Alta pasta: seis restaurantes de Buenos Aires que hacen magia con harina y huevo

Las pastas caseras son una de las grandes debilidades de los porteños, hay algo en la simple combinación de harina, huevo y agua que enamora a todos. En la Ciudad de Buenos Aires hay restaurantes que las preparan con dedicación artesanal y propuestas para todos los gustos. Aunque salir a comer hoy exige mirar bien los precios, todavía es posible disfrutar de una buena mesa sin gastar de más. Desde platos por $12.000 hasta opciones más elaboradas que superan los $25.000, en esta guía, presentamos seis lugares que vale la pena conocer si se busca comer rico y como en casa.

1- Cosi Mi Piace

Aunque muchos la conozcan por sus pizzas romanas de base crocante, Cosi Mi Piace se ganó un lugar entre los destinos predilectos de los amantes de las pastas. En su carta —recientemente renovada— hay trece opciones que van desde pastas largas hasta rellenas, todas con salsas a elección (desde $4800), y disponibles tanto al mediodía como por la noche.

La propuesta busca sorprender con especialidades que no se encuentran fácilmente en otros restaurantes. Por ejemplo, los Maccheroni al ferretto ($12.500), típicos de Calabria, ideales para combinar con una intensa salsa Boscaiola a base de setas, vegetales, panceta ahumada, queso de cabra y crema. Los Tagliatelle agli spinaci ($13.200) o al huevo ($12.500) funcionan perfecto con una salsa Alfredo o una polpettone, y si hablamos de rellenos, hay peritas como los Ravioli di Ragú Piemontese ($18.200), con masa saborizada con morrones asados, o los Panzotti di Zucca e Fior di Latte ($12.000), que combinan calabaza asada y queso fresco con una masa de remolacha vibrante.

¿El final perfecto? Alguno de sus postres italianos clásicos, siempre bien acompañados por una copa de vino de su cuidada selección.

Dirección: El Salvador 4618, Palermo

Instagram: @cosimipiaceok

2- Carmen

En una esquina tranquila de Palermo, Carmen logra algo único: transformar la experiencia de comer pasta en una vivencia sensorial y emocional. Su carta combina clásicos infalibles con pastas de autor que apelan a la creatividad y los recuerdos del paladar.

La estrella de la entrada es el raviolón frito ($12.600), relleno de yema, tomates, olivas, mozzarella y pesto. Luego, es difícil no tentarse con los fagottini de asado ($25.300), rellenos con un blend de vacío y tapa de asado, o los tortelli de pesca de río al kamado ($25.300), con una delicada manteca de lemongrass. Otro punto alto: los capelleti de remolacha ($24.200) con provolone, manteca y lima, y la girandola de batata ($23.000), con parmesano, castañas y un toque de menta.

Quienes prefieren lo tradicional encuentran consuelo en los spaghetti al pesto ($21.500), el cacio e pepe con cavatelli ($19.800), la carbonara con orecchiette ($21.500) o los gnocchi ($21.500), que se sirven con salsas que van desde el pesto hasta el beurre blanc. Todo puede maridarse con etiquetas de bodegas como Catena Zapata, Riccitelli o Araucana.Carmen emociona con sus pastas, porque cuando está bien hecha —con tiempo, con respeto, con amor— no necesita más que un buen vino y una buena compañía.

Dirección: Gurruchaga 1426, Palermo

Instagram: @carmen.pasta

3- La Parolaccia

Pocos nombres resuenan con tanta fuerza cuando se habla de pastas en Buenos Aires como La Parolaccia. Con más de 30 años de historia, esta cadena de restaurantes se mantiene fiel a las recetas clásicas de la cocina italiana, pero con una ejecución moderna y una materia prima de primera línea.

En su carta se destacan opciones como los spaghetti ai frutti di mare ($32.000), con langostinos, almejas, mejillones y calamar; los sorrentinos Gran Caruso ($27.500), rellenos de mozzarella, jamón cocido y ave; y los clásicos gnocchi soufflé La Parolaccia ($26.000), con espinaca, crema, pesto y parmesano. La propuesta puede completarse con vinos de grandes bodegas y una coctelería de autor.

Una opción ideal para quienes buscan una experiencia completa es el Menú Parolacho ($42.000), que incluye entrada, plato principal, postre, bebida, vino D.V. Catena, café con petit four y copa de limoncello. Tradición, calidad y calidez familiar en cada una de sus sedes.

Sucursales en Barrio Norte, Recoleta, Palermo, Belgrano, Puerto Madero, San Isidro y Pilar

Instagram: @laparolaccia

4- Enero

En la renovada Costanera, Enero se erige como una propuesta ambiciosa que combina naturaleza, diseño y una carta que honra la cocina ítalo-argentina con elegancia. Su sección "Italia en Enero" rinde homenaje a la pasta con cinco platos artesanales.

Están los gnocchi de provoleta ($24.000), grillados en horno de barro y acompañados con chips de ajo, albahaca y salsa pomodoro; los ravioli de calabaza con manteca de salvia y nuez ($24.000); los spaghetti alla carbonara ($24.000), con guanciale, yemas de huevo orgánico y parmesano; la lasagna alla bolognese ($27.000), gratinada con queso y salsa blanca, y los singulares agnolotti de trucha al nero di sepia ($27.000), con crema de eneldo y lima.

El maridaje sugerido: vinos blancos o rosados, tintos ligeros o incluso cócteles como el clásico Bellini. Una propuesta moderna, ideal para cenas al aire libre con vista al río.

Dirección: Av. Rafael Obligado 7180, Costanera

Instagram: @enerocostanera

5- Biasatti

En Biasatti, la pasta tiene alma de abuela. El chef Milton Biasatti homenajea a su nonna María con recetas familiares reinterpretadas desde la mirada de la alta cocina. Ubicado en Belgrano, este restaurante ofrece una experiencia de pastas gourmet.

Los ravioles de carne asada y queso reggianito ($23.300), los de ricotta cremosa y parmesano ($21.100), y los de cordero braseado con masa de pimientos asados y tomate ($25.500) son los favoritos del lugar. También brillan la lasagna bolognesa ($27.000) y los agnolotti de ricotta, espinaca y parmesano ($21.900).

Para maridar, hay etiquetas seleccionadas de pequeñas bodegas como Mano Negra y Leticia, además de otras bebidas importadas directo de Italia, como la cerveza Menabrea en sus variedades Bionda y Ambrata, y las tónicas San Pellegrino Limonata, Pompelmo o Aranciata Rosa.

Dirección: Ciudad de La Paz 1917, Belgrano

Instagram: @biasattiok

L’Adesso

El chef Leonardo Fumarola encontró en L’Adesso el escenario ideal para desplegar su amor por las recetas de su infancia en Italia, con una mirada contemporánea. Ubicado en Palermo, este restaurante combina técnica, producto y emoción.

Su plato más solicitado es el cacio e pepe ($27.000), servido dentro de una horma de pecorino y coronado con pimienta negra recién molida. Le siguen los scialatielli con ragú napoletano ($23.000), los pappardelle de harina de castañas con jabalí y arándanos ($22.000), los ravioles de ricota y espinaca con salsa de tomate italiano ($21.000), y la infaltable lasagna clásica ($23.000).

El maridaje incluye etiquetas de Claroscuro, Angélica Zapata y DV Catena. Un lugar para celebrar la pasta con sofisticación y carácter.

Dirección: Fray Justo Santa María de Oro 2047, Palermo

Instagram: @ladesso_ristorante

En cada uno de estos restaurantes, las pastas caseras son el corazón de la propuesta. Desde recetas que cruzan generaciones hasta creaciones modernas con sabores intensos, la variedad es bien amplia. Ya sea entre amigos, en pareja, con la familia o en solitario, salir a comer en la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo un plan que vale la pena. Hay precios para distintos bolsillos y propuestas para todos los gustos, pero con un denominador común: buena materia prima, amor por la cocina y ganas de compartir. Buon appetito.