Tras más de un año y medio de restricciones, muchas personas han vuelto a volar y algunas de ellas nos están dejando anécdotas dignas de ser explicadas.

Discusiones entre pasajeros o las extrañas condiciones de algunas aerolíneas han protagonizado capítulos curiosos durante estos meses. Pero en esta ocasión hablaremos de la comida que se sirve durante un vuelo.

Aimee Woods es una piloto de carreras que el pasado 20 de agosto estaba volando con Ryanair cuando de repente le entró hambre.

La chica pidió la carta de sandwiches y eligió uno de beicon que costaba 4,71 libras (u$s7). Ya sabemos que el precio de la comida en las aerolíneas no va acorde con su calidad, pero la pasajera alucinó cuando le trajeron su pedido.

La piloto, que no podía salir de su estado de estupefacción, envió una foto a su amiga Liz Nugent en la que se puede apreciar como el pan está acompañado por apenas tres tristes fetitas de beicon y sin guarnición alguna. Ni lechuga ni salsa ni tomate. Nada.

"Mi amiga Aimee Woods pagó 5,50€ por este 'sándwich de beicon' en Ryanair. Estoy tratando de intentar calificarlo de alguna manera", escribía en Twitter.

 

Un mensaje que posteriormente ha sido borrado a petición de su amiga, que a pesar del pobre bocadillo, asegura que se lo comió y que el trato de la tripulación fue excelente.

"¡Para ser justos, dudo que la gente reserve un vuelo basándose en la calidad de un sándwich!", escribió en su cuenta de Twitter tras el revuelo.

No obstante, la imagen llegó a miles de usuarios que calificaron el sándwich como "el más triste del mundo" e incluso alguno bromeaba bautizándolo como "el sándwich de beicon apto para veganos".