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La fatídica historia detrás del Día de los Enamorados

Aunque pareciese que el 14 de febrero es el día del romance, detrás de esta fecha se encuentra un histórico personaje que pagó muy caro su oda al amor
14/02/2019 - 12:25hs
La fatídica historia detrás del Día de los Enamorados

El 14 de febrero se celebra el Día de los Enamorados, más conocido como San Valentín. Es un festejo que se realiza hace muchos años, pero nadie sabe exactamente el origen de esta fecha romántica y, entre als distintas versiones, hay una que más que una historia de amor es una historia fatídica.

En lo que casi todos coinciden es que fue en el siglo XX que se "comercializó" como una tradición milenaria.

Los orígenes de San Valentín

Algunos consideran que la fecha rememora a Esther A. Howland, quien en 1840 comenzó a vender en las primeras tarjetas postales masivas de enamorados, conocidas como "valentines", con símbolos como la forma del tradicional corazón o de Cupido.

Otra postura revela que es una fiesta cristianizada del paganismo, porque rememora a la antigua Roma, donde se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta fecha se adoraba a este dios y se brindaban regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.

No obstante, la historia más probable es aquella a quien debemos el nombre: San Valentín.

Se cree que en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido, el emperador Claudio al notar que los soldados solteros rendían más en el campo de batalla al tener menos ataduras emocionales, prohibió el matrimonio.

Valentín era un sacerdote que en el siglo III ejercía en Roma y al ver este decreto y considerarlo injusto desafió al emperador. Fue así que celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados.

El emperador Claudio se enteró y como Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, lo llamó al palacio.

Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo. Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el gobernador de Roma lo persuadieron para cortarle la cabeza.

El oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín y desafió al santo y le exigió que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista. Este milagro revivió la fe de Asterius y su familia y se convirtieron al cristianismo. Valentín siguió preso y el emperador Claudio ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270, fecha elegida para celebrar al amor.

La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba, es por ello que el almendro es considerado un símbolo de amor y amistad duraderos.

El cuerpo de San Valentín se conserva actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni.