un rubro en expansión que promete redefinir la manera de habitar y viajar en la Argentina.
Dormir en una casa minuta cuesta entre u$s50 y u$s100 la noche
Las Tiny Calvé Home se encuentran ubicadas en la ruta al Lago Lolog, San Martín de los Andes. El precio por noche tiene un rango entre u$s50 y u$s100 con capacidad de alojamiento para 2 personas.
Más que una tendencia, el fenómeno tiny house empieza a consolidarse como una nueva forma de entender el confort, la sustentabilidad y la libertad. demostrando que es posible vivir y viajar de manera simple, sin renunciar al diseño ni a la comodidad, y con la naturaleza como gran protagonista. Un claro ejemplo de que menos es más.