Boom inmobiliario: por qué el alquiler temporario es uno de los negocios más atractivos de esta ciudad
:quality(75):max_bytes(102400)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2025/08/602217.jpg)
La demanda de alquileres temporarios en la ciudad de La Plata creció entre un 10% y un 15% interanual y consolidó un mercado inmobiliario que ya cuenta con alrededor de mil unidades en funcionamiento, impulsado por estadías laborales, universitarias y de salud, con niveles de ocupación que alcanzan hasta el 70% anual en las propiedades bien gestionadas.
La cifra confirma un cambio de fondo en la dinámica inmobiliaria de la capital bonaerense. Lejos de responder a un fenómeno turístico clásico, el alquiler temporario se apoya en una demanda estable y diversificada que encuentra en La Plata un entorno singular: una ciudad planificada, atravesada por diagonales, con amplios espacios verdes, fuerte identidad cultural y un rol central como polo educativo, científico y administrativo.
La presencia de la Universidad Nacional de La Plata, uno de los principales centros académicos del país, convive con hospitales de alta complejidad, organismos públicos, actividad judicial y una agenda cultural que incluye desde la Catedral y el Museo de Ciencias Naturales hasta la Casa Curutchet y la República de los Niños, en Gonnet. Esa combinación genera un flujo constante de personas que llegan por semanas o meses y demandan soluciones habitacionales flexibles.
"No estamos hablando de estacionalidad", aclara Gerónimo Odriozola, broker inmobiliario de Remax Roble. "La demanda es sostenida porque La Plata combina universidad, salud, trabajo y actividad pública, lo que genera movimiento todo el año".
Por todo es que el alquiler temporario comenzó a competir directamente con el alquiler tradicional, tanto en volumen como en rentabilidad. Según Odriozola, "en los últimos tres años el mercado creció fuerte y dejó de ser incipiente para consolidarse", un proceso que se refleja tanto en la cantidad de unidades activas como en la profesionalización de la oferta.
Más rentabilidad, nuevas zonas y un huésped cada vez más exigente
El crecimiento del segmento también modificó el perfil del inversor y del inquilino. Quienes llegan a La Plata ya no priorizan la cantidad de metros, sino la calidad de la experiencia: buena conectividad a internet, espacios funcionales para trabajar o estudiar, equipamiento completo, luminosidad y ubicaciones estratégicas.
Esa diferencia impacta directamente en los resultados. "Las unidades bien gestionadas están logrando ocupaciones anuales del 60% al 70%", afirma Odriozola, mientras que las propiedades improvisadas muestran mayores períodos de vacancia o deben ajustar precios.
En Barrio Norte, una de las zonas más exclusiva y tranquilas de la ciudad, un departamento amoblado de un dormitorio ronda los u$s700 mensuales en modalidad temporaria. En el Casco Urbano, las unidades bien ubicadas parten desde los u$s800. En el eje universitario, los monoambientes y departamentos de un dormitorio se ubican entre u$s450 y 600, mientras que en City Bell y sus countries, donde pesan el verde, la tranquilidad y la cercanía con polos recreativos y educativos, las casas pueden alcanzar valores de entre u$s4.000 y 10.000 mensuales.
Desde el punto de vista económico, el modelo resulta atractivo. "El alquiler temporario ofrece una rentabilidad promedio del 6% al 7% anual, frente a aproximadamente un 5% del alquiler tradicional", explica Odriozola, aunque aclara que implica una mayor gestión operativa y contractual.
La infraestructura urbana también juega a favor. "Las mejoras en la conectividad ferroviaria y la autopista Buenos Aires–La Plata están impulsando nuevas áreas de la ciudad", señala, y destaca que existen barrios con potencial todavía no capitalizado, especialmente aquellos que mejoran su acceso y servicios.
De cara a los próximos años, el broker anticipa un escenario más competitivo y ordenado. "Lo imagino más grande y claramente más profesionalizado. Va a haber más unidades en oferta, pero también mayor exigencia por parte de los huéspedes", proyecta. En ese contexto, la diferenciación será clave: las propiedades bien ubicadas, bien equipadas y correctamente gestionadas sostendrán ocupación y rentabilidad, mientras que las demás deberán reconvertirse.
En una ciudad pensada para estudiar, trabajar, circular y quedarse, los alquileres temporarios dejaron de ser una excepción. En La Plata, el mercado inmobiliario encontró un nuevo recorrido, tan definido como sus diagonales, y con un potencial que recién empieza a desplegarse.