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¿Por qué se llaman bolas de fraile? La historia anarquista detrás del nombre de algunas facturas

Cientos de argentinos comen bolas de fraile todos los días o esporádicamente, pero pocos saben el irónico mensaje que está detrás del nombre
05/03/2021 - 19:00hs
¿Por qué se llaman bolas de fraile? La historia anarquista detrás del nombre de algunas facturas

Para los argentinos es muy frecuente pedir cañoncitos de dulce de leche, bolas de fraile o vigilantes. Ir a la panadería y comprar este tipo de facturas para comer un domingo a la tarde con mate o con un rico café es un clásico en muchos de los hogares nacionales. 

Sin embargo, ¿cuántos saben el origen de los nombres de las facturas? Es probable que pocas personas conozcan el origen de cada uno de los nombres que tienen las facturas, a pesar de haberlas pedido cientos de veces en distintas panaderías del país. El origen se remonta al siglo XIX y se relaciona con una asociadión de panadderos vigente por aquel momento.

La historia de los nombres de las facturas

Todo comenzó en el año1887, en Buenos Aires. En aquel momento, el anarquista italiano Ettore Mattei creó la primera institución de la resistencia argentina, que fue la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos.

Al año siguiente, en 1888, los panaderos organizados iniciaron un reclamo a través de una huelga que duró más de 15 días. Durante ese protesta, decidieron manifestar sus reclamos de manera clara y su mejor idea fue hacerlo a través de los nombres de sus creaciones, esas que sacaban todos los días del horno y vendían entre los habitantes. 

Los panaderos se manifestaron a través de los nombres de sus producciones
Los panaderos se manifestaron a través de los nombres de sus producciones

Este es el significado de cada nombre

Tal como se mencionó, los panaderos decidieron manifestarse a través de la huelga y, además, a través de los nombres de sus producciones. Así nacieron las denominaciones de las clásicas facturas que se consumen actualmente con tanta frecuencia. 

Sacramentos: son las facturas que tienen relleno de membrillo, su nombre es una crítica a la Iglesia Católica.

Bolas de fraile o Suspiro de monja: rellenas de dulce de leche o crema pastelera, los panaderos de 1888 les pusieron ese nombre para ironizar sobre los curas y las hermanas.

Bombas: estas facturas son una burla directa contra el Ejército. Son los clásicos profiteroles, rellenos de crema o dulce.

Cañoncitos: también con relleno de pastelera o dulce de leche, espolvoreados con azúcar impalpable, hacen alusión a los cañones del Ejército.

Los cañoncitos de dulde de leche son un clásico y su nombre también tiene una explicación
Los cañoncitos de dulde de leche son un clásico y su nombre también tiene una explicación

Vigilantes: su nombre es una burla directa a la fuerza policial.

Libritos: las galletitas de grasa que con su forma hacen referencia a la educación.

Cremonas: se asemejan a una fila pegada de letras A, símbolo del anarquismo.

Pero eso no es todo. El propio término "facturas" está cargado de significados. Su uso fue utilizado para referirse a todas las producciones de los panaderos, de forma tal que los miembros del sindicato "llamaran subversivamente la atención sobre el valor de su trabajo".

Por su parte, el nombre de las medialunas tiene un origen más antiguo. Se remonta a 1529 y representa una blafemia contra el Islam. Viena estaba sitiada por ejércitos turcos y ellos crearon la medialuna como elemento provocador: era una especie de pizza con la forma del símbolo musulmán y se asomaban a la muralla masticándolas.